El liderazgo del Futuro

El mundo de flexibilidad y velocidad que vivimos hace necesario el liderazgo.
Ser jefe depende de la declaración de la autoridad, ser líder depende del reconocimiento del equipo y la comunidad.
El desafío del liderazgo consiste en mantener al equipo y a la comunidad comprometidos con horizontes ambiciosos y abiertos a nuevos desafíos, oportunidades y sucesivas adaptaciones.

Se trata, en el cambio acelerado, de motivar y comprometer a la comunidad a aprender y adoptar nuevas prácticas, explorar, experimentar y cultivar estándares de excelencia, al mismo tiempo que se comprometen con el cumplimiento de los compromisos de la organización.

El liderazgo es más que una suma de técnicas de dirección, administración y control de los equipos, sino que tiene un sentido mucho más creativo, participativo y satisfactorio.

El liderazgo permite realizar con más eficiencia el trabajo en el presente, pero también permite orientar la vida en la apropiación de la tradición, e inventar el futuro en las nuevas oportunidades que trae el cambio.
En cualquier caso, el desafío del liderazgo no es una tarea que un jefe deba desempeñar en solitario sino que la capacidad de motivar a las personas y articular sus principales capacidades.

El valor del líder, más que en desgastarse en intentar hacer y dar respuesta a todo, está en su capacidad de orquestar equipos y redes de colaboración.
Los líderes atisban las posibilidades de futuro y las transforman en oportunidades y amenazas que inspiran a sus comunidades. Con ese horizonte, enfocan sus esfuerzos, constituyen equipos y redes de colaboración, asignan roles y responsabilidades, crean planes de acción y de resultados.

Los líderes movilizan sus equipos hacia el futuro, los comprometen a las adaptaciones y aprendizajes que obliga el cambio, innovan explorando mundos diversos, constituyen redes sociales de colaboración y promueven la identidad del equipo y la comunidad.

Los líderes también recuperan el sentido original de la tarea, vocación y anhelos profundos del equipo, construyen pertenencia a la comunidad y celebran la capacidad de crear de las personas.


Liderazgo

El líder y su equipo: coordinar, enseñar y motivar

Los líderes no trabajan solos, saben que su capacidad depende de articular las capacidades que existen en el equipo y en las redes sociales en que se desenvuelven. No piensan solos, saben que en las conversaciones con otros se inventan las alternativas y oportunidades del futuro.

Los líderes dirigen, orientan y motivan a sus equipos, coordinando compromisos, proponiendo horizontes y abriendo posibilidades para cada integrante del equipo.

Los líderes coordinan a sus equipos, estableciendo roles con responsabilidades a cada integrante, estableciendo compromisos de acción con condiciones explícitas de tiempo y resultados, organizando redes de compromisos entre los integrantes y evaluando el cumplimiento.

Los líderes se comprometen con el desarrollo de sus equipos. En el contexto de cambio acelerado del mundo, se trata que el equipo actualice las competencias técnicas que requiere su trabajo, y fortalecer las capacidades de gestión, coordinación y colaboración al interior del equipo.

Los líderes establecen compromisos de carrera con sus equipos, los evalúan y orientan en el desarrollo de nuevas capacidades.

Los líderes orientan los estados de ánimo de sus equipos hacia la acción. Se trata que el equipo actúe con ambición, responsabilidad y alegría, y conseguir la tonalidad necesaria para disposiciones de serenidad, urgencia, especulación o resolución, cuando ello sea necesario. Las conversaciones de futuro, la cercanía al equipo, la evaluaciones que destacan logros y corrigen deficiencias, y las celebraciones son elementos de motivación del equipo.

Liderazgo