Normalmente la aversión entre ciencia y religión ha venido desde esta última, pero esta vez le tocó a la ciencia, que también tiene su historia de sectarismo y exclusiones. Thomas Kuhn tiene muy buenos ejemplos de cómo la ciencia ha venido evolucionando a través de revoluciones que han tenido mucho de políticas.
Esta vez le tocó verse implicado en un conflicto con ???la ciencia??? al Dalai Lama, persona difícilmente de superar en curiosidad, apertura y flexibilidad ante el saber universal. En efecto, científicos americanos se oponen y amenazan boicotear una conferencia en que se reflexiona en torno de resultados de estudios de la mente comparando el funcionamiento del cerebro entre personas comunes de nuestra cultura ???occidental??? y monjes experimentados en meditación. Pueden ser discutibles los resultados, pero oponerse a debatir es una muestra de nuestra naturaleza humana tan de contrastes, que hasta en los lugares más luminosos podemos encontrar puntos oscuros.
Hay un excelente libro Emociones Destructivas, donde Daniel Goleman (inteligencia emocional) relata estos estudios de la mente durante la reunión entre el Dalai Lama y científicos americanos. Algo sobrecogedor es que este libro fue la última reunión de estos diálogos sobre ciencia y sabiduría en que participó el biólogo Francisco Varela antes de su muerte. De hecho participó en la primera parte en Dharamsala, al norte de la India, sede del exilio del Dalai Lama y en la segunda en estados Unidos, sólo participó por video conferencia, desde su habitación en Paris. El libro comienza con la declaración del Dalai Lama, donde lo declara su inolvidable hermano.
Les ofrezco este artículo en que Sara Guevara relata el actual conflicto: aquí