El siguiente artículo acerca de las fuentes de financiamiento para las empresas emergentes de América Latina aparece en la versión electrónica de la revista AmericaEconomía:

AMERICAECONOMIA Dinero a mano

Con ayuda de multilaterales y alianzas público-privadas, América Latina busca sanear la falta de crédito para pymes.

Todo lo que necesitaba Idílio Frosi para ampliar su fábrica de repuestos para camiones, Vacform Ind de Peças Ltda., eran US$ 24.686. Con ese dinero, la pequeña autopartista del estado brasileño de Rio Grande do Sul podría aumentar el número de productos ofrecidos de nueve a 15. Pero las cuentas no le daban para reunir el capital necesario, y la posibilidad de pedir un préstamo se esfumó cuando advirtió que el valor de su maquinaria no alcanzaba para cubrir la garantía solicitada.

No obstante, tuvo suerte. En 2005 hubo alguien que se le ofreció como aval. Se trataba de la Asociación de Garantía de Crédito de Serra Gaúcha, conocida como AGC, una iniciativa público-privada en Brasil que reunió al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con instituciones de fomento de pequeñas empresas, municipalidades y la Asociación Industrial de Vicenza de la Región del Veneto, en Italia. ???Me dieron confianza, por lo que me inscribí???, dice Frosi, quien consiguió el préstamo, aumentó su línea de producción y vio crecer sus ventas en 70%, llegando a US$ 38.000 al mes. Los mayores ingresos no sólo le posibilitan pagar el préstamo. También le permitirán comprar maquinaria nueva para aumentar la capacidad en 115%.

La AGC es una esperanza para las pequeñas empresas brasileñas, que sufren con la escasez de créditos para sus inversiones. Según el informe ???Progreso económico y social en América Latina???, publicado por el BID este año, cerca de un 30% de las pequeñas empresas y más del 40% de las empresas medianas de Brasil señalan a la falta de financiamiento como un obstáculo importante. En América Latina, los porcentajes rondan un 27% y 41%, respectivamente. ???El problema número uno no es tanto la escasez de crédito, sino la falta de garantías para que las empresas ofrezcan como pago del préstamo???, dice Cenair Gomes da Silva, presidente de la AGC. Cuando termine la fase de captación, la AGC deberá tener US$ 6 millones para avalar préstamos en los municipios de Serra Gaúcha.

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En las empresas medianas, más que la falta de garantías, los problemas principales son la escasez y el costo del crédito. Mientras los bancos luchan ferozmente para ofrecer crédito a las grandes compañías, en el caso de las medianas son ellos los que dictan las reglas del juego. ???Empresas pequeñas y medianas pagan del 0,90% al 1,5% por encima del CDI (la tasa de intereses del mercado interbancario, actualmente en torno a un 19,7% al año), mientras las grandes consiguen crédito desde un 0,20% al 0,50%???, dice Álvaro Augusto Vidigal, director de Banco Paulista.

Pero esa situación ya comienza a cambiar en Brasil, donde las empresas de varios tamaños comienzan a tener un mayor acceso a alternativas de financiamiento bancario internacional, como fondos de recibibles (derechos crediticios), capital de riesgo (venture capital) y fondos de participaciones (private equity).

???Calculo que la securitización va a ocupar un espacio equivalente al sistema bancario en el financiamiento de las empresas de tamaño mediano en un horizonte de cinco a diez años???, dice Fernando de Marsillac Fontes, director de Petra – Personal Trader Corretora de Valores, en São Paulo. ??l resalta que, por el momento, el sector bancario aún representa más del 80% de la oferta de crédito para las empresas en Brasil.

En la operación de securitización, la compañía que realiza ventas a plazos para sus clientes transforma esos créditos a recibir en títulos, los empaqueta y transforma en un valor mobiliario que es vendido al mercado de capitales. Aunque la fama de esa empresa en el mercado interfiera en la viabilidad de la operación, la solidez y la pulverización de esos clientes que pagarán los recibibles técnicamente cuentan más para el riesgo del fondo que la calidad de crédito de la empresa que los originó.

Pero los Fidc (fondo de inversión en derechos crediticios) son el segmento que más crece actualmente en el mercado de capitales brasileño. En los últimos 12 meses, el patrimonio de los Fidc creció un 164%, a US $ 2.850 millones, superando por mucho la expansión de cualquier otro tipo de fondo, según datos de la Asociación Nacional de los Bancos de Inversión (Anbid). Aun así, todavía corresponden sólo a un 1,04% del patrimonio de la industria de fondos en Brasil.

Aunque todavía en un volumen reducido, las operaciones de securitización ya están haciendo competencia a los bancos medianos, que tradicionalmente trabajan con las empresas de tamaño medio. ???Eso es claro???, dice Marsillac. ???Ya me ha ocurrido que al sentarme con una empresa para montar un Fidc, de pronto los bancos con quienes ésta se relaciona le reducen los intereses y le aumentan la línea de crédito al empresario… Ya perdí negocios por eso???. Y los costos de las operaciones de securitización también vienen cayendo, conforme la industria gana escala y nuevos proveedores. ???En el comienzo, los fondos de recibibles estaban remunerando por encima de un 110% del CDI???, dice el director de Petra. ???Ahora, ya se ven operaciones bajo el 110%???.

DEPENDENCIA ETERNA

Las pequeñas empresas deben continuar dependiendo de los bancos y de los factorings, que, además de ofrecer crédito, prestan servicios en la administración de caja. ???La pequeña empresa nunca va a poder tener un sistema de cuentas a pagar y cuentas a recibir muy sofisticado???, dice Marsillac. ???Entonces, va a necesitar de un banco, va a necesitar de una empresa de factoring que contribuya con esa gestión???.

De hecho, incluso en Chile, donde los intereses interbancarios están en un 3,75% al año y hay mucho más crédito disponible que en Brasil, los servicios de factoring están en plena explosión, tanto en las empresas especializadas como en el propio sector bancario. ???En Chile, el crédito bancario a las pequeñas empresas pasó a ganar el interés de las instituciones privadas, sobre todo en los últimos años???, dice Jaime Orlando Pizarro Tapia, gerente de Pequeñas y Microempresas del chileno BancoEstado. Además de la estabilidad micro y macroeconómica del país, el ejecutivo atribuye el interés a la búsqueda de nuevos mercados. ???Tenemos en Chile cerca de 4.000 grandes empresas que, que con el bajo riesgo país, consiguen inclusive crédito internacional muchas veces asociadas a empresas extranjeras, y 12.000 medianas con buenos niveles de patrimonio, ventas y formalidad, que ya son bien atendidas por el mercado???, dice. ???Así, los bancos ahora están en busca de las 100.000 pequeñas empresas y 1 millón de micro (entre formales e informales) que necesitan de crédito???.

El BancoEstado es el principal agente de financiamiento para microempresas de Chile: tiene en su cartera un 50% del mercado atendido, con 150.000 clientes, y no pide garantías: las da. Es el responsable por la administración del Fogape, fondo de aval del gobierno para apoyo al crédito a pequeños empresarios, distribuido entre los bancos por medio de licitaciones. ???En 1999, el Fogape cerró el año con 1.500 operaciones hechas por tres bancos. En 2004, cerramos con 34.200 operaciones involucrando a 17 instituciones y créditos garantizados de cerca de US$ 500 millones???, cuenta Pizarro.

???Iniciativas como el Fogape son una herramienta importante para facilitar el financiamiento a las empresas que no tienen calificación, pero todavía son insuficientes para la demanda que tenemos???, analiza Rodrigo Tonda, gerente de pequeñas y medianas empresas de Santander Santiago, principal operador del Fogape en volumen de crédito, con un 25,6% del total. En 2004, el banco prestó a pequeñas empresas US$ 2.300 millones, de los cuales un 3% salieron del Fogape. Para Santander, la reformulación de su política de crédito y productos para incluir a los pequeños y medianos ya demuestra buenos resultados. ???El año pasado, crecimos más del 30% en ese segmento, contra un 18% en el área de crédito de las grandes empresas???, dice Tonda.

Ya en Brasil, los dos fondos estatales de aval existentes, el Funproger ???del Banco de Brasil??? y el FGPC ???administrado por el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social??? han sido reexaminados por el gobierno federal como parte del programa de recorte de los gastos públicos. Por eso, crece la importancia de iniciativas como la AGC, dice Maurício Borges Lemos, director del área de Operaciones Indirectas del BNDES. ???Las micro, pequeñas y medianas empresas son reconocidas como las grandes generadoras de empleos para las economías???, agrega.

También en México la ayuda a las pequeñas y medianas todavía llega a paso lento. De acuerdo con el estudio del BID, a principios de la actual década menos del 5% de los recursos de financiamiento de esas empresas provenía de bancos. ???Aunque represente un 45% del PIB mexicano, ese segmento fue completamente dejado de lado durante la crisis económica de 1995???, dice Luis Miguel Vilatela, director-general adjunto del segmento de Empresas del HSBC México. ???En esa época, las pequeñas que habían contraído préstamos a intereses bajos vieron subir esas tasas por encima de un 100%, y tuvieron que recurrir a préstamos con sus propios proveedores, que cobraban cerca de un 5% al mes???, recuerda Vilatela.

Algo semejante ocurrió en Brasil, donde las pequeñas y medianas empresas vieron secarse de pronto la oferta de crédito después de la quiebra del Banco Santos a fines de 2004. ???El efecto de ese corte repentino de liquidez es muy fuerte para las empresas que dependen del crédito bancario???, dice Vidigal, del Banco Paulista. ???Hoy las tasas finales de intereses para las empresas todavía están volviendo al nivel en que estaban antes de la quiebra del Banco Santos???.

CAPITAL ARRIESGADO

Por su potencial de generación de empleos, a pesar de las limitaciones fiscales los gobiernos buscan incentivar el emprendedorismo. En agosto, el BNDES lanzó el Programa de Participación en Fondos de Inversión que aplicará US$ 110 millones en fondos de capital de riesgo y participaciones con el objetivo de estimular inversiones privadas del orden de US$ 420 millones. Serán priorizados los fondos para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas emergentes que trabajen con innovaciones.

Con el dinero, el BNDES pretende estimular la formación de siete fondos destinados a empresas emergentes y dos fondos de participaciones. ???El fondo de participaciones es una alternativa para la mediana empresa, principalmente aquella que percibe que su negocio está dependiendo de una inyección de capital y de algún nivel de profesionalización, como en un escenario en que la empresa creció muy rápido con base en la calificación del empresario y en ese proceso de crecimiento rápido perdió un poco el rumbo de su organización???, dice Marsillac.

INNOVACI??N NECESARIA

Ya el capital de riesgo, que financia empresas emergentes, puede servir para empresarios de tamaño pequeño, siempre y cuando tengan un grado de innovación en su negocio. En Brasil, la Asociación Brasileña de Private Equity y Venture Capital (Abvcap) promueve anualmente una reunión donde los empresarios pueden presentar sus ideas a los inversionistas. Y el Ministerio de la Ciencia y Tecnología financia el principal programa de inversión en capital de riesgo, el Finep, cuyas contrataciones volvieron a crecer después de un período de restricción. En el primer semestre de este año, llegaron a US$ 116 millones, contra US$ 49 millones en todo el año 2004.

En México, el gobierno de Fox intenta revertir el horizonte gris de las pequeñas y medianas empresas con un amplio programa de garantías por medio de la Secretaría de Economía. Los recursos para aval son distribuidos a partir de una subasta. Los bancos privados interesados presentan su propuesta de tasa de interés y dicen cuánto pueden multiplicar el valor ofrecido en préstamo. Quien tenga la mejor oferta, se lleva la mayor parte del fondo estatal. Para 2005, la Secretaría espera que la iniciativa gestione préstamos de cerca de US$ 1.000 millones para alrededor de 55.000 empresas. El monto supera en tres veces lo de 2004. En los tres primeros años de la administración Fox, sólo dos bancos contaban con productos para pequeñas y medianas empresas, y éstos solicitaban garantías hipotecarias, de acuerdo a la Secretaría de Economía.

Actualmente, según el secretario de Economía Fernando Canales Clariond, casi todos los bancos poseen un producto para el segmento, y éstos redujeron significativamente la exigencia de garantías. ???En el HSBC decidimos comenzar con esquemas básicos de financiamiento al capital de giro???, dice Vitela. Son dos los productos ofrecidos por el banco, ambos lanzados en 2004: uno con límite máximo de crédito de US$ 10.000 y otra línea de hasta US$ 140.000, con intereses del 17% al 24% al año.

SECURITIZACI??N

Instrumentos del mercado de capitales como la securitización de recibibles o los Fondos de Inversión en Derechos Crediticios (Fidc) comienzan a desarrollarse en América Latina. En países desarrollados, ese mercado es tanto o más grande que el de crédito bancario, dice Marsillac Fontes, director de Petra – Personal Trader Corretora de Valores. En esa modalidad, el empresario monta una operación financiera para revender al mercado los pagos que tiene que percibir de sus clientes, recibiendo efectivo. Además de ser más barata que el crédito bancario, la securitización es una fuente de financiamiento más estable en caso de acabarse la liquidez debido a crisis financieras o bancarias.

Con cada vez más Fidc en el mercado, los costos vienen cayendo. Hace poco más de un año, la custodia costaba cerca de US$ 21.000 por mes. Pero la ganancia de escala con un número mayor de fondos montados ya hizo que este costo sea hoy de un 50% a un 70% menor. La operación ya es accesible para empresas medianas, con fondos de hasta US$ 4,2 millones.

FONDOS DE AVAL

Los fondos de aval son la salida ideal para pequeñas empresas que no poseen garantías para ofrecer en una operación tradicional de crédito bancario. Los gobiernos de América Latina mantienen fondos de aval, como el Fogape en Chile, el programa de subasta de aval de la Secretaría de Economía de México, y el Fampe, del Sebrae, el Funproger, del Banco de Brasil, y el FGPC, del BNDES, en Brasil. Pero esos fondos están siempre sujetos a las restricciones fiscales. Eso llevó a gobiernos y empresas a experimentar en Brasil con el fondo de aval público-privado, una alternativa promovida por el BID. El programa-piloto es la Asociación de Garantía de Crédito de Serra Gaúcha, cuyo presidente, Cenair Gomes da Silva, prevé captar US$ 6 millones.

Otro mecanismo para las pequeñas empresas es el de cooperativas de crédito, que ofrecen préstamos y servicios de gestión financiera equivalentes a los de los bancos y de los factorings. Los cooperados son los propios dueños de las entidades y absorben el riesgo de insolvencia de la iniciativa como un todo.

CAPITAL DE RIESGO Y FONDOS DE PARTICIPACIONES

El capital de riesgo es aquel que financia una idea. Grandes empresas de la informática nacieron con ese estímulo y revoluciones de la biotecnología suelen recibir esa inversión. El instrumento es apropiado para empresas pequeñas o medianas que tengan un cierto grado de innovación en sus negocios. Los fondos de participaciones invierten preferentemente en empresas medianas, con la compraventa de una tajada accionaria.

El brasileño BNDES acaba de anunciar una línea de US$ 110 millones para la creación de fondos de capital de riesgo y de participaciones en el país. El Ministerio de Ciencia y Tecnología también invierte en la innovación, por medio del Finep, con contrataciones de US$ 116 millones en el primer semestre de este año. En el sector privado, la Asociación Brasileña de Private Equity y Venture Capital (Abvcap) tiene 41 miembros efectivos, entre ellos, bancos de tamaño mediano y grande y fondos nacionales e internacionales especializados en ese tipo de inversión.