Verdad Incómoda

En estos día fui a ver Una Verdad Incómoda, y ha sido una verdadera experiencia de ver juntos y relacionados todos los elementos que muestran que estamos, no en camino de, sino en medio ya de una crisis global ambiental, que está teniendo y tendrá consecuencias catastróficas para la vida de toda la humanidad, incluyendo sequías, inundaciones, extinción de miles de especies naturales, costos económicos para los países y para las industrias, hambrunas y epidemias.

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La demora en aceptarlo y hacer correcciones de fondo responde a decisiones políticas de los gobiernos y la defensa de intereses de las empresas de energía e industrias basadas en el consumo masivo de recursos naturales. Aquí sí que vale introducir la distinción famosa y algo gastada de Thomas Kuhn, el paradigma, porque lo que tiene que cambiar es la base de esta interpretación del desarrollo humano basado en la versión industrial del crecimiento económico. Si a más crecimiento más gasto de recursos naturales y energía, y más emisiones de contaminantes, según las cifras de la película, llegamos a la verdadera locura de la autodestrucción del planeta.

A pesar que la película, con Al Gore como protagonista, se enmarca en el estilo del héroe americano que se enfrenta sólo a los desafío y los resuelve, los antecedentes que entrega debieran difundirse a todo nivel. Gore está promoviendo un cambio en las políticas económicas y medio ambientales de su país y apropiando las tecnologías de información para democratizar los medios de comunicación (ver Current TV y Climate Crisis)