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Long Tail

Noticias Noviembre 14, 2007

La Banca 2.0

Mi trabajo de asesoría durante 2007, me ha abierto a preguntas desafiantes de cómo relacionar las tendencias de innovación en la red, la llamada web 2.0, long tail o wikinomía, con oportunidades concretas para el negocio de la Banca. Este es un primer acercamiento en esa dirección, de cómo alentar el liderazgo hacia la innovación en la reinvención del negocio como comunidades colaborativas, compuestas por diversos nichos de intereses e identidades.
Noticias Octubre 21, 2007

RadioHead regalar la música …como negocio

Estoy escribiendo mi propio avance a modo de mapa de emprender e innovar en esta era 2.0, de web, negocios, política y cultura 2.0. Los rasgos sobresalientes son la creatividad abierta a todos, la participación en redes globales sociales, de negocios y culturales, la gratuidad de casi todo pero con modelo de negocio (?), la re-mezcla de lo que se mueva, las opiniones personales y una larga cola de nichos y posibilidades al parecer infinitas. En fin, un cambio de poder radical, empoderamiento de las masas y desafío al poder de los medios, la economía y la política. Simplemente apasionante. Me he sometido a horas interminables de experiencias de blogging, YouTube, Google Earth, MySpace, facebook, conferencias en Skype, technorati, del.icio.us, podcaster, audacity y la conmocionante SecondLife. Todo intentando comprender ese mundo de maravillas y amenazas que irrumpe por lado y lado. Mi pronóstico es de mucha esperanza. Por ahora, un artículo de El Mercurio sobre cómo se transforma la industria de la música, no te lo pierdas: Radiohead colgó su último disco In Rainbow en internet y el precio lo pone cada interesado.

EL COMIENZO DE UNA NUEVA ERA. De la red al concierto, sin discos de por medio:

No mates la música, mata al intermediario

Macarena García G.

Radiohead colgó su último disco en internet para que usted lo descargue al precio que quiera. Frente al derrumbe de las ventas, una opción es apostar por la difusión en la red y los dividendos en vivo.

Si usted ya descargó el último disco de Radiohead, sáltese este párrafo. Esto es para neófitos y es simple: la banda inglesa decidió colgar su último LP en el anchísimo ciberespacio, para que cada fan -o mero interesado- lo bajara en formato MP3, pagando el precio que así estimara. Según la RAE, la primera acepción de "estimar" es valorar o poner precio. Después viene lo de apreciar, querer. Y lo de Radiohead tiene que ver con las dos: con seguidores que les aprecian y bajan su último disco poniéndole el precio que les parece justo.

¿Cuánto queremos a Radiohead?

Todavía no se sabe lo que más importa: cuántos y por cuánto bajaron In Rainbow, el disco y termómetro de amor a una banda y de fe en un nuevo modelo de negocio. Pero un diario británico hizo su propia encuesta y compartió las conclusiones: del primer millón de descargas, un tercio no habría pagado ni un peso. Pero el 70 por ciento restante habría sido muy generoso, muchos, permitiendo que se les cargaran más de 20 dólares a su tarjeta de crédito. El balance arrojó un promedio de ocho dólares, que es poco menos de lo que se paga en una disquería y mucho más del exiguo 7% que obtiene una banda cualquiera en concepto de derecho de autor por cada unidad vendida. Es cierto que Radiohead debe cobrar un porcentaje bastante más alto, pero aún así, podría estar cerrando un negocio redondo.

Y si no, si los internautas hubiesen mentido en la encuesta del diario, sigue siendo probable que el quintento británico salga de ésta ganando algo más que prestigio y fidelidad de parte de sus fans. Porque ese incontenible intercambio de archivos por internet que lleva casi una década escabulléndose de las sanciones, ha hecho que los dólares no lleguen en caja de acrílico con carátula. Los billetes están en el show, los escenarios, los auspiciadores y las cada vez más cotizadas ubicaciones VIP para ver de cerca eso que escuchamos en formato MP3. Se venderán menos discos, pero se escuchan más canciones. Se corea mucho más.

Pollstar, revista americana especializada en la industria, aplaudía en enero al dar a conocer su tradicional informe de fin de año. Durante 2006, los estadounidenses habían comprado 38 millones de entradas para conciertos de las cien giras más importantes del año, se había batido un récord. Párrafo seguido, anunciaban que cada una de esas entradas había costado 8 dólares más que el año anterior, lo que confirmaba que la curva de cuánto pagamos por ver música en vivo tiene el aspecto de un camino al cielo. Sin escaleras.

En Chile, no hay quién recopile esas cifras, pero basta recordar que el año pasado las entradas para U2 costaban desde 18 mil pesos (en el último rincón del Estadio Nacional) hasta 175 mil (sentados en Pacífico), más el siempre molesto recargo por la transacción que llegaba hasta los 10 mil pesos. En 1998, el conjunto que ya era tan famoso como hoy (y probablemente más de moda) cobró desde 9 mil pesos por ver su show.

Las giras son la mina de oro. Tanto, que Madonna anunció el miércoles que dejará la discográfica Warner Bross para firmar un contrato de 120 millones de dólares con la productora de conciertos Live Music. Aún no se sabe si seguirá editando discos o cambiará por completo el negocio; lo que sí es que la artista más taquillera de la historia suele saber bien dónde pisa y pisará. Oasis, Jamiroquai y Nine Inch Nails salieron tras Radiohead a decir que les parecía buena la idea; son tres bandas exitosas sin contratos vigentes, lo que los deja a las puertas de internet.

Pero esto no se trata sólo de grandes. De hecho, quizá las más importantes perspectivas las tienen los pequeños, las tiernamente llamadas baby bands, que no han firmado con un sello ni tienen grandes expectativas. Las ventas mundiales de música se han caído, digamos derrumbado, en más de un 20% desde 2000, por lo que ni la búsqueda de nuevos talentos ni la promoción de los mismos es un fuerte en la atribulada industria de hoy. La banda-guagua tiene que buscárselas por sí misma y el portal Myspace.com es quizá la mejor plataforma para dar con esos fanáticos que tienen que existir en alguna punta del mundo. Ese fue el caso de Arctic Monkeys, una banda que se hizo famosa gracias a ese portal y al boca a boca que llevó a millones a descargar sus primeros singles. La fama virtual los llevó al mundo de las cajas de acrílico y su disco debut batió récord en Inglaterra como el mejor álbum vendido en las primeras semanas (de paso destronaron a los todopoderosos Oasis). En Chile, este boca a boca (o email a email) catapultó a la fama a la cantante pop española La Prohibida, quien, sorprendida, enumeró a nuestro país como uno de los tres donde ha tenido más éxito. Aunque aquí no esté editada y ella misma, en una entrevista en Via X, recomendó adquirir su disco en "Emule Records". (Para neófitos y lectores más adultos: Emule es uno de los programas que permiten descargar archivos de de forma ilegal).

99 centavos

La primera versión de Napster, el software pionero en intercambio de música, fue lanzada en 1999. En 2000 su icono estaba en los computadores de todo el mundo. Un año más tarde desaparecía del mapa y enfrentaba un juicio con la RIAA, asociación de la industria discográfica estadounidense que no pudo parar el intercambio de archivos mp3, pero al menos frenó a Napster y a los inversionistas que querían poner allí avisos publicitarios. Pronto fue sucedido por Audiogalaxy, Kazaa, Gnutella y otros tantos que buscaban quedarse con el sitial del favorito. Paralelamente, Apple lanzó Itunes, software y tienda virtual programada para cargar de música los cada vez más populares Ipods. Allí, una canción cuesta 99 centavos de dólar y, aunque lidera el mercado legal de la música online, el año pasado sólo facturaron 2 mil millones de dólares. Sí, puede parecer mucho, pero con un par de datos más y matemáticas se llega a la conclusión que en cada Ipod vendido por Apple sólo hay 22 canciones compradas en Itunes. Dos discos. Nada, para un mundo de gigas destinados a la música.

En Apple no se preocupan mayormente. Según Steve Jobs, el negocio de ellos no es vender música, sino aparatos para escucharla. El presidente de Apple cometió la imprudencia de explicar que la mayor parte de esos 99 centavos se la lleva el sello discográfico, el famoso intermediario. Las quejas de los artistas no demoraron; en CNN, el dúo británico Pet Shop Boys confesó que no tenían la más pequeña idea de cuánto ganaban ellos por cada canción comprada en Itunes. Una decepción para quienes veían en el cuidado diseño de Ipods y Itunes, un vanguardista modelo de negocio.

Vender música por internet es como vender nieve en el Polo Norte. Pero hay otros que confían en ofrecer más o mejor lo que abunda. Esa es también la apuesta de Raphsody, un servicio de música por suscripción, cual tele por cable, con la gracia que las canciones están menos comprimidas que lo habitual en una descarga. Todavía hay quienes defienden el futuro de esta tarifa plana musical, pero en sus cinco años de vida el modelo no ha logrado exportarse fuera de EE.UU.

¿En qué quedamos?

Lo de Radiohead fue, ante todo, mala publicidad para las disqueras. Una demostración de los vacíos en su rol y, eventualmente, será la prueba de que el modelo comercial online debe buscarse priorizando esa afectiva relación establecida entre fanático y banda. Pero todavía no está claro. El sitio chileno Viral.cl publicó esta semana un post provocativo, titulado "El Tongo de Radiohead", en el que criticaban la baja calidad de las canciones que ofreció el quintento británico. Allí copian una irónica cita de Jonny Greenwood, guitarrista de la banda, declarando que no era la idea que sonara como un CD, "porque solo un CD puede sonar como un CD". ¿En qué quedamos?

En Chile, los Ipod son ilegales

La música que se sube a los Ipods -esa obra maestra de diseño y chips creada por Apple- puede provenir de tres canteras: la compra a través del sitio de Itunes, la descarga (ilegal) de archivos Mp3 o la copia de canciones de un disco presuntamente adquirido en una tienda. El problema es que Itunes Store, donde cada canción cuesta 99 centavos de dólar, no acepta tarjetas de crédito chilenas. Estamos al margen de ese mercado y, también, imposibilitados legalmente -aunque eso signifique poco- de copiar los CD comprados en nuestros computadores. "Teóricamente, teóricamente, si copias el disco y lo pasas al Ipod es delito. Está penado por 5 a 50 UTM y presidio menor en su grado mínimo", explica Rodrigo Velasco, músico y especialista en derechos de autor. Velasco también explica que nadie lo persigue y que probablemente pronto se legislara el derecho a la "copia privada", que nos facultaría para escuchar canciones en nuestro computador, grabarle un disco a una tía y darle uso legal a nuestros reproductores digitales. Pero hoy no queda otra que convertirse en delincuente.

Las canciones más caras de la historia

Jammie Thomas pagó por todos. Esta madre soltera de dos hijos y treinta años de edad tenía en su computador 1.702 canciones cuando un tribunal de EE.UU. la notificó de un juicio por violación del derecho de autor. A principios de octubre, recibió sentencia por haber compartido 24 de esos temas a través del popular software Kazaa. La multa ascendió a 220.000 dólares; seis millones y medio de pesos chilenos por cada una de las canciones pirateadas.

Thomas es la primera norteamericana condenada y la sigue una lista de 260 mil procesados que tuvieron la mala suerte de estar conectados a Kazaa en la fecha de la redada. En algunos países europeos -Francia, Alemania, Suecia y República Checa-, también se han iniciado procesos contra piratas individuales, pero en muchos casos las multas (bastante más económicas) no fueron cobradas después de evidenciarse la impopularidad de estas sanciones. Cartas de artistas y manifestaciones populares demostraron la férrea adhesión de la sociedad hacia quienes tildaron de "chivos expiatorios".

Los Radiohead chilenos

Para los grupos locales, internet es ante todo una buena plataforma de difusión en tiempos en los que las disqueras apuestan por grandes nombres y confían poco en los cada vez menos rentables nuevos talentos.

En 2005, los chicos de La Rue Morgue cansados de pelear con las casas discográficas decidieron regalar su tercer LP, "Distinto", a través del sitio web Terra. "Lo hicimos a partir de lo que había hecho George Michael y nos dijimos 'hagamos un lanzamiento mundial de nuestro disco'", explica Francisco Valenzuela, frontman de la banda. La idea era difundirlo más y conseguir más contratos para tocar, que es el momento en que los músicos sí sacan cuentas azules. "Recuerdo que fuimos a Punta Arenas y allá las niñas se sabían todas las canciones, probablemente eso fue porque lo bajaron", cuenta Rodrigo Velasco, guitarrista de Rue Morgue. Pero Valenzuela lamenta que las radios no hayan tenido la misma disposición que hacia un disco editado por una discográfica: "Nos costó mucho que salieran las canciones en la radio, eso es algo que dan los sellos y que es muy difícil autogestionarlo. Tuvimos menos tocatas de las que calculamos cuando decidimos regalarlo por internet".

Sin embargo, hay quienes siguen ese modelo. La Legua York, PapaNegro y CHC han colgado sus discos plegándose a la licencia Creative Commons, que incentiva la copia sin fines de lucro.

Noticias Octubre 3, 2007

Sobre Guy Kawasaki y su Truemors

foto por nobihaya.

digitalistas. Uno de los personajes más famosos de Silicon Valley es Guy Kawasaki. Una imagen de gurú construida desde su experiencia en los 80 y 90 en el área de marketing de Apple y luego como fundador de Garage Technology Ventures, una de las tantas firmas de capital riesgo de la región. Su libro The art of the start es uno de los best sellers obligados en el prestigioso MBA de Stanford.

Guy acaba de lanzar en mayo pasado y con un poco más de diez mil dólares la startup Truemors, una plataforma de true rumors (rumores verdaderos) producidos por los lectores y con ciertas similitudes a Digg o Fark. Lo interesante del asunto es que, aunque se trate de un venture capitalist, Kawasaki afirma que no necesitó más que ese dinero para empezar la empresa, en contraste con los millones que a veces reciben las nuevas compañías Web 2.0. La verdad es que pocas veces se tiene idea de cuando un proyecto será exitoso. Cuando comenzó Google era el decimoquinto proyecto de motor de búsqueda existente, y los creadores de Yahoo ni siquiera tenían business plan. O sea que, desde adentro, Kawasaki cuestiona el modelo de venture capital, omnipresente aquí en el valle. Les recomiendo seguirlo a Kawasaki on Twitter.

Mientras, yo estoy precisamente tomando un curso en Stanford "Start Ups: From Idea to IPO", dictado por Jim Healy de Sofinnova Ventures, donde, con honestidad, muestra las cartas de los capitalistas de riesgos. Me debo una reflexión sobre el curso que llevará varios posts, cuando me haga un tiempo luego de algunos compromisos.
Noticias Septiembre 8, 2007

Chris Anderson: internet en los negocios

¿Cuánto impactará internet en los negocios?

Qué Pasa. Chris Anderson, editor de la revista Wired y autor del best seller Long Tail, delinea aquí el futuro de la red.

Por Josefina Ríos

A fines de 2004, Chris Anderson (46), editor general de Wired, la mejor revista tecnológica del mundo, escribió un revolucionario artículo sobre un nuevo modelo de negocios que está surgiendo en internet. Lo bautizó como long tail -"cola larga"- y en palabras de Anderson la tesis da cuenta de la vida más allá de los éxitos o hits. "El efecto 'long tail' es lo que sucede con nuestra cultura y economía cuando cambiamos desde una orientación a los mercados de masa hacia una enfocada a un millón de mercados de nichos", subraya. Esto sucede principalmente porque el mundo virtual es un espacio ilimitado donde todo cabe y no existen los límites espaciales y geográficos.

La teoría tuvo un eco profundo que se cristalizó en un blog de discusión permanente y, posteriormente, en 2006, en un libro titulado "The long tail: why the future of business is selling less of more". El texto hoy es un best seller y lectura obligada para los amantes de internet y empresarios que encuentran ahí la clave para enfrentar la economía del siglo XXI.

En esta entrevista, Chris Anderson explica a Qué Pasa la revolución que se vive en la web y lo que se debe esperar de ella. Además, adelanta el contenido de Free, su nueva apuesta editorial para 2009.

-Internet ha sido un factor clave en el desarrollo de lo que usted denominó como "long tail", ¿cómo cree que la web influirá en el comercio y el marketing durante las próximas décadas?

-La razón por la que internet se ha transformado en un factor clave es porque es un espacio de mercado con infinitas estanterías. Es el primer mercado en la historia en donde hay lugar para todo. Lo que esencialmente cambia en la estrategia de marketing es que ahora estamos frente a un mercado condicionado por el poder del "boca a boca" y con los consumidores comunicándose activamente unos con otros. Es lo que llamamos un mercado "puerto a puerto". Entonces pienso que el marketing objetivo deberá alentar a los consumidores para que ellos marketeen los productos más que las empresas marketear los contenidos hacia los clientes.

-¿En qué etapa de desarrollo del modelo "long tail" nos encontramos?

-Recién empezando. Estamos viendo nacer una generación que creció con internet funcionando en pleno, gente que está acostumbrada a tener todo disponible y encontrar todo lo que ellos quieran. Esas personas tienen menos de 25 años, pero cuando dicha generación crezca, pienso que podremos ver que ese comportamiento dominará la cultura.

-¿Cuánto tiempo cree que tardará este movimiento en consolidarse?

-Es un proceso gradual. Hoy, por ejemplo, en la industria musical la "long tail" ya ganó. YouTube también está transformando la televisión y los blogs hacen lo mismo con los medios de comunicación tradicionales.

-La "long tail" está íntimamente ligada con la industria del entretenimiento y el tiempo libre, pero ¿puede transformarse en un punto clave en el comercio de otros bienes más sofisticados, como el sector inmobiliario o el área de servicios?

-En el tema de los servicios es fácil, pues todo puede ser un servicio. En este sentido, Google es el paradigma de la "long tail". Tiene un área de "long tail" de avisaje, también en los autoeditores a través de todos los blogs que se encuentran en él. En el caso de bienes materiales, puedes observar ejemplos de "long tail" donde no esperarías encontrar. Por ejemplo, en Estados Unidos el principal fabricante de cervezas es Anheuser Busch. Ellos tienen una nueva división llamada Long Tail Libations -Alcoholes "long tail"-, que es la aplicación de este modelo en las cervezas: producen cervezas de nicho, artesanales, macrobióticas y hasta una antialérgica, sin gluten y hecha de soya. Y bueno, resulta que hay demanda para todas ellas.

-¿Entonces la "long tail" también podrá aplicarse a los negocios offline?

-Claro. Sí es menos revolucionario fuera de internet, porque esos mercados tienen estanterías limitadas. Pero estamos empezando a ver el florecimiento de micromercados en todas partes. Por ejemplo, la comida orgánica solía ser de nicho y hoy existe una demanda por ella en todo el planeta. Miremos el caso del café: hoy existen más de 19 mil variedades. Lo mismo hemos visto con las aguas minerales y con el chocolate.

-Siguiendo esta lógica, sin embargo, la economía de nichos está relacionada con una economía elitista más que a una democratizadora como se la asoció en un comienzo.

-Bueno cuando hablamos de chocolate o cerveza tienes razón. Pero, ¿qué pasa con la música? La música "long tail" que se encuentra en internet es gratis, los videos de YouTube son gratis. De hecho, mi próximo libro se llamará "Free" (gratis). Cuando miras lo que la "cola larga" ha hecho con la cultura te das cuenta de que es inmensamente igualitaria y poco elitista. El modelo antiguo sí lo era, porque sólo los best sellers estaban disponibles para los consumidores. Ahora todo está al alcance de todos e incluso muchos de los productos son gratuitos.

El mundo "gratis"

-¿Qué nuevo fenómeno analizará en "Free"?

-El libro lo entregaré gratuitamente por internet y está pensado para 2009, así es que aún falta un buen tiempo. Fundamentalmente trata sobre el modelo de negocios que internet creó y está masificando: hacer dinero a través de la gratuidad. Skype entrega telefonía gratuita, YouTube ofrece videos gratis, Yahoo da el servicio de e-mail y bodegaje de correo también sin costos. Todo es gratis en internet y pese a eso la web se ha convertido en el más poderoso conductor de la economía en el planeta. Esto es una paradoja fascinante. El libro se pasea por esta historia, mostrando casos y ejemplos, y proyectando hacia el futuro, sobre todo en países como China, donde ya no puedes vender contenidos porque la piratería ha hecho imposible comercializar música o DVD. Sin embargo, los artistas siguen ganando dinero gracias a la venta de su imagen y también por las taquillas de los conciertos. La industria de la música es un clásico para estudiar: vender música está hacia la baja, pero las utilidades por los conciertos suben. Puedes duplicar un CD, pero no la presencia física del artista.

-¿Cree que con la consolidación de internet y los mercados de nicho, en el futuro desaparecerá la cultura popular, compartida por la gente a través de la TV, la música y los libros?

-No, ése es un clásico malentendido. La "long tail" no significa el fin de la cultura popular y definitivamente seguirán existiendo los mercados de masas. Lo que pasa es que ya no habrá un monopolio de los blockbusters y los best sellers: tendrán que convivir con los nichos.

-En este esquema queda poco espacio para las economías de escala, ¿qué pasará con los productores?

-Las economías de escala son geniales y si se puede levantar más blockbuster, ¡por favor háganlo! El problema es que eso es muy difícil. Yo estoy en el negocio de los blockbusters: diariamente trabajo para Conde Nast -el mayor conglomerado de revistas de Estados Unidos, entre las cuales se cuenta Wired-, y lo que tratamos de hacer es producir hits. Pero sucede que cada vez es más imposible predecir si un producto se convertirá en hit o no. Entonces, en vez de jugarte todas tus cartas en bienes o contenidos que se benefician de las economías de escala, también puedes tratar de apuntar a mercados más acotados, donde los blockbuster no son tan importantes.

-¿Internet vino a consolidar la idea del capitalismo abierto donde todos realmente participan de la economía?

-Internet es el paradigma del acceso abierto al mercado. Todo el mundo puede participar, ya sean amateurs o profesionales, individuos o compañías. Es el espacio de mercado más democrático en toda la historia.

-Los buscadores cada vez toman más importancia en internet. ¿Cómo se puede garantizar que los filtros son lo suficientemente democráticos y abiertos y no un tipo de guía para llegar a los productos y contenidos que las empresas quieren vender a los consumidores?

-Si entiendes los mecanismos de Google y otros buscadores te das cuenta de que lo que miden es el poder del boca a boca; es decir nos miden a nosotros. Una compañía puede tratar de influir, pero es muy difícil que lo logre, porque los mecanismos son muy buenos en medir el sentir de la gente, ya que cualquier persona puede crear un hipervínculo y Google lo que hace es medir estos hipervínculos y ésa es la fuerza democrática más importante de la historia: son votos individuales de gente común. Tu puedes comprar avisaje en Google, pero aparecerás en los centros de sponsors, no en el centro orgánico de búsqueda.

-Los "agregadores" son otra parte importante de la teoría. Hoy en día existe un grupo bastante concentrado de éstos, ¿puede este grupo garantizar una oferta realmente diversa y abierta de productos?

-Eso es verdad. Google, Amazon y compañía dominan el espacio. Pero creo que las cosas cambiarán. Por ejemplo, antes de Google existían otros motores de búsqueda y hoy existen muchos sitios donde compartir videos además de YouTube. Yo estoy en Silicon Valley donde al menos ya existen 100 competidores de YouTube… y éste tiene exactamente 14 meses de vida.

-¿Qué diferencias atisba en la evolución de internet en los países o mercados desarrollados y en aquellos en vías de desarrollo?

-Obviamente para ver la "long tail" trabajando en plenitud necesitas computadores, internet y acceso a banda ancha para la mayoría de la población. Pero hay un montón de economías en vías de desarrollo, como China, que tienen un acceso a internet bastante grande y puedes ver el fenómeno en forma dramática allá. Si funciona en China, pienso que puede funcionar en cualquier economía en desarrollo en el futuro cercano. Existe, además, otro aspecto del que no hemos hablado y que no es del lado del consumidor, sino del oferente. Podemos hablar, por ejemplo, de que los brasileños hoy tienen mayor acceso a mayor cantidad información sobre su cultura. Pero ¿qué hay del mundo que gracias a internet logra acceder a la cultura de los brasileños? Hay todo un mercado que se abre. Esto es lo que llamamos la diáspora del cricket: es el deporte más practicado en India y Pakistán. Sin embargo, en EE.UU., donde viven más de 25 millones de indios, el cricket no es televisado, porque la TV estadounidense se orienta hacia una economía de hits. Como vemos hay demanda para todo tipo de oferta, quizás no concentrada en un lugar, pero sí la hay. Vislumbro un mercado global para la cultura y eso es genial, porque podemos elegir lo que necesitamos y no tenemos por qué limitarnos a lo que la gente que nos rodea quiere que queramos.

-¿Qué pasará con internet en los próximos 10 años?

-Me temo que esa respuesta da para todo un nuevo libro. La respuesta simple, en todo caso, es "más de lo mismo": rapidez, más ubicuidad, más inalámbrico, etc.

Ver Videos de Chris Anderson Aquí.