Como parte del trabajo que desarrollo con la Universidad Privada Domingo Savio de Santa Cruz, Bolivia, comenzamos esta semana el programa de innovación educativa para los equipos de académicos que en ella se desempeñan.

Antes he escrito sobre innovar en educación, en relación a cambiar la mentalidad de los maestros y comprometerse con el propósito final del proceso educativo de producir un tipo de profesionales, personas y ciudadanos con competencias para desempeñarse con efectividad en el mundo de la globalización y la revolución digital. Se trata de explorar en las anomalías de la “entrega de conocimientos” que no produce competencias prácticas como desarrollar una iniciativa propia o mejorar la empleabilidad.

En la Universidad Privada Domingo Savio estamos consiguiendo socios entre los académicos para tomar con todo compromiso el desafío de transformar la educación universitaria en sintonía con los cambios del siglo XXI, hacer que los alumnos actúen con iniciativa, creatividad y capacidad de sentido, apropiando los desafíos y oportunidades de la globalización y la era tecnológica, con independecia de la “carrera” que estudian.

Tenemos muy buenas expectativas porque los académicos muestran disposición a poner toda su experiencia y formación académica para acometer este desafío de inovación, el que estamos seguro, hará una diferencia notable entre las universidades de Bolivia.