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Reconocer la Emoción: ¿Qué tipo de emoción me embarga? ¿Agradable o desagradable? ¿En qué la observo corporalmente? ¿En qué “rollo” (conversación o discurso) me encuentro atrapado? ¿qué repite esa voz interior?
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Recuperar el propósito: ¿Qué busco yo para mi con el trabajo que tengo que hacer? ¿quién lo espera (cliente)? ¿qué espera y necesita de este trabajo? ¿en qué le ayudará o qué hará con el resultado de mi trabajo?
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Establecer la totalidad de tus compromisos: ¿Qué tareas o compromisos tengo pendientes? Es clave listar todas las tareas pendientes que tienes (resultados, fechas, responsables, tus proveedores, destinatario o cliente): todas, hasta las más mínimas.
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Priorizar y cancelar compromisos: ¿Cuáles son más importantes, cuáles son urgentes, cuáles prescindibles? Se trata de jerarquizar los pendientes, para asumir los importantes y los urgentes, y especialmente cuáles debes descartar, porque No todo se puede hacer. Esta conversación sólo será valida una vez que acuerdes con tu jefe o cliente una propuesta concreta de compromsos por realziar y cancelar.
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Pedir Ayuda: ¿quién me puede ayudar con mi trabajo? ¿Quién podría o debiera asumir parte de mis compromisos? Debes tener presente que siempre estamos trabajando y viviendo en redes con otras personas, con compromisos explícitos e implícitos de colaboración y coordinación con otros. En concreto, establecer personas a quienes pedir ayuda para establcer plazos claros de tareas que tu necesitas de ellos, transferirles algunas de tus promesas, y validarlo con tu jefe o cliente.
A quienes les interese el la
comunicación, el liderazgo, el poder …y los recursos humanos, no pueden
perderse esta película española, El Método de Marcelo Piñeyro. Con un formato estilo cine gringo
de los 50, de intenso ambiente de encierro, siete postulantes a un puesto de
ejecutivo a una empresa compiten a partir de un método del que desconocen las
reglas. A pesar que falla a ratos con ciertas exageraciones artificiosas y una ingenua
moralina anti globalización, la película atrapa porque logra mostrar a las
personas enfrentadas al poder, a confrontarse entre su conciencia y sus
intereses, y a atmósferas de desconfianza. Es fácil reconocer prototipos y a uno mismo en situaciones de conflicto. Enteramente recomendable.
Algunas escenas aquí:
redes. Sin
seguidores no hay líderes. Y sin líderes las sociedades se hubieran hundido en
conflictos insolubles. ¿Cómo elegimos ahora a quienes nos lideran? ¿Cómo lo
hacíamos antes?
En dos millones y medio de años no hemos mejorado en la manera de escoger a
nuestros líderes. Son necesarios, como lo son los seguidores, para llevar una
sociedad adelante sin que se disgregue por los conflictos. Eduardo Punset
debate sobre los criterios evolutivos en la elección de un buen líder con el
psicólogo social Mark van Vugt,
investigador de la Universidad de Kent.
Para ampliar:
- Follow
me: The origins of leadership, artículo (para suscriptores)
escrito por Mark van Vugt en la New Scientist. (En la web de van Vugt es
posible descargar el artículo en jpg: páginas 1; 2; 3 y 4.) - Mark van Vugt
participará del congreso Values and
Empathy across Social Barriers: A Neurocognitive Approach to Fairness
que organizan “El cervell social“, la
cátedra de neurociencias y sociedad de la UAB, la New York Academy of
Sciences, la Fundació Catalana per a la Recerca i la Innovació, y la la
European Science Foundation. El programa completo del congreso está
disponible en PDF aquí.