Nada de Sida, hambruna ni extrema pobreza. La compañía Benetton se alió con la entidad de microcréditos Birima para contrarrestar los estereotipos negativos ligados al continente africano y lanzó una campaña llena de optimismo. Bautizada como Africa Works (África Trabaja), la influyente firma italiana inició el mes pasado una cruzada que presenta a este pueblo alentado por una premisa básica: que el ser humano surge si se le da una oportunidad. La anhelada ocasión para el continente negro ha sido esquiva, pero hoy se presenta en forma de préstamos, con intereses mínimos, dirigidos a pequeños empresarios de escasos recursos. Las coloridas fotografías dan cuenta de esta actitud esperanzadora mostrando los rostros alegres de fruteras, soldadores, vendedores ambulantes y pescadores, entre muchos otros.
Alessandro Benetton resumió el espíritu de esta campaña en una entrevista a la revista Vogue: "África no pide caridad sino fondos reembolsables e intereses asequibles. El microcrédito se está revelando como un instrumento eficaz para la lucha contra la miseria porque es concreto y directo; no hay pasos intermedios ni mediaciones de los que puedan aprovecharse con la ilegalidad y la corrupción".
La historia de Africa Works se remonta a octubre de 2006, año en que la firma Benetton celebraba su aniversario número 40. La empresa festejó con un evento en el centro cultural Pompidou de París con un grupo selecto de invitados: el cineasta Spike Lee, el diseñador Philippe Starck, la rockera Patti Smith y el cantante senegalés Youssou N’Dour. En ese encuentro el músico, portavoz de Amnistía Internacional y embajador de la Unicef, le explicó al dueño de la firma, Luciano Benetton, que África era uno de los continentes que no estaban representados en Fabrica, centro de investigación creado en 1994 que depende de la compañía italiana y que busca conjugar cultura, arte, industria y comunicación, mediante el diseño, la fotografía y las publicaciones editoriales, entre otros medios.
Benetton tomó en cuenta la petición de Youssou N’Dour y toda la campaña mundial de comunicación de este 2008 (en 120 países) destacará la capacidad emprendedora de los pueblos africanos y publicitará el proyecto Birima, que consiste específicamente en otorgar microcréditos para hacer realidad pequeños negocios en Senegal. Todo esto bajo el lema Africa Works.
Senegal fue escogido como proyecto piloto porque, pese a la desigualdad en la distribución de sus ingresos, es uno de los países más estables de África. Pero el cantante Youssou N’ Dour ha aclarado que el lugar en donde una persona vive no influye en su éxito futuro. "Da igual que seas de Kuala Lumpur o de un barrio pobre de Dakar como yo, sólo necesitas creer. Creer que los hombres nacen iguales, que tienen la misma potencialidad, que no es el medio el que nos hace crecer, sino lo que tú puedas hacer para mejorarlo. Como reza un dicho en wolof, la lengua autóctona de Senegal: "lo que una persona puede conseguir, dos lo harán mejor" afirmó en entrevista a la revista española Woman.
El nuevo proyecto contará con una serie de iniciativas extras, como una reedición de Birima, la canción de Youssou N’Dour grabada en el año 2000, con la colaboración de músicos como Patti Smith, Simphine Dana, Irene Grandi y Francesco Renga, además de un videoclip dirigido por el iraní Babak Payami (León de Plata 2001). También habrá dibujos animados para la televisión africana que explican en qué consiste el microcrédito y una página web (www.birima.org) ideada por Fabrica.
Fiel a su compromiso con la campaña, Youssou N’Dour promoverá la cruzada este 5 de abril durante un concierto suyo en París que forma parte de su gira internacional.
Hoy Benetton ofrece una mirada optimista, pero en el pasado fue la responsable de controversiales campañas en relación al Sida y la hambruna. Inolvidable la impactante imagen que el famoso fotógrafo Oliviero Toscani tomó de un enfermo víctima del VIH, agonizando en una cama de hospital, rodeado de familiares. Toscani rompió sociedad con Benetton después de una polémica campaña que realizó en 1999 contra la pena de muerte.
Pero las controversias no terminaron con esa separación. James Mollison (34), integrante de Fabrica desde 1998, lideró una debatida campaña en 2003, con fuertes imágenes que daban cuenta de la hambruna en el mundo. Mollison es el autor de las fotografías del nuevo proyecto, y cree que este cambio en la mirada se debe a una evolución natural. "Pese a que en los noventa las campañas eran inteligentes, los tiempos han cambiado. Actualmente no basta sólo con choquear a la gente, se necesita más. Me parece mejor la idea de proyectos como Africa Works, en donde más que hablar de lo escandalosa o no de las fotos, la gente se interesa por el tema, en este caso el microcrédito en Senegal", explicó desde su hogar en Venecia en entrevista telefónica con revista Mujer.
Este keniano graduado de arte y diseño en la universidad británica Oxford Brookes y posterior especialista en fotografía de la Newport School of Art and Design, sabe de lo que habla. Desde hace siete años que realiza las fotografías para las campañas infantiles e institucionales de la firma italiana.
A su llegada en 2001, participó tomando fotos para la campaña Voluntarios de las Naciones Unidas (VNU), cuestionando los estereotipos existentes en torno a la idea del voluntario. Pese a que fue ya hace tiempo, para él ésta tiene muchas cosas en común con la iniciativa africana. "En el caso del voluntariado la mayoría de las personas, incluido yo mismo, creían que todos eran blancos de clase media, y fue interesante darse cuenta de que existían personas como miembros de bandas o prostitutas que también ayudaban. Con Africa Works ocurre lo mismo, pero como en general la imagen de África es bastante negativa, había que buscar algo positivo, alegre, que fuese esperanzador y no que diese pena a la gente".
En este "no dar lástima" la selección de las imágenes (locación, colorido, personajes a fotografiar) resultó esencial. No sólo eso, sino que era necesario buscar un concepto que lo abarcase todo. "Fue difícil porque había que capturar la esencia del microcrédito, que es trabajar por ti mismo y ser tu propio jefe para salir de la pobreza. Por eso decidí centrarme en oficios llamativos y hermosos de fotografiar como artesanos, pescadores, músicos, entre otros. Más que inspirarme en algo en particular, me preocupé de darle siempre un tono positivo, colorido y alegre a las fotos", afirma.
El resultado fue una serie de imágenes de trabajadores senegaleses, entre ellos un pescador, un joyero, un sastre y una campesina. Todos figuras cotidianas que pasan a convertirse en símbolos concretos del continente africano gracias al talento de Morrison.
El making off de la campaña no fue fácil. Hubo que recorrer el país en auto en medio de un calor insoportable e ir proponiendo persona a persona si les interesaría participar. Al preguntarle si algún pequeño empresario le resultó especialmente conmovedor, Mollison no duda en nombrar a un vendedor de juguetes ambulante. Según él, "era verdaderamente impresionante la cantidad de muñecos que acarreaba. Lo divisamos en la carretera, le hicimos señas y luego de ganarnos su confianza accedió a que le tomáramos fotos. Era un hombre muy divertido, siempre sonriente, como buen comerciante callejero. No recuerdo bien su nombre, era muy complicado", recuerda riendo.
Mollison también relata que pese a estar un par de veces con el cantante Youssou N’Dour ("un ser humano increíble"), éste no estuvo todo el tiempo presente en el backstage de Africa Works porque, aunque quería venir más a menudo, "era mejor que no lo hiciera ya que es una estrella, un verdadero héroe nacional senegalés, entonces era mucho el alboroto a la hora de tomar las fotos", contó.
No se sabe si la iniciativa se repetirá en otros países africanos. "Sólo el tiempo lo dirá", dice, pero confía en que así sea. "Espero que sí, porque fue muy divertido y enriquecedor como ser humano y como fotógrafo", agrega. Con todo un pueblo agradecido y millones de personas concientizadas acerca de la situación de África en el mundo, el fotógrafo no está solo.