Aquí comparto el siguiente artículo aparecido en Diario Financiero de Aldo Signorelli acerca de la importancia de promover las tecnologías de información en el desarrollo de las Pymes:
Este año se materializará el Consejo para la Innovación y la Productividad, instancia que será esencial para lograr un aumento significativo en la inversión en I+D+i, lo que conlleva para el sector privado oportunidades y desafíos para aumentar su productividad y alcanzar niveles de competitividad que les permita afrontar los retos globales.
El desafío es innovar para cumplir las metas país, aumentar el crecimiento, consolidar a Chile como plataforma de inversiones, polo de innovación y ser más competitivos.
¿Cómo lograrlo? …
A través de la participación, compromiso y colaboración entre los distintos actores -públicos y privados- involucrados en este proceso. Los líderes públicos y privados deben generar confianza para impulsar la innovación.
También es esencial que la inversión privada en I+D+i aumente de forma considerable, para mejorar la productividad y competitividad de las empresas en el concierto global.
En 2006, el sector privado tendrá un rol esencial en el desarrollo de la innovación en la industria TIC y en las empresas de todos los rubros. Para nosotros como ACTI, es fundamental que grandes empresas del sector privado empleen los incentivos que estarán disponibles para la adopción de tecnologías, para lograr un efecto cascada que también beneficie a las Pymes. Es necesario que las empresas financien e impulsen sus propios proyectos de I+D+i. El desafío es movilizar a sus cadenas de Pymes proveedoras y distribuidoras al desarrollo en I+D+i, por ejemplo, a través de factura electrónica o de sistemas de trazabilidad.
Asimismo, esperamos que las nuevas autoridades de gobierno estén dispuestas a generar políticas públicas que ayuden a la inversión en I+D+i por parte del sector privado, y al fomento de la inversión en capital humano calificado.
Debe ser transversal a todas las actividades, y así apoyar también al sector privado. Por estas razones, 2006 traerá nuevos desafíos y una cargada agenda de trabajo para desarrollar con el nuevo gobierno, y así integrarlo a las tareas que la Asociación ha desarrollado con la Agenda Digital.
Las políticas destinadas a fortalecer nuestra industria y a fomentar la innovación en ella deben ser ágiles y contar con sistemas autónomos. Hoy en día, no existe una sola entidad coordinadora responsable de definir las orientaciones de las políticas públicas en tecnología e innovación. Además sería bueno contar con estímulos más directos a las empresas que se traduzcan en financiamiento adecuado para abordar proyectos según las necesidades de las empresas. El Estado debe enfocarse en fomentar un modelo de incentivos que beneficien áreas como la educación y capacitación que permitan desarrollar los recursos humanos necesarios para convertir al País en un Polo de Innovación.
También otros actores de gran importancia para incentivar la innovación son las asociaciones gremiales -como Sofofa-, las universidades y centros de investigación. Los gremios cumplen un papel relevante en la socialización y motivación para el uso de los incentivos. La velocidad de innovar no la determina una empresa, sino la acción de muchas, es por esto que el rol que cumplen las asociaciones gremiales como coordinador entre otros actores del sistema de innovación y dentro de sus mismas compañías asociadas es importante, al igual que el rol en la difusión y motivación de la innovación como elemento de valor. En tanto, las universidades y centros de estudio fundamentales para asegurar el impacto comercial de la innovación, pues es necesario que las empresas se involucren adecuadamente en sus proyectos, recibiendo y gestionando incentivos y asociándose a universidades y centros de investigación, financiándolas y demandándoles desarrollo de innovación productiva.
Por ahora, nuestro primer desafío como ACTI es renovar nuestro compromiso con el crecimiento del país, apostando por la innovación, para lo cual debemos trabajar en conjunto con los actores públicos y privados, para lograr índices internacionales y competitivos de inversión en innovación de nuestras grandes empresas, que redunde en un beneficio real para el crecimiento de Chile.