Otra mirada del proceso boliviano desde fuentes críticas y realistas. Es interesante ver tras el ruido de revoluciones y unidades en Amércia Latina, la necesidad de cambios, que bien pueden ser por la “vía legal”, los cuales aseguran estabilidad, abren la puerta a un crecimiento centrado en el desarrollo y orientan hacia una mayor equidad, como valor ético pero también como viabilidad del sistema social en Amércia Latina:

El Mercurio
Premio Nobel de Economía 2001:
Joseph Stiglitz: “Bolivia no tenía otra alternativa”
El economista estadounidense cree que la decisión de Evo Morales de nacionalizar los hidrocarburos no perjudicará a nuestro país.
BEATRIZ SILVA, Corresponsal

La decisión del gobierno boliviano de nacionalizar los hidrocarburos no sólo fue la correcta, sino la única que podía adoptar ese país. Así lo aseguró a “El Mercurio” el premio Nobel de Economía 2001, Joseph Stiglitz.

Entrevistado por este diario, Stiglitz, considerado uno de los economistas más influyentes de la última década, afirmó que no se puede pedir a Bolivia que siga el ejemplo de Chile en materia económica y de inversiones, como reclaman algunas voces en España. “La situación chilena es totalmente diferente. No se trata de quién es más moderado y quién más radical ni tampoco de quién es más serio. Chile no privatizó sus recursos naturales, sino que mantuvo la propiedad de la mayor parte de sus recursos mineros desde el principio. Gracias a esto y a la buena gestión, pudo desarrollarse y hacer que el desarrollo se tradujera en beneficio para toda la población. En Bolivia esto no sucedió”, afirma el economista.

Tal como lo aseguró en su reciente visita a Bolivia, Stiglitz señaló que, a su juicio, la privatización de los hidrocarburos en Bolivia se hizo de manera ilegal, ya que no contó con el respaldo del Congreso, como exigía la legislación en ese país, ni consideró los intereses del pueblo boliviano.

“No se puede hablar de nacionalización porque la venta de activos no fue legal. Lo sorprendente es que se hayan mantenido durante tanto tiempo unos contratos que implicaban que los bolivianos recibían una parte ínfima de los beneficios y que no ayudaban para nada al desarrollo del país. Apenas recibían un 18% a partir de precios que eran menos de la mitad de lo que debían ser. Cuando se triplicaron los precios del petróleo, casi no era nada”, explica.

Y agrega: “Tenían que hacer algo para recuperar una parte justa de sus recursos, que es lo único que tienen para salir de la pobreza”, argumenta el economista, que cree que parte del revuelo se debe a que Evo Morales “no ha sabido hacer bien sus relaciones públicas”.

Repercusiones en Chile

En esta línea, Stiglitz dijo que la decisión del Presidente Evo Morales no tiene que perjudicar a nuestro país.

“Al contrario. Si Chile negocia ahora con Bolivia la compra de gas, tendrá más garantías, ya que los acuerdos serán estables porque contarán con un marco legal más transparente y con el apoyo de la población, lo que los hace más democráticos. Con la situación anterior, se corría el riesgo de que en cualquier momento asumiera un gobierno que decidiera acabar con todo y cortar los suministros de gas”, manifiesta.

Latinoamérica

Joseph Stiglitz, quien fue asesor económico jefe del Presidente estadounidense Bill Clinton, y una de las principales cabezas del Banco Mundial entre 1997 y 1999, es conocido por ser una de las voces críticas con las políticas liberalizadoras que este organismo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) promovieron en la década de los 90.

De visita en Barcelona, donde llegó con el objetivo de dictar una conferencia en la escuela de negocios IESE, habló de las consecuencias de estas políticas en Latinoamérica.

“Así como en China la liberalización ha resultado exitosa permitiendo que más de 300 millones de personas salieran de la pobreza, en Latinoamérica deja mucho que desear. En los últimos quince años ha crecido prácticamente lo mismo que en los años setenta y ochenta con sus propias políticas”, explica el economista.

“Argentina, uno de los países que más se liberalizó y más siguió las recetas, es uno de los que ha resultado más perjudicado. Bolivia también fue un alumno disciplinado, pero la población no ha visto las ganancias”, señala Stiglitz.

La excepción en la región, según Joseph Stiglitz, es Chile: “Su éxito se debe en parte a que no siguió al pie de la letra las reglas establecidas por el Consenso de Washington. Adaptó las políticas a su realidad manteniendo conceptos como la equidad y el combate de la pobreza”, concluye este premio Nobel de Economía.

“SU ??XITO (de Chile) se debe en parte a que no siguió al pie de la letra las reglas establecidas por el Consenso de Washington”.