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Noticias Marzo 5, 2010

¿Es posible tener una carrera exitosa y con calidad de vida?

Una nueva ansiedad se ha agregado a nuestra vida: debo ser muy exitoso en el trabajo, pero además vivir con calidad de vida, que quiere decir vivir sin agobio, en ambientes amigables y con espacio para dedicarme a la familia, los afectos y a mi mismo: deporte, hobbies, desarrollo espiritual. Sin embargo, en la práctica muchos no logran satisfacer sus aspiraciones profesionales, y casi nadie siente que vive con calidad de vida. Peor son los casos que oponen logros versus calidad de vida: terminan sin unos ni otra.

Te propongo 8 estados o actitudes que con frecuencia escucho en mi trabajo de consultoría y coaching, con el fin de reflexionar y reconocer alguno en que te sientas más cercano. Más adelante te propongo algunas estrategias para superarlos. Los perfiles están exagerados, llevados al extremos, no para caricaturizar, sino que para hacerlos reconocibles. Además, todos ellos siempre son combinaciones, no se encuentran en estado puro. Prefiero dejar los más negativos, para hacerse cargo de las urgencias.

1. Amor resignado: Muchas personas, como en el amor, viven soñando o buscando el trabajo ideal con el cual se sentirían realizados, otras ya no esperan nada o a lo más esperan cada día a que lleguen las 6 de la tarde para hacer lo que realmente les gusta. Se encuentran también las que se concentran en sus tareas específicas, no preguntan ni atienden a nada más que su metro cuadrado y consideran impropio dedicar algún esfuerzo a hacer relaciones al interior de la empresa. Por eso debieran ser remuneradas y valoradas, en su creencia.

2. Desinformado: Cercano a este, está el que siente que siempre hay información que le es negada, que debe tomar decisiones sin conocimiento, que ocurren cosas que nadie le informa, que rondan amenazas seguras que desconoce y que otros disfrutan de oportunidades que nadie le comparte.

3. Estudiante Eterno: Encontramos también a quienes viven en permanente búsqueda de oportunidades a partir de acumular certificados y grados académicos. La mayor de las veces, otra frustración.

4. Traguilla: Hay quienes viven el trabajo como un pesquero industrial, ávidas por capturar la oportunidad que se mueva, atentas a cualquier indicio de cambio en la empresa, proponiéndose para todos los trabajo, ya verá como los cumple, y algún que otro empujón para salir en la foto.

5. Activista Mártir: sobre todo en ciertas áreas de las empresas y en ciertas épocas, para muchos el trabajo es una verdadera tormenta, un huracán de tareas, urgencias, exigencias, traspiés, resbalones, injusticias, donde todo es para ayer, casi todo se hace dos o más veces, o no era lo que te pedí, o era más prioritario que importante, pero si te lo dije, o no pregunte tanto y apúrese. Ciclos permanentes de urgencia, confusión, agobio, cansancio, sobretrabajo, reprocesos y a nadie le importa. En suma, el presente lleno de trabajo, los esfuerzos pasados desconocidos u olvidados, inútiles. Del futuro, nada bueno, más de lo mismo o la amenaza de cambios y terminar en la calle.

6. Incómodo en el Organigrama: casi todos sufren jefes que conversan poco o nada, que nos les escuchan, no los entienden ni les explican los porqué de nada, viven en permanente crisis, siempre listos a exigir sacrificios, modificar su trabajo y olvidar algún reconocimiento. Pero al mismo tiempo, si tienen subalternos, su sufrimiento es un personal desganado, con poca iniciativa, de crítica fácil, demasiado dado a la explicación y al conflicto en todas direcciones.

7. Inestable: vive el trabajo en un permanente temor al desempleo (muchas veces confirmado), con trabajos por períodos cortos, con objetivos e indicadores poco difusos. Muchas veces no tiene claro el plazo contratado, sus honorarios ni sus jefes. Los trabajos los vive casi como favores de algún amigo. El entusiasmo se le ha ido debilitando, a partir de innumerables experiencias de desilusión, de darlo todo y no recibir reconocimiento.

8. Aburrido del éxito: por alguna razón que no comprende, siempre le ha sido fácil la aceptación y el éxito, desde el colegio. Siempre con liderazgo, muchas amistades y el beneplácito de cualquiera con autoridad en su entorno. En el trabajo lo mismo. Con un cargo desde muy joven, buenos ingresos, buen trato y ofertas periódicas. Pero algo anda mal, la pasión se desvanece, el interés disminuye. Si no fuera por el dinero, quizás estaría en otro lugar, una playa, un centro espiritual, África o las calles de Bombay.

Bueno, y de calidad de vida, mejor todavía no hablemos. Es que así quién puede disfrutar el trabajo. Si los logros son visibles, la satisfacciones humanas son demasiado pocas. Pero, muchas veces ni logros ni satisfacciones alcanzan.

¿Seguimos? ¿Se puede hacer algo? ?¡Por supuesto!

Sí, se puede hacer algo, pero sólo si tienes la disponibilidad a cambiar, pero cambiar tú y no esperar a que otros cambien para sentirte satisfecho.

Francamente, aunque suene abusivo, la mayoría de estas insatisfacciones las inventaste en tu propia cabeza. Parten como una verdadera fantasía pero terminan haciéndose realidad en tus conversaciones, relaciones y emociones. Ya lo explicaré, pero partamos por tu apertura a aceptar que eres tú quien puede estar causando la mayoría de estas insatisfacciones, y que lo importante es cambiar.

Una sola prueba de esto, es reconocer que no es por suerte ni por trampa que a otras personas no les ocurre todo lo relatado. Conocemos personas que logran vivir con satisfacción sus logros y su vida profesional. Pero los descartamos como casos aislados, de suerte, privilegios, trampa, o personas insensibles que no se inmutan de lo que realmente ocurre.

Cambiar de creencias, pero no solamente

Estamos en el centro de un remolino creado por dos fuertes corrientes, la de la tradición en que nos educamos (aspiración al orden, claridad, estabilidad, aplicación de conocimientos) y la corriente de la globalización y las tecnologías que todo lo acelera, complejiza, hace más incierto, confuso.

Una de las fuentes principales de insatisfacción y fracasos en el trabajo es que la estrategia burocrática y tecnocrática para desarrollar la carrera en el trabajo quedó obsoleta.

A qué me refiero. Simplemente, que hasta hace 30 años aún hacía sentido plantearse el trabajo desde una profesión específica como la ingeniería, la contabilidad, el derecho, el periodismo o la sicología. Te contratabas en una empresa, cumplías lo que te pedían, eras disciplinado y leal, te actualizabas periódicamente, si se abría algún puesto más alto, postulabas basado en tu rendimiento, antigüedad y certificados. Estaban claros los objetivos, el camino, los hitos y hasta el retiro. Es posible que esta leyenda nunca ocurrió realmente, sino que vivíamos distinto. El mundo estaba más organizado, desde el principio estaba claro que algunas personas asumirían responsabilidades, había más expectativa por la estabilidad que por logros riesgosos, la organización si no ofrecía grandes oportunidades, por lo menos aseguraba trabajo para toda una vida. El héroe admirado no era el líder arrojado y exitoso, sino el profesional preparado, disciplinado y leal. Tampoco era demasiado importante alcanzar altos niveles de ingresos, porque había menos que consumir, los servicios eran más baratos y en el entorno no se veía gente que se disparara demasiado en sus ingresos.

Pero estamos donde estamos, las empresas están cambiando de dueños, de tecnologías, estructuras, equipos directivos, profesionales, competidores. Todo ocurre más rápido, el aprendizaje, la competencia y la exigencia de logros. Hay mucho más actores, muchas más interacciones, más tecnologías disponibles, y periódicas crisis que empequeñecen las organizaciones y las plazas de trabajo. Simultáneamente, conocemos pares que se separan del grupo, que avanzan más rápido, en cargos, ingresos, oportunidades y relaciones. Adicionalmente, se han encarecido los servicios básicos como educar a los hijos, la salud o tener una vivienda, y se multiplican las necesidades de consumo.

Claramente, hasta el presente 2010 las universidades, no enseñan a actuar con efectividad y satisfacción en el contexto de complejidad y flexibilidad que vivimos. Aún enseñan como si viviéramos en 1980, con pautas y valores ya obsoletos (pre y postgrados).

En fin, nos sentimos vulnerables, agobiados, confundidos, frustrados porque intentamos aplicar pautas de comportamiento que hace décadas ya no funcionan.

Pero no es necesario que pare el mundo para bajarse, porque se puede aprender a vivir en este mundo del siglo XXI, pero con habilidades, sensibilidades y aspiraciones del siglo XXI y no del siglo XX. Nota importante, las universidades aún hoy siguen preparando a los profesionales para actuar en el siglo XX. Habrá cambiado algún discurso, nombres de programas, pero en lo básico siguen preparando para reunir conocimientos, construir modelos, aplicar reglas, pensando en la cabeza, actuando solos y sin distracción en lo posible. Entregan un mapa equivocado. Es como querer recorrer Buenos Aires siguiendo el mapa de Sao Paulo.

Comunicarse, relacionarse y emocionarse de otro modo

Las más duras entre las habilidades blandas

Por esta vez, mencionaré sólo tres aspectos principales que pueden hacer una diferencia importante en el desarrollo de tu carrera. Pero debes tener claro que no se trata de conceptos, definiciones, reglas ni buenas intenciones, sino de invitaciones a poner en tensión tus creencias, tus costumbres y tus emociones. Tomarse en serio estas invitaciones es un camino difícil pero con premios asegurados.

No sobra decir que ser disciplinado, leal y acumular certificados no es ni por mucho perjudicial ni inútil, pero es completamente insuficiente. Además depende de cómo lo utilices.

Se trata de desarrollar un nuevo perfil de profesional en que predomine la responsabilidad, la automotivación, la creatividad, la flexibilidad, la colaboración en redes, la creación de contextos de trabajos participativos y motivadores, la fortaleza emocional para exponerse y crear ambientes de alegría. Pongamos también que abierto a las tendencias y tecnologías.

Todo lo anterior habla más de una actitud, un enfoque, un modo de plantearse en el mundo y en la vida. ¡No se trata de un modelo! Ni reglas ni teorías. Tampoco de aplicarlo sino de vivirlo, experimentarlo. Se trata de desarrollar una nueva sensibilidad, que está disponible para cualquier persona, género, edad o especialidad.

La carrera hoy es (quizás siempre lo fue) más el camino que un destino. Es un proceso de construcción permanente, como los programas de la web que siempre están en versión Beta antes de la definitiva, porque definitivo ya no es posible. Es que no puedo plantearme algo permanente en un mundo que todo cambia. Carrera más que algo en mi (un conocimiento, información, métodos, certificados) son mis relaciones, mis interacciones de creación de valor con otros.

Una buena metáfora es mirar tu propio desarrollo de carrera como un proceso de construcción estratégica y de marca en las corporaciones, pero en este caso acotada a tu propia identidad. Nos pone en ánimo de proceso y no de algo sólido, nos enfoca siempre a relaciones y en especial con clientes, nos pone en competencia en el mercado y en colaboración con aliados, nos lleva a pensar en nuestra oferta, en el valor que proponemos y en qué nos diferencia en el mercado. Nos enfoca a Vender (sí, a vender).

Comunicarse

En este mismo sitio (www.ricardoroman.cl) hemos abundado en la reflexión acerca de la comunicación como un fenómeno mucho más rico y complejo que transmitir información. Hay dos dimensiones básicas que considerar, una de ellas es que más que con información interactuamos con interpretaciones, es decir, siempre tengo una impresión de los que estás diciendo y tú siempre tienes una impresión de lo que yo digo, pero nunca una percepción exacta de lo que estoy comunicando. Aquí es clave la capacidad de escuchar, que es mucho (pero mucho) más compleja y sutil que oír. La otra dimensión es la de la coordinación de compromisos, donde la unidad de la comunicación no es el dato sino el compromiso, que hago siempre en red con otros.

La gran diferencia para efectos de tu desarrollo de carrera es que comunicarse considerando que interpretamos y nos interpretan (nunca nos describen) y que comunicarse es coordinar compromisos en red, está en que tú siempre estás a cargo, siempre es tu responsabilidad el producir comunicación efectiva con otros, que finalmente significa que ocurra lo que quieres que ocurra contigo y las otras personas. ¿Un ejemplo? No basta decir ya le dije que hay reunión, sino que se trata que el otro asista a la reunión; no se trata de decir no quise ofenderte, sino que reconocer el hecho que tus palabras o gestos ofendieron a la otra persona y lo importante es repararlo y evitarlo en el futuro. Bueno, si te interesan las otras personas, claro. Pero ya dijimos que lo que finalmente más importa en la carrera del Siglo XXI son las otras personas, tus relaciones, producir valor a otros.

Dos antídotos para el agobio activista

Comunicarse, relacionarse y emocionarse de otro modo son ayudas para vivir menos agobiados y ser más efectivos. Pero aquí hay dos claves básicas para la comunicación que es importante explorar:

1. Plantear contextos y horizontes, que son interpretaciones (historias, cuentos, narrativas, discursos) y no descripciones de la realidad, por lo tanto son flexibles, líquidas, tienen fundamento en ?datos reales? pero son explicaciones, conclusiones, hipótesis que dependen de tu inventiva y responsabilidad.

En la aceleración permanente, con crisis y confusión, es clave ?articular? o construir explicaciones de dónde estamos y hacia dónde vamos, ya sea en mi departamento, mi área, mi compañía o mi industria. Siempre es necesario y bien venido contar con un buen cuento que nos enfoque, nos ayude a decidir, a asignar recursos, actuar. Pero sobre todo, nos ayuda a producir certidumbre, confianza, dirección. La condición es que se trate de explicaciones pertinentes, fundadas, abarcadoras, novedosas, coherentes, y lo primero es jugarse, es comprometerse con ellas, con una hipótesis, un juicio, una opción. Plantear 6, 5 o 3 escenarios equivalentes no es el camino. ¿Cuál te parece a ti que es el óptimo?

En la tradición de la información, muchas veces la capacidad narrativa es despreciada por los expertos analistas de información, reunidotes de datos, constructores de informes. Pero, la verdad que un informe con datos sólidos, pero sin hipótesis ni conclusiones que abran oportunidades, que propongan direcciones de acción, es un informe irrelevante, o por lo menos insuficiente.

Y porqué es un antídoto al agobio y el activismo. Porque te permite orientarte, discriminar, decidir entre lo importante y lo urgente. Tener la expectativa fundada que avanzar en esta dirección nos hará una diferencia, que el esfuerzo de este período nos dejará en una situación distinta y mejor que como estábamos.

Más que la capacidad de hacer, la capacidad de plantear contextos relevantes es una competencia típica y requerida en niveles directivos.

2. La otra dimensión de la comunicación que opera de antídoto al agobio y el activismo es la capacidad de coordinarse en redes de ayuda en el equipo y con otros equipos. Gestionar la tareas, las promesas, en red de ayuda con otros. Las tareas son siempre promesas a un cliente. Y nuevamente, antes que nada, es clave contar con la simpatía del cliente si quieres ser bien evaluado. Es inútil tratar de satisfacer a alguien que está comprometido en no estar satisfecho. Pero una vez establecido tu cliente, la clave es gestionar tus compromisos en el tiempo, asegurando las promesas que necesitas de otros para cumplir las tuyas, y siempre anticipando tus propios problemas o riegos de incumplimiento para mitigar las consecuencias de tus propios incumplimientos. La clave aquí también, es que tú estás siempre a cargo, de lo que prometes y lo que te prometen. Siempre depende de ti, nunca ?no depende de ti?. Por ahora, créeme que es válido lo que digo o puedes estudiar otros artículos que profundizan en coordinación.

En resumen, se trata de establecer dónde estamos, hacia dónde debemos dirigirnos y comenzar a avanzar, priorizando en todo lo que ayude a avanzar y descartando lo que obstaculice.

Bueno, este es un activo clave de todo profesional con aspiraciones, porque tendrá preguntas, reflexiones, intereses que lo pondrán en sintonía con las conversaciones directivas de su organización.

Relacionarse

Otra ventaja que tiene dejar de mirar el trabajo como aplicación de métodos y procedimientos, como transmisión de información y toma de decisiones, consiste en entender que el trabajo, las compañías y los negocios son redes de relaciones sociales. No sólo en el trabajo sino que en toda la vida, vivimos construyendo y participando en redes relaciones sociales, muchas veces sin darnos cuenta.

Las redes de relaciones sociales tienen 3 componentes principales que aportan en nuestro interés por la carrera:

1. Las relaciones sociales funcionan basadas en conversaciones de posibilidades, abriendo horizontes, anticipando, alertando, orientando la acción y los intereses hacia algún horizonte compartido. Todos participamos en redes sociales de algún tipo, pero lo interesante es saber qué redes son las que importan, cómo participar en ellas o cómo construir redes relevantes. La relevancia de las redes sociales responderá a su capacidad para inventar, definir y orientar el futuro de la compañía. Es decir, en las que se conversa y se comparten las posibilidades del futuro. Participar en ellas, por si no lo has descubierto, permite llegar antes al futuro, anticipar los cambios, ser de algún modo protagonista y no sólo receptor afectado por los cambios. 

El futuro de una compañía ni de nada, nunca está determinado por anticipado, siempre se va construyendo en el camino. Es posible definir objetivos y metas, pero los eventos inesperados siempre van modificando esos objetivos. Lo que antes era relevante deja de serlo y lo que era una locura comienza a ser algo obviamente necesario. Participar en la red en que esto se define, de por sí trae oportunidades.

2. Las redes sociales son espacios de colaboración, de alianzas, de apoyo mutuo para enfrentar desafíos, para pedir ayuda ante dificultades, para compartir oportunidades, en fin, para construir juntos el futuro de modo compartido. Uno puede abandonarse a la ilusión que hace su trabajo solo y que cumpliendo con sus objetivos será bien evaluado y recompensado, o puede observar las redes de colaboraciones y alianzas que circulan en el entorno de la empresa. No saber desenmarañarlas, seguirles la pista y  abordarlas, no significan que no existan y que no afecten tus propias posibilidades.

3. Tu identidad está muy condicionada por las relaciones que frecuentas. Dime con quién andas y te diré quién eres. Hay un componente de credibilidad, confianza y prestigio que se comparte con la red social e que participas. Ser parte de un grupo te hace participar de sus valores ante la comunidad.  

No le temas al poder: aquí un paréntesis que desarrollaremos en otra ocasión, pero es clave en toda la conversación sobre el desarrollo de la carrera tener un mapa y competencias para moverte en la dimensión del poder, en la conciencia limpia que el poder es algo legítimo y adquirirlo también. Puede haber poder entregado por el cargo y la capacidad de mandar o prohibir, pero también hay un poder que entrega la autoridad por la capacidad de crear confianza, crear narrativas de contextos, la eficacia técnica, etc. Que te permite participar en las conversaciones en que se define el futuro del grupo o de la compañía. Puedes ejercer poder mandando o puedes ejercer poder influyendo. En fin, querer desarrollar tu carrera, pero sin involucrarte en relaciones de poder, es una ilusión innecesaria.

Emocionarse

Por dos razones es importante desarrollar competencias para cultivar emociones positivas. Porque cuando somos copados individual y colectivamente por emociones negativas (que lo más probable que sea en contexto de dificultad) nos impiden tomar acción o tomamos acciones equivocadas para mejorar las situaciones. La segunda razón es que todos la pasamos peor, pudiendo pasarlo mejor, incluso en situaciones de problemas graves. En el peor de los casos, hay personas y grupos que son copados por emociones negativas incluso en situaciones en todo sentido positivas.

En los grupos hay dos polaridades extremas que no ayudan. En un extremo están los ?operados de las emociones?, que aspiran a que las emociones no cuentan en el trabajo, que esto es trabajo y nada personal, que no hablan ni preguntan por emociones. La mayoría de los casos son sinceros y de verdad que no observan emociones, porque no tienen un mapa que les permita mirar, ni han tenido la oportunidad de ponerse en contacto con sus propias emociones. En general son personas aparentemente frías, inmutables, dadas a los razonamientos y el cálculo, en general medidos y discretos. Su dificultad está en que se pierden la capacidad de movilizar y movilizarse que tienen las emociones, crean vínculos débiles con sus equipos, tienen eventuales arranques de ira descontrolada y manifiestan sus tensiones en molestias corporales de todo tipo.

En el otro extremo, están los que todo lo miran, hacen y reflexionan sumidos en una nube emocional descontrolada, ya sea de optimismo del más ingenuo, del pesimismo más depresivo, de la rabia más desatada o la tristeza descontrolada. No se miden, para celebrar, para quejarse, para discutir o reclamar. En el fondo, tampoco son observadores competentes de las emociones, sólo están liberados a ellas. Su dificultad es que muchas veces viven situaciones bipolares que los paralizan, porque todo está demasiado bien, o porque todo está demasiado mal. Con ello, además de afectar sus propias posibilidades de actuar con efectividad, afectan también a sus equipos, el ambiente de sus entornos sociales y su propia identidad.

Siempre actuamos en una emoción. Eso está comprobado en laboratorios científicos. Siempre estamos en alguna emoción, pero como estamos embargados por ella, sumergidos en ellas, como el pez en el agua, no somos conscientes de ellas así fácilmente. Lo que llamamos emocionarse es realmente un cambio de emoción, el paso de una emoción a otra. Cuando me doy cuenta que me puse alegre, triste o me enojé, lo que está ocurriendo es que acabo de pasar de un estado emocional a otro. Pero no somos sensibles a ello.

La buena noticia es que se pueden cultivar las emociones buenas, las emociones positivas, que en general son las que te movilizan a la acción, a mantener o cambiar una situación. Y se pueden cultivar pero no controlar, porque las emociones son incontrolables, no se controlan. Se pueden esconder (más bien intentar esconder) pero la emoción que me viene ya está aquí, ya se hizo presente, ya me embargo. Puedo esconder un enojo, pero no puedo evitar sentir el enojo. Sí puedo dejar de enojarme o enojarme de otro modo.

Cómo se hace lo dejaremos para un capítulo futuro, pero yo puedo desarrollar la capacidad de modular mis emociones y las emociones del grupo.

En mi opinión, entre las emociones positivas más importantes de cultivar está la gratitud, la persistencia, la confianza y la alegría. En la base de ella puede estar lo que hoy se llama resiliencia, que viene siendo como la esencia de persistir con alegría. 

Final

No es casual que hasta aquí aún no hablamos de cargos, de cursos, ingresos, ni certificados. Porque justamente, dada la radical transformación del mundo del trabajo y de los negocios, lo que necesitamos aquí es cambiar la interpretación de fondo, el mapa, el modo de pensar, el paradigma en que diseñamos y ponemos en marcha nuestra carrera. Lo cual implica actuar sobre nuestros propios acostumbramientos, nuestros propios hábitos, creencias y pautas de emociones.

Hay un modo de mirar, diseñar e ir aterrizando el desarrollo de carrera, que se enfoca a crear capacidades en 7 ámbitos (pragmático, simbólico, social, financiero, político, creativo y emocional) pero lo dejamos para siguientes capítulos. En ellos exploraremos en cómo fortalecer la identidad, agregar valor y vender(se); en cómo acceder a redes de relaciones sociales relevantes; cómo manejarse en el poder sin morir en el intento; como fortalecer la capacidad de creatividad e innovación que todos tenemos (entre otras cosas, vendiendo); crear historias de contexto y futuro que nos enfoquen y enfoquen al equipo. En fin, hacerse sensible y cultivar las emociones que dan poder en el mundo del Siglo XXI.

También es clave para aterrizar, focalizarse, coordinarse y activarse en las redes sociales de Internet. También lo dejamos para otra oportunidad. Una advertencia final. Suponer que estudiar este texto bastará para aprender lo que aquí se propone, mejor ni lo intentes. Se trata de definir los cambios que estás dispuesto a comenzar y ponerte en marcha, pero sobre todo, si te resultan difíciles, no ves claro resultados inmediatos o has tenido algún percance por intentarlo.

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Noticias Marzo 23, 2009

El perfil profesional que viene

elpais. Los ‘cazatalentos’ ven una “nueva escala de valores” en los candidatos. Crisis. Crisis. ¡Crisis! Sin duda, se trata de una de las palabras más repetidas en los últimos meses. “La paradoja es que cuanto más se habla de ella, más inmovilidad genera, sobre todo porque suele orientar a los interlocutores a pensar en cuestiones que escapan de su control”, afirma Marta Romo, socia de la consultora InnoPersonas, especializada en acelerar los procesos de innovación en la gestión de las personas. “Al poner la atención en lo incierto, el miedo y la preocupación empiezan a cobrar un protagonismo paralizante y, en ocasiones, destructivo”. Así, “pensar y hablar en términos de crisis supone un desgaste de tiempo y energía completamente inútil e innecesario”, añade Romo, autora de La mujer líder (Planeta). Eso sí, “lenta y progresivamente, cada vez más directivos están viendo la situación económica actual como una oportunidad para hacer crecer y evolucionar a sus empresas”, sostiene. Para lograrlo, “es necesario apostar por una formación que incluya y potencie el autoconocimiento y el desarrollo personal de los ejecutivos”. No en vano, “la cultura organizacional de cualquier compañía, así como sus resultados de satisfacción emocional y bienestar económico, suele ser un reflejo muy fiel de la mentalidad de la mayoría de los miembros que forman parte de una empresa”.

Por Borja Vilaseca.

 

De ahí que “uno de los cambios más profundos vaya a producirse en el área de la selección de colaboradores, mandos intermedios y altos directivos”, señala Romo. Y concluye: “Para redireccionar la función de las organizaciones en la sociedad actual, no queda más remedio que recuperar los valores y principios que posibilitan saciar las verdaderas necesidades humanas de forma coherente, eficaz y sostenible”.

En esta misma línea reflexiona Paco Muro, director de la consultora de recursos humanos Otto Walter. “La mediocridad y la docilidad de los colaboradores ya no está permitida”, afirma el autor de El pez que no quiso evolucionar (Empresa Activa). “Ahora se necesitan personas autónomas y con iniciativa, lo suficientemente valientes para decir lo que piensan y proponer nuevas soluciones a los problemas que venimos arrastrando en los últimos años”.

En opinión de Muro, “las habilidades técnicas y las aptitudes profesionales ya no son lo más importante; ahora lo que se busca son las competencias emocionales, lideradas por la actitud positiva y proactiva”. De ahí que “en vez de valorarse solamente las titulaciones académicas y la experiencia profesional, también se aprecia cada vez más que los candidatos atesoren otro tipo de bagaje, como puede ser la formación emocional y la colaboración en proyectos solidarios”, señala Muro. Y concluye: “A la hora de seleccionar, no hay nada más atractivo que una persona esté bien consigo misma y traiga la motivación y el entusiasmo de casa”.

Lo cierto es que “para que los colaboradores puedan aportar su granito de arena en la organización, se requiere un cambio de mentalidad de los mandos intermedios”, más conocidos como jefes. Así lo afirma Alfredo Santos, director general del área de búsqueda y selección de la consultora Hudson. “La visión rígida y cortoplacista orientada al resultado tiene que ser sustituida por otra más flexible y a medio plazo, que permita construir relaciones laborales basadas en el respeto, la interdependencia y la confianza”, añade. “Los jefes de hoy ya no pueden mandar pensando en sus deseos y expectativas, sino que han de aprender a servir, empatizando con las necesidades de sus colaboradores”, concluye Santos.

Como no podía ser de otra manera, los cambios también están afectando a la cima de las organizaciones. “Más allá de gestionar, lo que se busca, y casi desesperadamente, es la habilidad de liderar, es decir, de inspirar proyectos basados en el cambio permanente, de manera que se extienda la cultura del aprendizaje en toda la organización”, afirma Ignacio Bao, presidente de la firma internacional de cazatalentos para Bao & Partners. “El objetivo es que las personas que lleguen a lo más alto correspondan con dicha posición, lo que se sabe cuando existe una verdadera vocación de servicio y contribución”.

No en vano, “estos altos directivos tienen la enorme responsabilidad de cambiar el paradigma de los negocios, de forma que las empresas impulsen proyectos humanos conscientemente, dejando de lado la especulación, para empezar a generar riqueza real para la población”, señala Bao. “Hoy en día es esencial que el candidato cuente con la inteligencia emocional suficiente para que la firma conquiste el éxito más allá del éxito: lograr que los resultados económicos estén alineados con el bienestar emocional de todos los miembros de la organización, desarrollando productos y servicios que verdaderamente mejoren la calidad de vida de los clientes”.

En opinión de Joaquim Borrás, presidente de ISS Facility Services, “esta nueva escala de valores en la selección es imparable”. Y lo dice por experiencia propia. El comité de dirección de este gigante -integrado por 51 compañías, 31.000 empleados y una facturación de 615 millones de euros- está formado por seis personas, “el denominador común de todas ellas es la eficiencia profesional y la estabilidad emocional”. Y concluye: “Dado que las personas que están arriba marcan la cultura del resto de la organización, es imprescindible que lideren primeramente a través de su propio ejemplo”. –

 

Cuestión de autoestima

“Para cambiar los resultados que obtenemos como empresas hemos de promover un cambio profundo en nuestra manera de pensar”, señala Marta Romo, socia de InnoPersonas. “Sólo así se puede ir más allá de lo que nos es conocido para crear culturas organizacionales a la altura de las exigencias y desafíos que se avecinan”.

Por tanto, “a la hora de contratar a un empleado, sea como colaborador, mando intermedio o directivo, la persona ha de demostrar cierta consciencia, madurez y responsabilidad”. Y “no hay nada que revele más la auténtica inteligencia emocional que conocer en qué basa el candidato su autoestima”. “Existe la denominada autoestima del sabelotodo, que basa su valor como ser humano en contar siempre con las respuestas correctas, poniéndose a la defensiva cada vez que escucha información nueva”. Estos profesionales “suelen estar condenados al estancamiento; difícilmente generarán valor añadido”. Sin embargo, “en el acto de humildad que implica afirmar que no se sabe, está el inicio del desarrollo personal de los profesionales”. Al basar su autoestima en “querer aprender”, se convierten en “verdaderos escépticos, explorando lo que desconocen para dejar de ser lo limitados que creen ser y convertirse en quienes pueden llegar a ser. Así, su creatividad e innovación es ilimitada”. –

 

Noticias Julio 24, 2008

Lanzan LinkedIn en español: red de profesionales

latercera. Lanzan versión en español de mayor comunidad para profesionales en la web. El sitio LinkedIn, creado en 2003 para establecer contactos entre
profesionales, ya cuenta con 25 millones de suscritos. La nueva edición
busca ampliar su universo de tres millones de miembros hispanoparlantes. Las redes sociales no sólo han cambiado la forma en que las personas
se relacionan. Además de servir para reencuentros con antiguos
compañeros de curso, citas con amores del pasado e intercambio de fotos
en línea, hay algunas que se han especializado en áreas que van más
allá de la vida social. (imagen:
Reid Hoffman, creador de LinkedIn)


LinkedIn.com
es una de ellas. Con 25 millones de suscriptores en el mundo, se ha
convertido en la mayor comunidad para profesionales en internet y hoy
espera seguir ampliando su alcance y conquistar el mercado
hispanoparlante, por lo cual acaba de lanzar su versión en español.

Esta red hizo su aparición en mayo de 2003 y fue diseñada como
herramienta para establecer contactos, encontrar trabajo e intercambiar
conocimientos. De hecho, Kathleen Hayes (en la foto abajo),
vicepresidenta de marketing de BlueRoads, una empresa de software con
oficina en San Mateo, California, atribuye a que su perfil estaba en
esta red el puesto de trabajo que hoy ostenta, pues fue contactada por
esta vía.


BUSCANDO TRABAJO


LinkedIn funciona como todos los portales de este tipo, aunque su
apariencia es más sobria. El usuario abre una cuenta gratis, sube los
datos que quiere se sepan de él y comienza a agregar contactos, los que
deben aceptarlo, tal como se hace en el popular Facebook.com.

En el lanzamiento del servicio en español, el director ejecutivo
para Europa, Kevin Eyres, indicó que su empresa se define como “una red
de conocimientos para profesionales”, donde se pueden reunir,
intercambiar experiencias, recibir consejos e identificar oportunidades.

Eyres añade que si bien este tipo de intercambio de opiniones o
consejos no es una novedad, la gran diferencia está en que como la red
está armada y se hace a través de internet, se ahorra dinero, esfuerzo
y tiempo, a la vez que la audiencia y potencial de contactos se amplía
más allá de las fronteras de un país.


AUMENTO EXPLOSIVO


Pese a que sólo desde ayer está en castellano, en españa el portal ya
cuenta con más de 300 mil suscritos y a nivel global suma tres millones
de usuarios de habla hispana. En Europa, Linkedin ha logrado reunir
seis millones de registrados en los seis meses que lleva en ese
continente.

Tal ha sido el éxito que, de acuerdo con datos de Eyres, cada día se
suman 43 mil nuevas cuentas, lo que da un crecimiento de un nuevo
usuario cada dos segundos.

Los profesionales que integran esta red pertenecen a 170 sectores
productivos. La edad media de los usuarios es de 41 años y más del 50%
de los miembros es responsable de tomar decisiones en la empresa donde
trabaja. De hecho, en LinkedIn se ufanan de tener a Bill Gates
-fundador de Microsoft- entre sus suscriptores y que gran parte de sus
miembros pertenece a multinacionales como IBM y Hewlett Packard.

La empresa basa su negocio en cuentas premium, avisos de trabajo y
publicidad online. Esto ha hecho que la empresa sea rentable desde hace
más de un año y medio y alcance un valor de US$ 1.000 millones.


Reid Hoffman, creador de LinkedIn: Nació y estudió en California en
1967, luego hizo un magíster en filosofía en Oxford. Trabajó en Apple y
Futjisu, además de ser uno de los fundadores de PayPal.

Noticias Julio 3, 2008

Buscar pega, chamba o curro en la red

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emol. Red Mundial de Empleos: un buen trabajo sin barreras. Que la globalización ha desdibujado las fronteras tradicionales es algo que ya nadie discute. Pero, ¿qué tal sería tener la posibilidad de buscar trabajo en otro país desde el escritorio de su casa? O, más interesante aún, ¿se imagina a cargo del reclutamiento de personal en otra nación para una filial de la empresa donde usted trabaja o desarrollando un emprendimiento más allá de nuestras fronteras? Con las nuevas herramientas que ofrece Internet, ahora la búsqueda de empleo se puede realizar a nivel global y permite a empresas y profesionales proyectar un desarrollo mucho más audaz fuera del país. Pues bien, esa posibilidad, aunque parezca de ciencia ficción, es una realidad factible en la red gracias a portales como The-network.com, una alianza formal de 36 compañías de contratación de personal, con 80 oficinas dedicada a reclutar en línea en más de 70 países. Ver también: ZonaJobs


El sitio, consultado mensualmente por 75 millones de personas, surgió en 2002 transformándose rápidamente en un eficiente medio para los jefes y administradores de recursos humanos, que pueden acceder con un clic a las últimas tendencias en materia de reclutamiento online, explica Roberto Massiff, Gerente General de Bumeran.com Chile, portal de empleos que recientemente firmó su ingreso a The-network.com, convirtiéndose en el socio local de esta mega red de buscadores de empleos.

Gracias a esta alianza, los usuarios de este portal de empleos, tienen la oportunidad de revisar avisos de empresas que publican en territorios tan remotos como el lejano Oriente o las naciones del hemisferio norte.

Otro beneficio derivado de la integración a la red, agrega Massiff, es el acceso a distintas herramientas como encuestas a nivel mundial, tips para compañías y candidatos, casos de estudio y las últimas tendencias y novedades del mercado.

En definitiva, este acuerdo con Bumeran.com Chile ofrece una posibilidad única a los candidatos que ahora podrán postularse internacionalmente, tomar contacto con las empresas más reconocidas y proyectar su futuro desde otra posición. Por su parte, las empresas podrán acceder a una red de portales de empleo en todo el mundo, facilitando su internacionalización, sin perder la competitividad que exige la economía moderna.

Noticias Junio 2, 2008

Conseguir empleo en Second Life

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digitalec. Me encantó este relato pintoresco y muy descriptivo que hace Simone Brunozzi sobre sus ciber-experiencias y aventuras en SecondLife donde consigue básicamente que lo contrate Amazon.com para “el mejor trabajo del mundo”. Acá va el cuento que traduje…

Me llamo Simone Brunozzi, soy un joven italiano de 30 años. ¿Qué es lo interesante sobre mí? Bueno, ¡Es que soy un nuevo Evangelista de Tecnología de Servicios Web de Amazon en Europa! Les voy a contar cómo llegué al trabajo de mis sueños y les sugiero que presten atención porque es una historia que no se escucha todos los días.

Era un día como cualquier otro en Italia, un 28 de noviembre de 2007, cuando me registré en Second Life.

Había planeado visitar la Feria de Empleo Virtual de Luxemburgo para contar mis impresiones en mi blog de Second Life. Cansado de ser un administrador de sistema descartable en la Universidad para Extranjeros en Perugia, sin una buena oportunidad de desarrollar mi carrera por delante, buscaba un empleo nuevo; por ello, la feria era mi oportunidad para mirar un poco.

 

Aterricé en la isla con mi “avatar”, casi media hora antes de que termine la feria. Para mi sorpresa, me encontré con que no había sólo bancos y empresas financieras: también estaba… ¡Amazon.com! Espera, pensé, ¿por qué motivo Amazon.com se acerca a un lugar tan pequeño como Luxemburgo?

Debo decirles que trabajar para una empresa como Amazon, Google, Ebay o Yahoo fue mi sueño desde mi experiencia como estudiante en California a fines de 2003; sin pensarlo, en menos de cero segundos decidí acercarme.

 

Me presenté en el stand de Amazon.com, con mi “avatar” de piel hecho a medida y bien vestido, que como agregado, lleva mi nombre, Simone Brunozzi (no me pregunten cómo lo obtuve porque eso es un secreto). Las ferias de empleo virtual no es algo común, es cierto, pero después de haber usado Second Life por casi dos años, y habiendo estado a cargo de uno de los proyectos más grandes e importantes de Second Life, la construcción de la Basílica de San Francisco de Asís (SLURL), confiaba en mí mismo y estaba relajado, era capaz de manejarme e interactuar como un profesional.

 

Conocí a Jennifer, del departamento de Recursos Humanos de Amazon.com en Seattle, quien me explicó qué hacía Amazon en Luxemburgo, cuáles eran los cargos vacantes y algo más sobre el cargo más interesante: el de evangelista de tecnología de los Servicios Web de Amazon.

Cansado de ser un programador, un administrador de sistemas o cualquierotro tipo de técnico puro, e incapaz de destacarme en alguno de esos campos a causa de mi experiencia variada, buscaba una posición en la cual mi amplio conocimiento pudiera ser valorado junto con mi capacidad de oratoria y mi disposición natural a la conexión de las personas. Por ello, el papel de evangelista, me encajaba perfecto.

Básicamente, un evangelista de tecnología para Amazon está al día con la tecnología de Servicios Web de Amazon, viaja mucho para presentar los AWS en conferencias, centros y similares, codifica algunos ejemplos, y conecta a personas y a desarrolladores para que sean la voz y el oído de la empresa.
El trabajo de mis sueños.

 

A Jennifer le causé una impresión excelente, tanto por mis características como por mis aptitudes, por supuesto, pero además por mi experiencia en Second Life. Estoy seguro de que ella perdió la mitad de su tiempo explicando a las personas cómo utilizar el visor de Second Life, por lo que no dudo que estuviera muy agradecida por encontrar alguien que estuviera más en el tema que ella.

La primera regla para obtener el empleo de tus sueños: presentante listo, siempre.

 

Después de entrevista breve y general sobre Second Life, le envié mi currículum y mi perfil en Linkedin y ella me dijo que un tal “Jeff” iba a examinar mi perfil y me diría cómo seguir.

Yo estaba emocionadísimo con esta oportunidad y sentía que era “la” oportunidad. En lugar de esperar su respuesta en forma pasiva, investigué un poco y descubrí el nombre completo de este señor, Jeff Barr, evangelista AWS senior. Entonces, busqué su blog y obtuve algo de información valiosa sobre él, y descubrí un fuerte interés por Second Life.

Uno de sus últimos posts trataba sobre una simulación tridimensional de algunos servicios AWS (EC2, S3, SQS) usando Second Life, y volveremos a este tema más adelante.

 

Una semana después le escribí un e-mail a Jeff en donde sólo le explicaba que había encontrado su blog y que esperaba con ansias hablar con él. Agregué un par de líneas sobre mis intereses y mis habilidades en Second Life; y a él pareció interesarle. Él es un hombre muy ocupado, pero encontró un momento para enviarme un e-mail extenso que incluía información sobre el puesto a cubrir y una serie de preguntas importantes para que yo respondiera.

Era miércoles y al volver del trabajo encontré su mensaje y decidí mostrarle mi compromiso por obtener el empleo.
Escribí, busqué en google, codifiqué, volví a escribir y alrededor de las 3:30 de la mañana le envié un e-mail muy, muy extenso, que sincera y modestamente considero que fue una pequeña obra de arte, dadas las circunstancias.

Sin entrar en detalles, el e-mail básicamente decía: Estoy concentrado, soy bueno, soy un apasionado de “cloud computing” y de los servicios Web, y que estaba dispuesto a gastar hasta mi última gota de energía para entregarle algo que nunca antes vio.

 

¿Por qué hacía esto? Por dos motivos.

Primero, porque creo que cuando buscas un empleo, o una mujer, o un amigo, es mejor concentrarse en pocas oportunidades y dar todo de uno mismo, y no apuntar a las decenas de posibilidades que se te presentan cada día de tu vida.

El segundo motivo: porque los requisitos para el empleo eran realmente altos y temía encontrarme “debajo de la barrera”, al menos en papel y lápiz: este es el tipo de problema que enfrentas cuando crees que eres bueno, pero estudiaste y trabajaste en una ciudad del interior de Italia, una nación poco desarrollada desde un punto de vista tecnológico.

La solución a esto, decidí volver a impresionarlo: en el fin de semana siguiente me pasé casi treinta horas construyendo una simulación tridimensional mejorada para AWS, con un sistema de mensajería totalmente funcional. A las 2 de la mañana del lunes, exhausto, le envié los resultados de mi arduo trabajo.

Jeff captó el mensaje y en una entrevista telefónica posterior pude comprender claramente que lo había impresionado en forma favorable y definitivamente para mí beneficio.

 

No me siento nada culpable por esto: Jeff es un hombre inteligente y sabía perfectamente lo que yo estaba haciendo con él; si quieres trabajar para una empresa grande y exitosa como Amazon, en tu camino siempre te enfrentarás a hombres inteligentes. Ellos esperan que les des un ejemplo sincero, directo e inesperado de tus cualidades y de tus talentos.

Regla número dos: destácate de entre la masa. Se “fuera de lo común”. Demuestra pasión y compromiso.

 

Desde ese momento en adelante (era fines de diciembre de 2007) tuve otras dos entrevistas telefónicas, antes de que me pidieran que fuera a Luxemburgo. Ahí fui a principios de febrero, tuve tres entrevistas personales por un total de casi tres horas, y descubrí cómo era Luxemburgo. Mi padre y mi novia decidieron acompañarme, por lo que pasé el fin de semana con ellos, y me enfrenté a otra gran pregunta en mi vida: ¿Quieres irte a vivir a otro país? ¿Estás preparado para esto?

 

Esta no era una pregunta fácil de responder. Los estadounidenses están acostumbrados a que los envíen a diferentes lugares del país; y lo hacen en promedio tres o cuatro veces en sus vidas. Los italianos somos diferentes: para nosotros, una casa es como la raíz para el árbol: arrancarla, junto con amigos y demás, es un paso difícil. Imagínate cuán difícil es mudarse a otro país.

Para mí, la decisión tampoco era fácil por otro motivo: tenía mi empleo súper seguro (en Italia, si trabajas para el gobierno o para una universidad no pueden despedirte NUNCA) y tenía otras oportunidades laborales interesantes más cerca de casa.

Después de pensarlo un poco decidí que, a pesar de todo, esta oportunidad en Amazon era lo mejor que podía hacer por mi vida, e hice un pacto conmigo mismo.

La razón más importante y más sincera era que buscaba un lugar de trabajo en donde no hubiera techos, en donde mis habilidades y mi compromiso pudieran llevarme a la cima. Amazon.com parecía el lugar correcto.
Regla número tres: debes estar listo para ir hacia delante y estar convencido de tus decisiones.

 

Y como último paso, a principios de marzo me invitaron a Seattle en donde tuve a ocho entrevistas una atrás de la otra por un total de seis horas y media, con sólo quince minutos de intervalo para el almuerzo.
Intenté estudiar y revisar algunas cosas, pero el espectro de temas era muy amplio. Entonces, decidí concentrarme en conceptos y datos básicos, y asumí que sería capaz de desarrollar construcciones más complejas a partir de ellos. Y funcionó, al menos para mi moral: si trabajas duro para obtener algo, en el momento en que te encuentras frente a tus desafíos te sentirás más fuerte que nunca, porque sabes que has hecho todo lo que estaba a tu alcance.

Fue difícil mantener una conversación por tanto tiempo y a pesar de que mi inglés es muy bueno, empecé a perder la concentración hacia el final. Estaba agotado, pero era el hombre más feliz de la tierra: en las entrevistas me fue realmente bien, y Jeff me acompañó hasta la salida asegurándome que casi había terminado y que estaba todo bien.

Regla número cuatro: trabaja duro, y tendrás la actitud adecuada frente a cada situación.

 

A mediados de marzo me ofrecieron el empleo, que acepté agradecido.
Hoy es 20 de mayo, mi primer día en Amazon.com, y estoy en Seattle, por un periodo de capacitación, que después de terminar iré a Luxemburgo y empezaré a evangelizar a Europa.

Me es difícil demostrar mis sentimientos en este momento porque, si bien mi nueva vida esconde algunas consecuencias negativas, especialmente la distancia de mis amigos y demás, estoy realmente contento y satisfecho.
Aquí trabajo: a pesar de que la fotografía es mala, ¡la vista de mi oficina es espectacular!

 

El trabajo no lo es todo en la vida de una persona, pero es muy, pero muy importante que ames lo que haces. Mi trabajo anterior era horrible y ejercía una influencia negativa en mi vida. Hoy en día, a pesar de todo, soy más feliz que nunca porque estoy haciendo algo por lo que siento una pasión verdadera y tengo la suerte de trabajar en un entorno agradable y amigable.
Por supuesto que Amazon tendrá sus defectos también pero, desde mi punto de vista, este es simplemente un gran lugar para trabajar y prosperar.
Regla número cinco: elige un trabajo que ames.

 

Second Life tuvo un papel importante en todo esto: el estar actualizado y tener experiencia con las últimas tecnologías genera una ventaja competitiva de una u otra manera. En mi caso, Second Life me ayudó a ser el candidato con más onda, entre los pocos que sabían cómo utilizar Second Life y no tenían miedo de una feria de empleos virtual.

Un comienzo tan bueno me dio la energía para concentrarme en un compromiso inesperado que convenció a mi jefe de que yo era una buena apuesta.

 

Me animo a decir que sin Second Life probablemente no hubiera dedicado tanto tiempo a este empleo.

 

Espero que hayan disfrutado mi historia sobre cómo me contrató Amazon.com.

Divertido, no?