Paquito D´Rivera es uno de los músicos de jazz más virtuosos que conozco, con la precisión milimétrica de cada nota, la creatividad de pasearse desde el jazz tradicional, la rumba, el tango o la música clásica, pero con la alegría y liviandad de todo cubano. No recuerdo haberlo visto en vivo, pero lo sigo desde los tiempos de Irakere, más tarde su reunión con Arturo Sandoval, homenajes a su maestro Dizzy Gillespie, o en la maravilla de película Calle 54, de Fernando Trueba. La última creación de Paquito D´Rivera que recibí es un video de un concierto en colaboración con el pianista flamenco Chano Domínguez: imperdible. Toda esta introducción para destacar la maravilla de la música y mi gratitud por la belleza de las creaciones de estos artistas y muchos otros, pero en fin para rechazar la persecución de artistas en cualquier parte. Y así como nosotros tuvimos mártires de la talla de un Víctor Jara, es igual de repudiable que el gobierno de la revolución cubana persiga, encierre y obligue al exilio a sus artistas. Porque lo vivimos en Chile, mi gobierno debiera exigir a Cuba que permita partir al músico de jazz y ciudadano chileno Raúl Gutiérrez y a su esposa. Paquito aquí ha hecho varias travesuras propias de artista, desnudando el manejo “políticamente correcto” del embajador de Chile en la ONU y de nuestro gobierno. Aquí un artículo completo:
Paquito D’Rivera
se reencuentra con su hijo después de una separación de nueve años. © 1989 Acey
Harper/PEOPLE

Derechos humanos en Cuba

El caso del jazzista chileno que enturbia la invitación de Fidel Castro a Bachelet

emol. Paquito D’Rivera, el célebre músico cubano exiliado, encabeza la
campaña humanitaria que pretende que el gobierno chileno se atreva a
pedir la salida de la isla a la retenida mujer del saxofonista Raúl
Gutiérrez. La Cancillería le pide “discreción”, y D’Rivera revela su
sentida carta a la Mandataria.

En septiembre del 2006, durante un almuerzo en Nueva York ofrecido a la
Presidenta Bachelet por el embajador chileno ante las Naciones Unidas,
Heraldo Muñoz, el famoso jazzista cubano Paquito D’Rivera entregó una
carta privada a la Mandataria. Había tomado la causa del saxofonista
Raúl Gutiérrez, un colega chileno que se radicó en La Habana para tocar
música tropical, pero que al intentar regresar a su patria no pudo
hacerlo, ya que Cuba le negó la salida a su pareja durante seis años,
la enfermera Jacqueline Yrenia Casañas Delgado.

“Le dije a
Paquito que era la mejor oportunidad para contarle mi situación a la
Presidenta y rogarle que intercediera por mí ante las autoridades
cubanas -revela Gutiérrez en mail enviado a través de distintos
computadores desde La Habana-. Una vez que él le entregó la carta, me
dije, ‘solucionado el problema’… Pero hasta ahora el silencio es
total; jamás un comentario, alguna carta, alguna llamada. Mi mujer ya
no trabaja en el hospital, no es científica, no posee secretos de
Estado ni nada de eso, ¡tampoco es disidente política!”.

D’Rivera,
que había sufrido una experiencia aun más traumática, reconoce que no
es ningún diplomático. La Cancillería chilena consideró “insolente” su
carta a Bachelet y Muñoz pidió “discreción, porque los del gobierno
cubano son muy sensibles”. Desde Denver, donde asistía a la convención
demócrata, el embajador reconoció que, “en efecto, hablé con Paquito
sobre este tema; transmití la información a Chile, pero más no sé”.

En
abril de 2008, desilusionado por la falta de respuestas, el cubano
reiteró su carta a Bachelet, con la diferencia de que esta vez la haría
pública.

El problema toma un nuevo cariz porque el canciller
Alejandro Foxley confirmó que la Presidenta evalúa una invitación
oficial para que en febrero inaugure la Feria del Libro de La Habana.
Foxley explicó que al Gobierno le anima tener las mejores relaciones
con todos los países de la región sobre la base del respeto a la
diversidad política.

El miércoles, el popular y contestatario
rockero cubano Gorki Águila fue arrestado por la policía de La Habana
acusado del curioso delito de “peligrosidad predelictiva” y podría ser
encarcelado entre uno y cuatro años. Más de 150 artistas e
intelectuales, básicamente exiliados cubanos, solicitaron al cantautor
Pablo Milanés interceder por su libertad. Entre ellos figura Paquito
D’Rivera.

Ella tiene dos visas para Chile

El departamento
encargado de la Cancillería chilena ignoró las peticiones de
información sobre el estado de las relaciones con Cuba. Pero sí
respondió el embajador en La Habana, el socialista Jaime Tohá. Sostuvo
que “no es nuestra política involucrarnos en una situación migratoria
de una ciudadana cubana, ya que no están casados. Desconozco porqué no
ha obtenido autorización”.

No obstante, desde hace cinco años
Jacqueline tiene dos visas de turismo para ingresar al territorio
nacional. En enero de 2007, el cónsul chileno en Cuba, Cristián
Oschilewski, le entregó un certificado que acredita que “dichas visas
fueron aprobadas en virtud de su relación estable y permanente con el
ciudadano chileno (…) músico conocido, quien se ha relacionado
estrechamente con esta embajada desde hace muchos años en compañía de
su esposa, participando en múltiples actividades organizadas por ésta”.

La
embajada le da a ella el estatus de “pareja” y el consulado el de
“esposa”. Según Gutiérrez, “nuestra situación se hace más insostenible
cada día. Estoy tratando de desperfilar el miedo de mi mujer. Yo no
quería que esto se transformase en un escándalo público, ni quiero
exponer al embajador, ni menos a mi esposa, quien puede ser interpelada
por las autoridades. Sin embargo, estamos dispuestos a llegar hasta las
últimas consecuencias: estamos cansados de tener como respuesta el
silencio que considero un atropello a la dignidad de mi familia “.

Entre
las figuras de renombre de la cultura cubana que conocen la situación
de Gutiérrez se cuentan Omara Portuondo, Chucho Valdés, Amadito Valdés,
Sergio Vitier, Tata Guines. Hace un llamado: “Necesito que
personalidades de la cultura chilena, amigos, conocidos, periodistas,
amantes del jazz y de la música, en sus diversos géneros, se dirijan a
don Alejandro Foxley pidiéndole que interceda ante las autoridades
cubanas”.

El viernes viajó a México -sin ella- porque vive de dar conciertos allí con su orquesta, “Irazú”, y dar clases de jazz.

Dice
que “sólo una vez que con mi esposa estemos fuera nos sentiremos con la
libertad de ser directos y precisos como Paquito D’Rivera. Paquito es
una estrella; como yo soy sólo un músico con cierta trayectoria,
evidentemente mi posición es inferior y más vulnerable. Esto me hace
ser cauteloso. Pero Paquito tiene razón: el bombo y escándalo pueden
remover el estancamiento de esta situación”.

Ignora si podrá volver a Cuba.

La
Cancillería chilena consideró “insolente” la carta de D’Rivera, y
Heraldo Muñoz pidió “discreción, porque los del gobierno cubano son muy
sensibles”.

Desde hace cinco años Jacqueline Casañas tiene dos
visas de turismo para ingresar a territorio nacional. En enero de 2007,
el cónsul chileno en Cuba, Cristián Oschilewski, le entregó un
certificado que acredita que “dichas visas fueron aprobadas en virtud
de su relación estable y permanente con el ciudadano chileno Raúl
Gutiérrez, quien se ha relacionado estrechamente con esta embajada
desde hace muchos años en compañía de su esposa, participando en
múltiples actividades organizadas por ésta”.

Abril 25-08. Señora Presidenta:

A
continuación, reproduzco la carta que le entregué personalmente en
Nueva York, el día 20 de septiembre del 2006, en ocasión del almuerzo
en su honor, al que fui invitado por el señor embajador de Chile ante
las Naciones Unidas. Recuerdo hoy, aún con cierto estupor, cómo aquella
misma noche –supongo que en un lapsus mental– aseguró usted ante la
TV Nacional, que actualmente, TODOS los gobiernos de América habían
sido elegidos por voto popular. Pero regresando a lo que nos ocupa, en
todo este tiempo, ni yo ni el ciudadano chileno por quien pedíamos
intercediera usted ante la arbitrariedad de las autoridades cubanas,
hemos recibido respuesta alguna. Por ello me veo forzado a hacer esta
carta pública, esperando mejores y más rápidos resultados.

(…)
Durante 9 largos años, mi ex esposa y nuestro pequeño hijo permanecían
retenidos en Cuba en contra de nuestra voluntad y de los más
elementales derechos humanos (…) tenían todos sus documentos y visas
de entrada en regla (…) pero yo perdí mi matrimonio y la niñez de mi
hijo. Algo similar sucede ahora con Raúl Gutiérrez Villanueva, colega
mío y compatriota suyo, cuya compañera cubana, el gobierno de Castro
desautoriza arbitrariamente su salida del país. Yo no tengo el valor
para ignorar su tristeza, sin hacer al menos el intento por ayudarlo.
Si no está en sus manos la solución del problema, lo entenderé, y al
menos por mí no quedará; pero si puede usted hacer algo por su
coterráneo, yo dormiré más tranquilo y usted habrá hecho más feliz a un
músico chileno, además de haber cumplido con su deber como defensora de
los derechos de TODOS los chilenos.

Afectuosamente,

Paquito D’Rivera

Músico y escritor cubano exiliado.

Paquito D’Rivera:”La diplomacia chilena ha sido incompetente para defender a su ciudadano en Cuba”

-¿A qué se debe su interés en este caso?

-Me
considero amigo de Raúl Gutiérrez, excelente saxofonista de jazz y
música cubana. Su caso y el de su pareja me es muy familiar, pues
cuando pedí asilo político en Madrid en mayo del 1980, la temible
policía política llamó a mi esposa a sus tenebrosos cuarteles de Villa
Maristas para advertirle que jamás le permitirían salir de Cuba. Ella
perdió la fe y yo mi matrimonio y la niñez de nuestro hijo de cinco
años.

“Ella, aterrorizada, me pedía que no hiciera declaraciones
públicas, pero sólo gracias a un escándalo internacional que creé en
1989 logré sacarlos en dos semanas, tras casi 10 años de que les
retiraran el pasaporte en reiteradas ocasiones el día antes de las
salidas programadas. Un jueguito cruel, típico del sistema, que sirve
para atormentar a las víctimas e intimidar a los que observan”.

-¿Cuántas familias no pueden salir de Cuba?

-Desde
la prohibición del gobierno cubano a Celia Cruz de visitar a su madre
enferma de muerte en La Habana, los casos análogos abundan y se
multiplican. El caso más reciente y sonado es el de la doctora Hilda
Molina y su anciana y gravísimamente enferma madre, a quienes se les
impide reunirse con sus hijos y nietos, radicados en Buenos Aires.
Ella, como médico, también escribió una carta de petición de ayuda a su
colega Michelle Bachelet, cuya respuesta jamás llegó, que yo sepa.

“Son
las autoridades chilenas las que tienen el deber de reclamar los
derechos de un súbdito chileno; pero parece que los funcionarios de la
Presidenta Bachelet no quieren disgustar al barbudo y a sus sensitivos
secuaces. Por otra parte, los músicos chilenos, muy ocupados en la
música de Silvio Rodríguez, Víctor Jara y Pablo Milanés, no han dicho
ni pío del caso de su colega Raúl. Carmen Prieto canta boleros mientras
pasea a oscuras por las paupérrimas calles de La Habana. Después
regresa a Santiago, claro… Y Claudia Acuña me dice que ha tratado,
sin éxito, de comunicarse con la oficina presidencial.

-¿Qué conversaciones ha sostenido?

-Heraldo
Muñoz, embajador ante la ONU, es un amante de la música que asiste a
algunos de mis conciertos y amablemente me ha invitado a algunas
reuniones sociales en su elegante y nada socialista residencia de
Manhattan. En una de esas reuniones, compartía yo la mesa con el ex
Presidente Ricardo Lagos. Cada vez que comentaba sobre las barrabasadas
de Castro, Lagos se hacía el chivo loco y daba una disertación sobre
los viñedos de su país.

“Otra ocasión fue un almuerzo con la
recién estrenada Presidenta Bachelet, a quien, a pedido de Raúl
Gutiérrez, entregué personalmente una carta solicitando interceder por
la libertad de su compañera retenida contra su voluntad en Cuba. Con la
expresa intención de que la Presidenta no pudiera hacerse la tonta,
entregué una copia al embajador Muñoz. Sobra decir que jamás recibí
respuesta de ninguno de los dos. Cuando hice pública dicha carta, un
año y siete meses más tarde, durante una de aquellas veladas musicales,
Muñoz me pidió que tuviera discreción, pues ‘los cubanos son muy
sensitivos en estos casos’. No le contesté, porque la verdad es que
aquello me tomó por sorpresa. Al regresar a casa, me di cuenta de que
debí haberle sacado en cara que ellos jamás han tenido en consideración
las sensibilidades de Pinochet a la hora de denunciar sus
arbitrariedades. Más bien hacen hincapié en ellas. La representación
diplomática chilena en Cuba ha sido incompetente para defender a su
ciudadano. Parece que para no disturbar la sensibilidad que dice Muñoz”.

-¿Cómo explica todo esto?

-La
“Izquierda Caviar” siempre hizo oídos sordos a las atrocidades de
Lenin, Stalin, Mao, Ho Chi Minh y Ceausescu. Esta actitud del gobierno
socialista chileno no es más que una continuación de tan lamentable
política. Contradecir a los gringos parece ser la única meta, aunque
esto sea sobre la base de ignorar las infinitas desgracias de nuestra
gente.

-¿Qué dice de que la Presidenta vaya a la Feria del Libro de La Habana?

-Que
no se olvide de hablar de “Persona non grata”, de Jorge Edwards, y
sobre todo de la extraordinaria novela autobiográfica “Mis años verde
olivo”, del ilustre escritor chileno Roberto Ampuero. Ambos hablan de
la tenebrosa maquinaria policíaca cubana.

“La ‘Izquierda Caviar’
siempre hizo oídos sordos a las atrocidades de Lenin, Stalin, Mao, Ho
Chi Minh y Ceausescu. Esta actitud del gobierno socialista chileno no
es más que una continuación de tan lamentable política”, acusa D’Rivera.

“Los
músicos chilenos, muy ocupados en la música de Silvio Rodríguez, Víctor
Jara y Pablo Milanés, no han dicho ni pío del caso de su colega Raúl
(Gutiérrez). Carmen Prieto canta boleros mientras pasea a oscuras por
las paupérrimas calles de La Habana. Después regresa a Santiago,
claro…”