Desde fines de los años ochenta comenzó a aparecer en mi horizonte el mundo asiático como un lugar de grandes transformaciones sociales, económicas, tecnológicas y culturales. Eran los años de los tigres asiáticos y del sudeste asiático, con su explosivo desarrollo, el cual avanzaba de la mano de la globalización y se sumaba a países como Japón y Corea, que habían comenzado años antes. Por esos años también apareció la región de Guangdong en el sur chino.

Todos estos lugares, eran una fuente de imaginación para romper los límites de las posibilidades de desarrollo basado entre las opciones de capitalismo o socialismo, y abrían la mente a un mundo nuevo de desarrollo basado en la apertura económica, la innovación tecnológica, el desarrollo de la educación, la colaboración entre gobierno y empresarios, y la equidad social. Eran sociedades que se habían transformado en una generación. El año 1992 tuve la oportunidad de visitar Taiwán y conocer de primera mano esa experiencia. Ese viaje, aunque breve, cambió me perspectiva de los centros del mundo y de su tamaño.

El último año, un libro que ha marcado mi mente es El próximo escenario global de Kenichi Ohmae, quien avanza en la comprensión de este nuevo ordenamiento del mundo económico, tecnológico y político, poniendo en el frente las experiencias de China e India, pero también otras emergentes como Vietnam y otras zonas de la antigua Unión Soviética. La ventaja de Ohmae es que escribe desde Asia, y desde ahí enfoca su análisis, lo que ayuda a descentrar nuestra imaginación desde Estados Unidos o Europa, para adelantar el cambio de poder del futuro próximo.

Para los amigos que se entrenan conmigo y para los interesados en este cambio de historia, les comparto por ahora un breve artículo sobre Vietnam, para comenzar a cambiar el imaginario del país en guerra durante los sesenta a una región de crecimiento y cambio:

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El Mercurio
Las claves de Vietnam para convertirse en una joya asiática

De visita en Chile, el gobernador del Banco Central de ese país asiático, Le Duc Thuy, habla de apertura y su receta para crecer a tasas de 7,5%.

Algunos lo consideran una segunda China. Otros, como Bill Gates, un país con tanto potencial para el outsourcing como India.

Porque aunque Vietnam sigue siendo un Estado comunista, su apertura económica y progresiva adopción del libre mercado han dado sus frutos. Desde 2001, el país ha crecido a una tasa de 7,5% anual. Sus exportaciones se han incrementad más rápido que las chinas. Es líder en envíos de textiles, zapatos, café, pimienta y arroz.

Y, últimamente, un imán para la inversión extranjera. Para muestra un botón: Intel anunció la inversión de US$ 600 millones en una planta de ensamblaje de semiconductores en Ciudad Ho Chi Minh.

No hay duda de que todo este proceso enorgullece a Le Duc Thuy, el gobernador del Banco del Estado de Vietnam desde 1999 (Banco Central). De visita en Chile, este doctor en economía de 58 años, miembro del Comité Central del Partido Comunista, dice que “el país ha avanzado mucho”, pero que quedan cosas por hacer. Una de ellas es modernizar el Banco Central y el sistema financiero, de ahí su interés en reunirse con su par chileno, Vittorio Corbo. “Vinimos a ver cómo es el sistema financiero, cómo han reestructurado y manejado las crisis. Queremos aplicar su modelo a nuestra manera”, dice en la sala de reuniones del Banco Central.

“En los ’80 cambiamos a una estructura de mercado, de capital abierto. Tuvimos una inflación tremenda y empezamos a separar las funciones del Banco Central y de los bancos comerciales. En los ’90, los bancos recién creados no tenían un sistema estable, ni normas de seguridad eficientes. El Banco Central tampoco tenía experiencia para manejar la crisis financiera del ’97 y todo eso llevó al cierre de algunas instituciones. Hemos mejorado, pero hay riesgos subterráneos”.

-¿Qué cosas quieren adoptar de Chile?

“Queremos crear un Banco Central independiente, como el de Chile, tener normas de seguridad bancarias al tanto de las internacionales, pero también aplicaciones vietnamitas. Estamos focalizándonos en continuar reestructurando los bancos comerciales y en seguir los pasos tramados en el proceso de ingreso a la OMC para dejar que los bancos participen en nuestro sistema financiero y eso cree un auge”.

-¿Cuándo se independizaría el Banco Central de Vietnam?

“La divulgación de la nueva institucionalidad será en 2008. Esperamos que en 2010 tengamos un banco independiente”.

-La meta era ingresar a la OMC en 2005, ¿cuándo sucederá?

“A fines de 2006. Todas las conversaciones han terminado. Las grandes disputas las hemos resuelto. Nos falta sólo una ronda multilateral, pero es más una formalidad. Esto va a crear más posibilidades para desarrollar nuestra economía. Pero hay retos. La participación de los bancos internacionales, que son más fuertes de capital, va a crear problemas para los bancos nacionales. Tenemos que bajar las barreras arancelarias y la ayuda a los sectores agrícolas”.

-Pero a la economía le ha ido bien. ¿Cuáles han sido las claves de este boom?

“La estabilidad. No ha habido cambios políticos, porque sigue siendo el mismo partido, lo que permite realizar los objetivos de largo plazo. Desarrollamos el sector privado y el mixto, dejamos fluir la inversión extranjera y tenemos el objetivo de disminuir la diferencia entre clases sociales”.

-¿Cuáles han sido los incentivos para atraer a multinacionales como Intel?

“Un ambiente para la inversión que da igualdad de derecho a las empresas nacionales y extranjeras. Una fuerza laboral joven, barata, con ansiedad de aprender, buena mano de obra, una posición estratégica para el comercio, un rápido ritmo de desarrollo y un mercado de 80 millones de habitantes”.

-¿En qué etapa está el proceso de apertura de Vietnam?

“Hemos pasado la primera y creado los fundamentos básicos para desarrollar una economía de mercado, con participación de propietarios estatales, internacionales, privados. Estamos en la etapa de reestructuración, de desarrollar una fuerza de competitividad para que las empresas nacionales enfrenten a las internacionales”.

-Las empresas estatales responden por el 40% del PIB. ¿Actualmente está en la mira su privatización?

“Estamos en eso y en crear sociedades anónimas con participación del Estado. Es difícil decir en qué áreas, porque se van a privatizar muchos sectores. Se está hablando de poner en la bolsa a dos bancos estatales”.

-¿Cómo lograron diversificar tanto sus exportaciones?

“Explotamos nuestras ventajas comparativas. Contamos con buenas reservas de minerales, buena mano de obra. Exportamos crudo, somos fuertes en textiles, arroz”.

-El objetivo de Vietnam es convertirse en un país industrializado en 2020. ¿Cómo lo están haciendo y qué sucederá con la agricultura, que sigue siendo un sector importante de la economía?

“Tratamos de mantener un crecimiento de al menos 8% anual, crear una economía sana e industrializar. Va a haber una disminución de la participación de la agricultura, porque la industria se desarrolla más rápido”.