Hernán Pacheco fundó Orgánica Chile y así, discreto y sin mucho ruido, ha organizado un excelente encuentro de expertos internacionales, empresarios y voluntarios dedicados al cultivo, cuidado y defensa de la flora originaria con potencialidad medicinal e industrial. Hernán respira vocación política progresista por todos lados. Estudiante prisionero por varios años en Chile, exiliado en Europa, más tarde fundador en México de Le Monde Diplomatique en español. Sin embargo, tiene un estilo personal en las antípodas de los políticos que uno conoce. Es prudente, analítico, persistente, con una elegante discreción que le debe venir de su crianza viñamarina donde, al caminar entre nortes y ponientes aún hoy se respira esa delicadeza de pequeña ciudad señorial, sólo en Viña a uno se le puede ocurrir bajarse a la calle sin mirar a ambos lados. Bueno, después de dedicarse al comercio de exportaciones entre Asia y América Latina, con una sensibilidad especial por la cultura, el arte y la música, ahora ha creado una empresa que se dedica al cultivo y cuidado de la flora originaria andina, pero no sólo es una empresa de negocio, tiene un componente de compromiso social de creación de conciencia con el patrimonio y de investigación. Con gran inteligencia, la Universidad Nacional Arturo Prat de Iquique se embarcó a colaborar. Como alumno de los cursos de emprendimiento en Iquique Hernán fue más bien crítico y silencioso, pero al final entregó un testimonio y un reconocimiento de gran profundidad, que aún me emociona. Tampoco se excedió en promesas de futuro al terminar el curso, situación en que muchas personas con dificultad controlan la creatividad, pero finalmente ha realizado un trabajo excelente, que me llena de orgullo y gratitud. Saludos amigo, a usted y a su compañera Ana Cecilia Bascuñán.