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Noticias Julio 1, 2008

Chile 2.0: fuerte debate sobre innovación

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* ¿Alguien sabe dónde encontrar la versión digital on line del libro sobre las tecnologías TiC en Chile: Chile 2.0? Parece que no hay tal. Lo busqué en los portales de la Fundación Chile y ni una noticia.

emol. Pablo Valenzuela objetó fuertemente cómo se maneja el tema. No habrá Ministerio de Ciencia y Tecnología, se anunció. “Yo creo que falló la Comisión Eyzaguirre en hacer un plan de largo plazo. No sabemos, leyendo este librito, qué es lo que va a pasar en ocho años más. Si no hay un plan a largo plazo, es muy difícil que nosotros cambiemos nuestra mentalidad”. Fuerte y claro habló Pablo Valenzuela, director de la Fundación Ciencia para la Vida, en el Seminario Innovación para la Competitividad, que presentaron ayer la Sofofa y la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad de Chile. Por Alexis Jéldrez

Y continuó: “Esto tiene que venir de la autoridad más alta del país. En los países en que se ha hecho la revolución tecnológica, el plan viene del Presidente de la República. Hemos tenido la intención de hacerlo, pero alguien lo hace por ahí, un grupito o un consejo, ¡qué sé yo! Pero la intención política que tiene la Presidenta Michelle Bachelet de distribuir, de arreglar la situación social de los desposeídos, se nota claramente”.

 

Valenzuela manifestó que, de la misma manera, era necesario que un futuro Presidente se la juegue por la innovación.

Tanto Valenzuela como Óscar Landerretche, director del Magíster en Políticas Públicas de la Universidad de Chile, destacaron que es necesario contar con un responsable.

Por lo demás, agregó, “estoy seguro de que va a cambiar esto en el próximo gobierno. Si en el próximo gobierno hay un cambio, ¿se figuran ustedes lo que va a pasar con esto?”, les preguntó Valenzuela a los empresarios que colmaban el auditorio de la Sofofa. “No creo que alcancemos a aprobar la ley”.

Eduardo Bitran, presidente del Consejo Nacional de Innovación, anunció que, definitivamente, no habrá un Ministerio de Ciencia y Tecnología. Existen los dos modelos, dijo Bitran: “Algunos tienen centralizado el tema en un ministerio, y otros tienen dos pilares. Nosotros nos inspiramos en países como Finlandia, que tiene un equivalente a Conicyt y un equivalente a Corfo. Nos pareció que tiene más que ver con nuestra historia reciente. Era muy disruptivo plantear la creación de un ministerio, y, además, se corría el riesgo de que el tema de la innovación perteneciera a un solo ministerio, y el resto de las instituciones se desentendiera de esto”.

Está en discusión un proyecto de ley para darle institucionalidad (tipo Banco Central) al Consejo de Innovación. A diferencia de Valenzuela, Bitran cree que se puede aprobar en un período bastante corto.

Chile 2.0

Anoche se presentó el libro “Chile 2.0: El desarrollo de tres sectores clave del país y el aporte de las TICs para lograrlo”, una iniciativa conjunta de Microsoft y Fundación Chile. “Queremos mostrar qué han hecho tres sectores productivos en materia de TICs e innovación”, señaló Óscar Guillermo Garretón, presidente de Fundación Chile. “La minería, el sector público y la agricultura son analizados por sus protagonistas, quienes comparten nuestra convicción de que se trata de áreas muy relevantes”.

Noticias Junio 28, 2008

Fernando Flores: “o cambiamos el switch o estamos fregados”

capital. Sin escatimar palabras, el senador Fernando Flores dice que si no abrimos la mente, si no rompemos las cadenas que nos tienen anclados a las viejas formas de producción de productos poco elaborados, el fantasma de la frustración y el fracaso que ya ronda en varios segmentos de la sociedad puede transformarse en un monstruo de mil cabezas. Al senador Fernando Flores los temas relacionados con innovación, competitividad y futuro lo apasionan bastante más que las escaramuzas que dan forma al día a día del mundillo político criollo. Es cosa de oírlo, de presenciar cómo se involucra cuando ese tema salta en alguna reunión, tertulia o sesión de trabajo, para ver dónde están enfocadas su cabeza y corazón. No por nada, una parte no menor de su biografía cuenta con capítulos donde dichos términos son protagónicos, calando hondo en el sello que tiene el parlamentario. por Roberto Sapag

Flores, miembro de la Comisión de Economía y de la comisión especial de Ciencia y Tecnología e Innovación, siguió con atención todo el revuelo que produjeron las palabras de Michael Porter tanto durante su visita al país, como luego con la entrevista que dio a Capital. Para él, este tipo de remezones son saludables (aunque puedan adolecer de cierta parcialidad), porque permiten sacudir a los líderes políticos y empresariales de la modorra. El senador recibió a Capital, analizó las palabras de Porter, pidió no matar al mensajero sino que valorar su mensaje y, por cierto, agregó mucho de su cosecha propia para dar forma a un diagnóstico integral de los retos que tiene el país en este campo.

Senador, hace pocos días el profesor Michael Porter nos tiró las orejas en vivo y en directo, porque el país se estaría quedando estancado en materia de competitividad y productividad. ¿Comparte ese diagnóstico?

En lo grueso estoy de acuerdo con Porter porque él dice que el país está perdiendo en competitividad, que equivale a decir que está declinando. Modestamente esto es algo que vengo diciendo desde hace varios años, porque ningún país que se base sólo en commodities, puede producir empleos de calidad en el largo plazo. Esto es fundamental, porque a mi juicio el problema de Chile no es únicamente de crecimiento, sino que ante todo es de la falta de empleos de calidad. Una cosa y la otra no se pueden separar, porque el tema del empleo y el de la competitividad no son distintos, no se pueden abordar en planos separados.

Por eso es importante que Porter nos dijera que sin productividad y sin vender nuevos productos, las cosas no andan. Sin embargo, hay algo en lo que estoy en desacuerdo. No basta con venir y decir ¡cómo es que no arreglan la educación! o ¡cómo hacen tal cosa en lo laboral! Ahí se metió en un área chica sin saber bien en qué se estaba metiendo. Oírlo me trajo a la memoria el caso de un grupo en Francia que ve que el país está declinando, una suerte de declinólogos. La crítica que se puede hacer a este tipo de críticas –valga la redundancia– es que no se hacen cargo de por dónde se tira el hilito para arreglar las cosas y que tienden siempre a ver a los gobernantes como ineptos. Y acá lo que ha pasado es que el país en su conjunto ha llegado atrasado.

¿Siempre hemos llegado atrasados o alguna vez supimos por dónde tirar el hilito?

Chile avanzó bastante en la fase de transformaciones del período Büchi-Foxley. Pero el problema es que nos quedamos ahí y el mundo cambia. El mundo 2010 es muy distinto al de 1987 y no se puede seguir operando sin meter en la ecuación a China, Brasil, Internet, la globalización y Al Qaeda, por mencionar algunos ingredientes. Todos ellos hacen de este otro mundo.

Y segundo, no se puede no considerar los impactos que está teniendo la revolución científico-tecnológica. Nuestra estrategia digital es pobre y las escuelas están rezagadas. Es cierto que este gobierno se ha comenzado a preocupar –y celebro el consejo de Innovación-, pero hemos avanzado muy lento. Nosotros mismos en el Senado tenemos una ley parada hace cinco años y estamos esperando el envío de indicaciones con señales muy contradictorias respecto de cuáles serán.

Okey, pero Porter le asigna una cuota no menor de responsabilidad a las empresas y los empresarios.

Pero claro, también hay (y eso lo dijo Porter) responsabilidad de los empresarios. Fíjese que siempre he dicho que las empresas exitosas perpetúan los ciclos, lo que las lleva a no reinventarse y olvidar que los ciclos cambian, que el mundo cambia. Ahí están los casos de IBM y Xerox. Es la maldición de quedarse en el pasado. Y eso no es para nada sano, porque los cambios de las nuevas industrias parten de lo marginal, de lo anómalo que empieza chico y que de repente se mete en el mapa.

Porter dice que es raro lo que pasa en la cabeza del chileno, que se queda como esperando que le pavimenten el camino. Y agrega que en Estados Unidos a nadie se le cruza por la cabeza esperar a que el Estado le aplane la cancha, que allá ven la oportunidad, el espacio, y van por el trofeo.

Cuando estuve en Silicon Valley, me topé con todo un mundo. Un mundo donde el riesgo se toma, en donde la reputación no se arruina con un fracaso, donde los networking son amplios, multiculturales. Es un mundo donde están los mejores. Es como el Real Madrid.

En cambio, este es un país muy legalista. Pocas naciones en el mundo tienen esa mentalidad y es algo que viene de nuestros orígenes históricos. Muchas leyes que no se justifican, mucho afán de vigilancia, algo que puede tener que ver con una clase política que no entiende la velocidad con que se producen los cambios. Por eso gente como Porter es importante y ojalá puedan venir más seguido. En Estados Unidos esto no ocurre porque en ese país el presidente, salvo en defensa, es irrelevante. Pero ojo, que no estoy diciendo que los gringos saben para dónde va su país, menos porque el mundo vive una suerte de caos caleidoscópico, pero sí digo que tienen otras virtudes.

¿Y encarar este reto requiere un cambio de mentalidad?

Hablar de cambios de mentalidad sin cambios institucionales no creo que sea posible. Ahora bien, es cierto que cuando hay capital hay cabezas, pero hay que hacerse cargo de un cuello de botella que tiene que ver con aceptar que el surgimiento de lo nuevo no nace en grande, nace en los silicon valleys. Ese cruce de mentalidad e institucionalidad no lo veo presente en Chile y tenemos que conectarnos con las “conversaciones” que inventan mundos nuevos y no con las que administran lo que ya está. Ese no darse cuenta, no conectarse, le ocurrió a Detroit, que da pena, que es como un mundo en decadencia.

¿Entonces?

Entonces, si no hacemos prácticas marginales, si no traemos gente nueva, empresas que van para arriba como las de India para que vengan a montar acá plataformas, si no traemos empresas de tecnología… estamos mal. ¿Están las escuelas de ingeniería adaptadas para esto? No. Estamos produciendo ingenieros caros que se toman ocho años en salir al mercado, mientras ellos, los indios, los producen en cuatro. Los médicos son caros. En fin, lo que veo es que estamos dimensionados para la década de los 80 y no para el 2010.

Fíjese que yo juego un juego que se llama World of Warcraft que tiene más de ¡10 millones! de jugadores. Es decir, esa es una compañía capaz de manejar ese volumen de personas y acá ni nos hemos enterado. Los administradores de ese juego saben más de políticas públicas que muchos políticos en Chile. Y lo terrible es que estamos acostumbrados a ver estas cosas como novedades que llegan y no como cosas en las que podríamos participar como autores.

¿Por dónde partir?

Porter lo dice muy bien. Más que en ciencia y tecnología, porque ahí vamos a llegar muy tarde, donde hay que apostar es al mundo de los servicios. Ahí podemos usar la red. India nos ha demostrado que se puede tener profesionales desarrollados con relativamente poca inversión para irrumpir en esa área. Ahí también nos faltan empresarios con visión.

Pero el capital no es tonto y si ahí hay rentabilidad, los empresarios debieran llegar solos. ¿Por qué faltan empresarios, entonces?

Porque aún no cambian el switch. Si hoy alguien quiere hacer una empresa, lo primero que se le viene a la cabeza es hacer su edificio corporativo. Todo tiene que tocarse. Pero hoy los negocios son virtuales, y entonces las preguntas que hay que hacerse para lanzarse a este mundo de los servicios no es dónde pongo mi edificio, sino que en cuántas capitales voy a estar, con qué socios voy a trabajar.

¿Tiene ejemplos claros que hagan tangible ese cambio de switch?

Te doy dos. El vino. El vino pasado cierto nivel de precios ya no es vino… es cuento. El vino está comunicado con el estilo de un país, sobre sus prácticas mediterráneas. Si se acuña eso, se puede crear una industria interesante. Fíjese que yo noto que en esta área ya hay un cambio. Antes encontrar un vino premium era complicado y ahora es cada vez más común ver gente dispuesta a pagar sobre 100 dólares por una botella. Eso está en progreso y así uno puede perfectamente imaginar a la industria del vino conectándose con la industria del cine y con otras áreas de servicios que le ayuden a producir cuento, como el arte y la cultura. A lo mejor Claudio Bravo es más importante para ese sector que un tema de bodegas.

Lo mismo ocurre, por ejemplo, con Don Francisco, que tiene su base dentro del público latino de clase baja en Estados Unidos y que sin embargo podría ser un tremendo conector de la identidad chilena con ese mercado que es inmenso. Esa gente no va a tomar estos vinos premium de que hablo, pero sí puede consumir otros productos.

Ya veo.

Ahora la cosa es el valor agregado. Si haces sólo productos básicos, con poco procesamiento, estás fregado y puedes llevar al país a una revolución social o algo parecido. Es cosa de ver lo que está pasando en Chile. Mucha gente se siente frustrada y fracasada. Hay que dar forma a una nueva clase media, a una nueva base de empresas a lo largo del país. Con esto no me refiero a que haya que tener nuevos bancos de Talca o de Concepción o ferreteros o farmacéuticos de barrio. Eso se acabó y no va a retornar. Hay que mirar en otras direcciones. Mira la industria alimentaria. Ahí hay un campo que está abierto y que es a otro nivel. Abordar eso requiere una nueva mentalidad, pero también un trabajador distinto, otros estándares de excelencia e impecabilidad. La energía también es un foco posible de abordar, aunque ahora hacerlo sea más caro. Por necesidad y condiciones debiéramos meternos en eso. El turismo es otro caso. Es cosa de ver cómo Chile se ha hecho un espacio en el mundo a pesar de que se ha invertido poco. Hay que estar atentos y tener claro que de nada sirve llegar tarde. Hay que estar a la partida de estos procesos, ser de los primeros.

Y añade con entusiasmo:

Pero lo primero es que el país se trague el sapo de que estamos declinando. Hay que asumirlo y decirlo con esperanza, no con pánico o rechazo, o con ganas de matar al mensajero. Lo primero es darse cuenta.

En la práctica, ¿qué se puede hacer ya para encarar mejor esas oportunidades y ese futuro?

No sé si sea del caso dar recetas prácticas, pero igual le menciono algunas: debiéramos por ejemplo hacer convenios de tercera generación con otros países para ser socios en la inversión del futuro. Por ejemplo, Australia y Nueva Zelanda están teniendo problemas de transporte y logísticos de la misma naturaleza, porque al igual que nosotros están lejos de los mercados y tienen los mismos ciclos estacionales. Lo que haría con ellos es integrar doctorados y haría investigaciones de largo plazo para el tema de las zonas desérticas u otras que tengan dinámicas y problemas comunes.

También, como en volumen no podemos competir con Asia y estados Unidos, tenemos que unir fuerzas y podríamos financiar investigación en conjunto y luego compartir las patentes.

Ah… y tenemos que mandar gente afuera. Que vayan tres empresarios a Shanghai no basta, tenemos que tener 5.000 jóvenes recorriendo Asia, porque afuera está el mundo del futuro. Hagamos convenios más ambiciosos, porque que vayan a hacer doctorados no es que esté mal, pero lo que necesitamos es circulación de cerebros y no que se empocen.

Es muy razonable lo que dice, ¿pero sabe?… Parece que el chileno como que no cree en ese cuento, como que le gusta estar en su isla.

Puede ser, pero eso no es aceptable. Si algún dirigente político o cabeza empresarial ve las cosas así, mejor que se busque refugio fuera de Chile, porque va a quedar una embarrada grande. Le concedo algo: es cierto que nos tira el quedarnos acá, en nuestro metro cuadrado. Sin embargo, si nos quedamos pegados creyendo que todo pasa por las ingenierías comerciales o industriales, o las abogacías, estaremos creando una bomba de tiempo de esas que Dios te pille confesado.

Pero es innegable que estamos lejos, que somos un mercado chico y todas esas cosas que a veces desaniman a los empresarios.

Okey, pero no metamos a un gran empresario y a la señora Juanita en un mismo saco. O sea, los grupos empresariales tienen que saber ver más allá. No le echemos la culpa a la señora Juanita de los problemas de los grupos empresariales. La gente que se educó en el Grange, en el Saint George y el San Ignacio tiene que tomarse en serio el privilegio de haber sido educados en los mejores colegios del país. Tienen el deber de tener interés en crear corporaciones público privadas que se hagan cargo de los temas de educación, de la salud y que compartan los resultados generosamente con el resto de los chilenos… Excelencia y generosidad.

Noticias Junio 11, 2008

Empresas: gestión en la cultura Web 2.0

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Para acercarse al fenómeno de la web social en empresas y las oportunidades que ofrece es necesario tener dos consideraciones iniciales:

1). La web social es un cambio que ya ocurre en muchas empresas consolidadas en el mundo, con aplicaciones para sus clientes, para los proveedores y para los empleados.

2). Desarrollar una web social en la empresa es un cambio cultural más que en una aplicación de tecnología, porque implica aprender a confiar y ceder poder de las autoridades centrales de las empresas y aprender a colaborar entre pares, poner foco, orientar, pero el control y la organización se la dan los grupos a sí mismos.

Dresdner Kleinwort (DKW), respondió con wikis a la excesiva utilización del email, transformado en un verdadero spam laboral (un empleado de las Fortune 1000 gasta 4 horas diarias en el buzón y sólo el 20% de los emails son útiles), partiendo en el área informática hasta masificarlo en toda la empresa, acelerando la ejecución de proyectos. En 6 meses se habían superado la utilización de toda red de DKW y en 2005 tenía 2000 páginas con el 25% de los empleados utilizándolas. Los usuarios disminuyeron en 75% el uso de email y toda la compañía redujo en un 50% el tiempo utilizado en reuniones.

Socialtext, es una empresa que desarrolla e inserta tecnologías de colaboración en clave bottom-up, tiene 400 clientes y 30 de ellos son parte del Fortune 500. Socialtex tiene 10 empleados en plantilla, no gasta en marketing, combina Soacilatext, Skype y FreeConference para operar. Ross Mayfield, fundador de Socialtext plantea que las herramientas sociales responden a la dificultad de colaborar en las compañías. Evita la rigidez de los procesos centralizados y el exceso de emails, reproduciendo la libertad de conversar informalmente de problemas y encontrarles soluciones, pero asegura que queden registradas y se instituyan en la empresa. El estilo colaborativo ayuda a que los equipos pongan en práctica soluciones rápidas, con soluciones en estado de mejora permanente (versiones “Beta”) y descubre la capacidad de los grupo para colaborar y autoorganizarse.

 

Geek Squad, división de Best Buy, de servicios mantenimiento informático a empresas y particulares, vende USD 1000 millones anuales y mantiene conectados a sus 12.000 agentes operativos a través de herramientas sociales para innovar, aprender de nuevos productos, gestionar proyectos, intercambiar prácticas de venta. La práctica de red partió de la afición masiva de los empleados al juego multijugador en internet Battlefield, donde al mismo tiempo conversanban del negocio, resultados e innovaciones. Best Buy comenzó a desarrollar productos con marca Geek Squad, a partir de la creación colectiva, utilizando wikis para rescatar el conocimiento directo de los clientes que tienen los agentes. A los 2 meses de trabajo, los agentes desarrollaron un pendrive que ganó un premio de ingeniería en Alemania (la novedad era no tener tapa y servir de llavero). Con los wikis desarrollaron “el foro de liderazgo en la venta al público”, para apoyar la estrategia de centralidad del cliente, recolectando el conocimiento directo del cliente. Los agentes influyeron efectivamente en el diseño de la estrategia. Como valor adicional, la motivación por participar y mejorar, comenzó a desarrollar un sentimiento de identidad y orgullo por trabajar en la empresa, con la atracción de los mejores talentos de la industria.

 

En Xerox, Sophie Vandebroek Directora General de Tecnologías, utiliza wiki para definir colaborativamente la estrategia tecnológica de la empresa, abriendo la conversación a todo el equipo de I+D. Reconoce que ha tenido mejor respuesta entre los integrantes más jóvenes de Xerox. En su opinión, estas herramientas exigen a los usuarios compartir el control y eso termina creando confianza.

 

Tantek Celik, director tecnológico de Technorati, utiliza wikis para toda su gestión. En su experiencia, reparten la carga de los proyectos y evitan que un gestor se convierta en cuello de botella. Proyecta que en 2010 utilizar herramientas sociales será una aptitud laboral imprescindible.

 

IBM, durante 2006, creó Innovation Jam y convocó a una lluvia de idea a 100 mil empleados, socios y clientes de 160 países a discutir en línea, surgiendo innovaciones valiosas incluyendo medicina y medio ambiente. Sam Palmisano asignó USD 100 millones para desarrollar las mejores ideas. IBM anima a sus 320 mil empleados a publicar blogs y podcasts, para que sean los mismos expertos que promocionen los productos. Hay 15 mil empleados con blogs y 2.000 publican regularmente sus ideas a nivel externo.

 

Los empleados de Google pueden destinar el 20 % de su tiempo a trabajar en lo que quieran, produciendo propuestas que son votadas en la web interna y por comités de pares y directores. Eric Schmidt, presidente de Google, declara que casi todas las innovaciones actuales de la compañía provienen de ese 20 %. La red social Orkut es un ejemplo.

 

Hewlett-Packard, Eli Lilly, Siemens y Microsoft, crearon mercados de predicción internos, para prever ventas, identificar clientes potenciales, tendencias y tecnologías emergentes, a través de la transacción de acciones o participaciones virtuales. Kay-Yut Chen, jefe científico de HP, declaró que las predicciones internas ofrecieron mejor rendimiento en 6 de 8 casos. Algunas de estas compañías utilizan mercados internos para asignar recursos de I+D. Esto permite ir modulando la valoración de un proyecto mientras madura. En HP se utilizan los mercados internos para distribuir recursos compartidos como capacidad informática y hasta salas de reuniones.

 

En Sun Microsystems, su residente Jonathan Schwartz, tiene un blog como una forma de comunicarse con los equipos en una forma más amigable que el email. Así, ayuda a que los empleados entiendan los propósitos de las estrategias y decisiones de los ejecutivos. Está promoviendo que todos los empleados tengan blogs, con el fin de aumentar la participación y la transparencia, y así acelerar el cambio en la empresa, promover que todos rindan cuenta y promover el diálogo con sus clientes. Hace que mucha gente se integre al ecosistema de Sun, al diluir los límites de la empresa y el mercado. Vigila personalmente que todos los ejecutivos lean los blogs y se hagan cargo de los problemas allí planteados.

 

Ejemplos tomados de wikinomics, LongTail, Wired, Web20 Ahora, Mi-del.icio.us

 

Noticias Junio 5, 2008

Cómo crecer sin estrategia comercial, educativa ni energética

“No hay estrategia comercial, ni educativa ni energética, ¡cómo seguiremos creciendo!”

lasegunda. El senador y presidente de ChilePrimero, Fernando Flores, está preocupado. Y no precisamente por las próximas elecciones municipales y si su partido apoyará una candidatura comunista o, finalmente, irá en pacto con la Alianza. Tampoco le inquieta el desenlace que tendrá para la Concertación la controvertida apuesta de presentarse dividida en dos listas a los comicios de Octubre. Aunque piensa que “Pepe Auth se olvidó que es presidente de partido y todavía cree que es experto electoral. Así no ganará la voluntad política del país y producirá contradicciones”. Flores afirma que su mayor esfuerzo está, hoy, puesto en encontrar la mejor manera para que el país “enmiende el camino” y contribuir a que “entre en el centro del debate nacional, el cómo el país debe crecer más. Es la única manera de dibujar el futuro”.

Y en este esfuerzo ha encontrado varios aliados que ponen el mismo tema sobre el tapete: los magros resultados de Chile en todos los últimos índices de competitividad. Realidad que se ha visto más recientemente potenciada con la venida del “gurú” norteamericando del management, Michael Porter.

“Al igual que Porter, no veo qué es lo nuevo que estamos vendiendo como país, o dónde está la producción de nuevos empleos”, dice inquieto. Continúa: “la productividad está estancada, no tenemos un plan basado en producir valor agregado ni posicionamiento único del país”.

A juicio de Flores, el verdadero talón de Aquiles radica en la falta de una estrategia. “Tenemos que dejar de hablar netamente de innovación como un concepto vago. A este país le falta una estrategia comercial y de desarrollo definida”, agrega convencido.

– Sin embargo, el Consejo de Innovación entregó precisamente una estrategia a la Presidenta Bachelet…

“No tenemos nada de eso, tenemos puras ilusiones. Lo que existe es una comisión privada, formada por ciertas personalidades, que ha hecho un informe, pero que no ha sido socializado en el país. El país entero debiera estar discutiéndolo y hablando de esto, pero no han sabido poner el debate en la agenda”.

– Se supone que están en eso y que la “socialización” de la estrategia es el objetivo de este “segundo tiempo” del consejo que ahora encabeza Eduardo Bitrán.

“No nos sirve un Consejo de Innovación que elabora documentos secretos. Puede que lo que digan se transforme en una estrategia, pero por el momento es nada, no está en el presupuesto de la Nación, ni en el centro del debate de los partidos políticos, ni los empresarios lo discuten. Lo que más uno podría decir respecto a ese consejo y con oídos simpáticos, sería ¡qué bueno que eso esté empezando a pasar! Pero eso es insuficiente”.

UN PLAN COMERCIAL MÁS QUE ESTRATEGIA DE INNOVACIÓN

– Volviendo a Porter, él sugirió una política de clusters, que es precisamente lo que recomendó hacer el Consejo de Innovación…

“La política de clusters, por definición, está basada en lo que ya somos relativamente buenos, y desgraciadamente esos son los recursos naturales. Pero lo que el consejo no tomó en cuenta es que existe una subindustria incipiente que se llama la matriz productiva de las grandes revoluciones tecnológicas y que son los 2 tsunamis: informática, biotecnología y nanotecnología.

Ellos no nacen de la tradición del país y tenemos que poner piezas fundamentales en esos sectores, porque si no quedaremos out y eso afectará a los recursos naturales. Los clusters no nos sirven para eso y una estrategia a largo plazo no puede obviar eso”.

– ¿Qué propone usted concretamente?

“No es mi rol proponer algo en concreto ni el de nadie en particular. Es de todos y yo quiero participar en la elaboración de una propuesta. Pero ¡tomemos este tema en serio! No está en la agenda de las próximas elecciones ni en lo que se discute y debiera estar, ¡si es el problema principal del país!

Estamos hablando del futuro de Chile y no hay estrategia comercial, ni educativa, ni energética, ¡cómo seguiremos creciendo!”

– ¿Y cuál es, a su juicio, la diferencia entre una estrategia de innovación y un plan comercial?

“Una estrategia de innovación es a muy largo plazo, mientras que un plan comercial es para los próximos años, que es lo que Chile necesita. Chile está declinando y la única forma de arreglar los salarios es que mejore la productividad. Pero estamos errando en la estrategia, que obviamente tiene que ser a través de productos innovadores que produzcan ofertas únicas, pero es un error pensar que la innovación por sí misma la dará.

Si los empresarios y todo el país no se unen, podemos tener todos los científicos del mundo y pasar todos los cursos de innovación, pero no llegaremos a ninguna parte. Tenemos que captar que el mundo hoy está tan globalizado, interconectado y multidisciplinario, que para casi todos los negocios son necesarios diseñadores, cuentistas, novelistas, muy parecido al mundo antiguo, donde la arquitectura y el arte traspasaban todas las disciplinas. Y eso es innovación, pero no lo veo en ninguna parte”.

– ¿A quién le corresponde esta responsabilidad?

“Insisto, el problema es de la estrategia y este es un problema de la élite chilena público-privada, que no se arregla con leyes, ni con plata del Estado ni con dos proyectos industriales. Se requiere de los esfuerzos de un país entero, pero necesitamos convencernos que tenemos que dejar de hablar de pelotudeces y empezar a poner en la agenda los temas que importan.

Reconozco que en la sala del Senado nunca hemos dicho que el problema del Consejo de Innovación no es si vamos a dar más fondos por aquí o por acá, sino que es de la estrategia. Es hora que actuemos con más responsabilidad”.

¿MÁS DOCTORADOS?

– ¿Por qué no ha utilizado la tribuna del Senado para hacer este planteamiento, o para hacer este crudo diagnóstico?

“Quizás no lo habia dicho tan enérgicamente, porque era muy distinto estar creciendo al 5% que como ahora, al 4%. Además, cuando se ven los precios del petróleo y la cosa energética que también está complicada, y la educación, y es así, este debate empieza a ser esencial.

Hay que promover una cultura de la innovación y cambiar bruscamente la mentalidad de los chilenos, si no ninguna idea, por buena que sea, funcionará. Tenemos que tener referentes como el señor (Horst) Paulmann, por ejemplo, que no estudió nada, pero es un innovador del retail porque creó una empresa que desplazó a gigantes. El no es experto ni en ciencia ni en tecnología”.

– ¿Quiere decir, entonces, que no servirá aumentar el número de doctorados y científicos en el país, como se está haciendo?

“Eso está muy bien, nos dará una base, pero no puede ser el eje central de una política. Eso es para los próximos 20 años, pero ahora qué: necesitamos una estrategia comercial y de desarrollo. Necesitamos tener y crear conciencia que Chile lo necesita y no quedarnos entrampados, como de hecho sucedió en el Parlamento, con que si le agregamos o no la palabra “competitividad” al Consejo de Innovación. Eso demuestra que algo malo está pasando en el país, porque todos sabemos que hoy en día mientras más competitivos somos, mejor para todos”.

– ¿Está de acuerdo con la conducción económica del gobierno frente a esta encrucijada competitiva? ¿no está dividida también como las dos “almas” de la Concertación?

“Tanto (Andrés) Velasco como (Osvaldo) Andrade andan perdidos respecto al futuro del país. Discuten cosas de énfasis y acentos, pero no hay una estrategia de desarrollo que incluya alianzas público-privadas. Gobiernan para los chilenos de hoy y se olvidan de los del mañana, que también serán chilenos”