Antonio Núñez López: elpais. Como colonias de pingüinos sobre icebergs, vivimos cada día en menos
espacio, en contacto permanente y generando un ruido ensordecedor.
Gracias a las nuevas tecnologías, nos comunicamos con más frecuencia
que nunca, en tiempo real y sin apenas limitaciones de tiempo,
distancia o coste. Puede que nuestra comunicación sea más emocional,
más superficial e impulsiva que antes, pero a cambio es más
democrática. Para hacerse oír ya no es necesario disponer de los
recursos de las grandes empresas, los partidos políticos o los grupos
mediáticos. Cualquier miembro anónimo de la colonia puede lanzar un
mensaje que, viajando de persona en persona, de clic en clic
informático, puede alcanzar una difusión planetaria o convocar a todo
un país a las plazas…Sigue