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Febrero 2009

Noticias Febrero 25, 2009

Segunda Etapa Empresarias América Latina – Santiago de Chile

Este Lunes
2 de Marzo de 2009 iniciamos en Santiago de Chile
la segunda etapa del Curso de Formación de
Empresarias de América Latina, Construir la Diferencia, que realizamos en
conjunto con Cestas, la Facultad de Psicología de la Universidad Diego Portales
y Construyendo Mis Sueños, del Departamento de Ingeniería Industrial de la
Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, y el patrocinio de la Cooperación Italiana al Desarrollo.

La primera
etapa la realizamos a distancia en sesiones online en internet y nos centramos
en la capacidad emprendedora como compromiso con crear ofertas y hacer negocios,
escuchando a los clientes, colaborar en red y apropiándose de las tecnologías
web 2.0.

La segunda
etapa la realizaremos en conjunto con Construyendo Mis Sueños y está centrada
en la profundización de habilidades empresariales, en torno de la construcción
de planes de negocio y el conocimiento a fondo de los rubros de negocio que
cultivan las participantes. Todo realizado en un enfoque basado en experiencias
y ejercicios reales.

En paralelo continuaremos
el trabajo de emprendimiento, centrado en el fortalecimiento del compromiso
como empresarias, la colaboración en redes y la apropiación de las tecnologías.

Estas cinco
semanas serán también el inicio de la Red de Empresarias de América Latina (inscríbete aquí), el
espacio virtual donde todas las empresarias tendrán la oportunidad de
participar anunciando sus negocios, colaborando con otras mujeres de nuestros
países, explorando oportunidades de innovación, ventas y financiamiento, y avanzando en explotar la riqueza social y de
negocio que tienen las tecnologías.

La invitación es para que todas sigan el proceso y se integren en nuestra comunidad de empresarias. ¡Las esperamos!

Noticias Febrero 25, 2009

Alvin Toffler: educación en el mundo que viene

emol. Un punto importante que también alcanza a Estados Unidos,
sería eliminar todos los sistemas educativos que preparan a los chicos para
trabajar en modelos industriales o de factorías. Nuestros sistemas educativos
hoy simulan el modelo de las fábricas, en las que los chicos siguen un horario
fijo de ingreso y salida, y una rutina al estilo de un trabajo cualquiera, lo
que estuvo bien mientras duró la sociedad de masas. Preparamos a los chicos
para trabajos que, en su esencia, serán una suerte de línea de ensamblaje aun
cuando esos empleos resultarán cada vez más escasos, y no avanzamos hacia una
economía basada en el conocimiento individual. Por tanto, es necesario
transformar este sistema masivo de educación, algo que será extremadamente
difícil de lograr. Es obvio que los sindicatos de profesores se resistirán a
estos cambios porque de manera comprensible buscarán proteger sus puestos de
trabajo, pero aun así debe darse un replanteo radical de la educación. ¡¿Cómo
se combina lo que hoy aprenden los chicos en la escuela con lo que aprenden en
internet o en la calle?! El modelo en
que se mueven los maestros es injusto para los chicos porque preparan a los
chicos para ayer, no para mañana
. La “escuela del mañana”, será
muy distinta de las actuales: debería funcionar las 24 horas del día, ofrecer
un servicio adaptado a las necesidades y los intereses de cada alumno y de las
empresas, y con un currículo interdisciplinario no sólo en cuanto contenidos,
sino también por sus exponentes. ¿Por qué las clases deberían darlas sólo los
maestros? Quienes a su vez deberían pasar parte de su tiempo en el mundo
empresarial y todos aquellos que tengan algo para dar ¿Por qué no sumar a las
aulas a quienes sin ser maestros, pueden ofrecerles otras perspectivas de
aprendizaje a los chicos? ¿Por qué no sentarlos durante media hora, una hora o
lo que fuere con un piloto de avión? ¿O con un cocinero, un empleado de oficina
o un empresario? Que se genere una ida y vuelta: ¿qué haces? ¿Cómo es tu vida
diaria? Y, más relevante aún, ¿cómo introducir a los estudiantes al mundo
actual, a la vanguardia de la tecnología de la información, cuando los maestros
conocen tanto o menos de ellas que los alumnos?




Contra lo que muchos aseguran, el futurólogo cree
que éste no será el siglo de China. Ni tampoco de India. También adelanta que
la crisis empeorará, critica la compra de armas de países latinoamericanos y
propone un cambio radical en el sistema educativo. Para él, el porvenir sólo
está asegurado para quienes desarrollen un pensamiento crítico y aprendan a
tomar decisiones veloces.
La hora
acordada pasó de largo. Por fortuna, el célebre escritor y
“futurista” Alvin Toffler se lo toma con calma, mientras prepara sus
maletas para volar junto a su mujer, Heidi, rumbo a otra ciudad y otros compromisos.

Por
Hugo Alconada Mon, Desde Fairfax, Virginia, EE.UU.

-Usted sabe cómo es el tráfico por estos días.

-(Se ríe) Oh, sí, todos sabemos cómo es.
¡Lamento que haya quedado estancado en ese problema propio de “la segunda
ola” en el camino!

Toffler regala una sonora carcajada que
refleja sus vigorosos 80 años. Es uno de los intelectuales más respetados del
mundo. Autor, entre otros libros, del ya legendario La Tercera Ola , Toffler
sostiene que la humanidad encara su tercer capítulo. El primero fue el pasaje de
la civilización nómada a la agraria; la segunda ola fue la Revolución
Industrial y la sociedad de masas, la burocracia y las corporaciones; y la
tercera es la que se desarrolla ante nuestros ojos, con el nacimiento de una
sociedad postindustrial.

Un parto que, claro está, no es homogéneo ni
simultáneo alrededor del planeta. O, como prefiere decir él, “el cambio no
es lineal; puede ir hacia atrás, hacia adelante o hacia los costados”,
pero para el que será necesario revolucionar el sistema educativo.

En estos tiempos de Barack Obama en la Casa
Blanca, pero también de una crisis financiera y económica, Toffler avizora
además un mundo multipolar y cambiante que no lo tendrá como protagonista, pero
que lo cobija como profeta desde que publicó El shock del futuro, allá por
1970.

Para ser el “futurólogo más famoso del
mundo”, como lo definió The Financial Times, Alvin Toffler no usa la
palabra “predicciones” y desconfía –casi detesta– de quienes las
lanzan. “Cualquiera que diga que puede predecir el futuro es probablemente
un miembro del club de los charlatanes, porque los eventos humanos están llenos
de sorpresas y hechos fortuitos, de conflictos, retrocesos y trastornos”,
dice.

–¿Pero es, al menos, optimista sobre el
futuro?

-Bueno, la pregunta es de qué período estamos
hablando. ¿Hablamos del futuro inmediato? Y en ese caso, ¿de qué región del
mundo? Este no es un buen momento para Estados Unidos. Afrontamos un declive
económico significativo que podría tornarse mucho peor antes de mejorar. Así
que éste no es el mejor de los momentos. Pero si miramos al largo plazo, diez o
quince años hacia adelante, es otra historia. Creo que Estados Unidos y otros
muchos países disfrutarán de grandes oportunidades para mejorar la calidad de
vida de sus ciudadanos.

–¿Cuáles son los grandes desafíos que anticipa
para Estados Unidos y otros países desarrollados?

–Por supuesto que el primero es el que
mencioné antes: el declive económico y cómo se le supera. También está el
desafío ambiental, y si seremos capaces de hallar los sustitutos energéticos.
Pero soy optimista y creo que superaremos esos problemas.

–Así como hoy se reafirma optimista, ¿cuánto
cambió su visión respecto de la que exponía antes del 11 de septiembre de 2001?

-Bueno… aquel día introdujo el concepto del
terrorismo en un nuevo nivel, aun cuando, si mira en nuestros libros, creo que
encontrará que aludimos a ese problema en prácticamente todos ellos, incluso en
El shock del futuro. Por supuesto que no nos enfocamos en ese problema, ni como
“terrorismo religioso”, pero sí nos referimos a otros tipos de
terrorismo. Y volvimos a citarlo en la mayoría de nuestros trabajos, así que no
es un problema completamente nuevo. Lo que sí es nuevo y realmente peligroso es
que ahora tenemos nuevos medios masivos de comunicación al servicio de los
gobiernos y los ciudadanos, pero que también les aportan ventajas a los
terroristas de las que antes carecían. A esto se suma que vivimos en un mundo
en el que ahora es posible acceder a armas de destrucción masiva, y eso cambia
la historia. No me gusta trazar comparaciones históricas, aun cuando se podría
repasar la historia griega y hallar similitudes con la actualidad. Pero nada
fue como hoy, porque nadie tenía estas armas, que generan otro
“juego”, otra dinámica, otro mundo. Todo lo que lo precede no es
comparable.

–Entonces se lo pregunto de nuevo: ¿Es usted
optimista sobre el futuro?

–Soy estadounidense y soy, por tanto, lo que
defino como un “optimista químico” (ríe). ¡Está en nuestra química
orgánica! Básicamente, sí, lo soy, aun cuando atravesamos tiempos difíciles,
dolorosos, antes de arribar a un futuro algo mejor.

–¿Cómo ve las perspectivas para América
Latina?

–Acabo de terminar una serie de reuniones con
mi equipo de consultores en las que discutimos sobre América Latina. Lo que me
choca, debo admitirle, es el hecho de que varios países de la región están
gastando más y más dinero en armas. Eso le añade más grados de incertidumbre y
preocupación al análisis sobre hacia dónde se dirige el continente. Sé, por
supuesto, que hay también una enorme demanda por mejorar la infraestructura de
los países, lo que está abriendo una oportunidad para que China y otras
potencias accedan a la región. Esa demanda de infraestructura refleja una gran
oportunidad, a la vez que puede causar potenciales conflictos sobre, por
ejemplo, qué puertos potenciar o el trazado de autopistas o gasoductos.

–¿Ve esos conflictos como algo serio?

–Veo que los países perciben, correctamente o
no, una amenaza velada y potenciales tensiones; pero lo último que necesita
América Latina es un conflicto militar. Eso me preocupa.

–Ya que mencionó a China, ¿será éste el siglo
chino?

–Éste no será el siglo de un país en
particular. Primero, porque los cambios se suceden cada vez más rápido. Así que
incluso si China se convierte en el “número uno”, puede que no dure
un siglo en ese lugar de prevalencia. Es demasiado sencillo afirmar que China
será la próxima superpotencia o que India lo será. Creo más bien que viviremos
una situación con una multiplicidad de superpotencias. No una, sino alianzas o
grupos cambiantes de países que, comparados con su pasado, serán
superpotencias.

–Dada esa dinámica, ¿qué deberían hacer
aquellas naciones que aún fluctúan entre la segunda y la tercera ola?

– (Suspira). Hasta el grado en que les sea
posible, un punto importante que también alcanza a Estados Unidos, sería
eliminar todos los sistemas educativos que preparan a los chicos para trabajar
en modelos industriales o de factorías. Nuestros sistemas educativos hoy
simulan el modelo de las fábricas, en las que los chicos siguen un horario fijo
de ingreso y salida, y una rutina al estilo de un trabajo cualquiera, lo que
estuvo bien mientras duró la sociedad de masas. Preparamos a los chicos para
trabajos que, en su esencia, serán una suerte de línea de ensamblaje aun cuando
esos empleos resultarán cada vez más escasos, y no avanzamos hacia una economía
basada en el conocimiento individual. Por tanto, es necesario transformar este
sistema masivo de educación, algo que será extremadamente difícil de lograr. Es
obvio que los sindicatos de profesores se resistirán a estos cambios porque de
manera comprensible buscarán proteger sus puestos de trabajo, pero aun así debe
darse un replanteo radical de la educación. ¡¿Cómo se combina lo que hoy aprenden
los chicos en la escuela con lo que aprenden en internet o en la calle?!

–¿Hay algún país que siga esta reforma
educativa que sugiere?

–No. No aún.

–¿Por qué?

– Bueno, para empezar, porque una de las metas
más preciadas de los países en vías de desarrollo es convertirse en sociedades
industrializadas. O, como decimos nosotros, pasar de la “primera ola”
a la “segunda ola”. Además, muchos de esos países tampoco se han
confrontado aún con las nuevas realidades globales. Y a esto se suma que los
docentes en casi todos los países están muy bien organizados en sindicatos para
proteger sus empleos. Lo comprendo. ¡Mi hermana es maestra! Pero el punto es
que el modelo en que se mueven es injusto para los chicos. Preparan a los
chicos para ayer, no para mañana.

LA NACIÓN / ARGENTINA / GDA /

LA ESCUELA DEL MAÑANA

Alvin y su mujer, Heidi, subrayan que el
futuro “será para aquellos que desarrollen habilidades o técnicas de
pensamiento crítico”. Es decir, aquellos que sepan asimilar información,
adaptarse a los cambios y tomar decisiones a una velocidad creciente, algo para
lo cual, afirman, no preparan las escuelas de hoy.

La “escuela del mañana”, tal como la
entienden los Toffler, resulta ser muy distinta de las actuales. Para empezar,
porque debería funcionar las 24 horas del día, ofrecer un servicio adaptado a
las necesidades y los intereses de cada alumno y de las empresas, y con un
currículo interdisciplinario no sólo en cuanto contenidos, sino también por sus
exponentes. ¿Por qué? Porque las clases deberían darlas no sólo los maestros
?quienes a su vez deberían pasar parte de su tiempo en el mundo empresarial?,
sino todos aquellos que tengan algo para dar.

-¿En qué piensa, en concreto?

-¿Por qué no sumar a las aulas a quienes sin
ser maestros, pueden ofrecerles otras perspectivas de aprendizaje a los chicos?
¿Por qué no sentarlos durante media hora, una hora o lo que fuere con un piloto
de avión? ¿O con un cocinero, un empleado de oficina o un empresario? Que se
genere un ida y vuelta: ¿qué haces? ¿Cómo es tu vida diaria? Y, más relevante
aún, ¿cómo introducir a los estudiantes al mundo actual, a la vanguardia de la
tecnología de la información, cuando los maestros conocen tanto o menos de
ellas que los alumnos?


Noticias Febrero 23, 2009

Videos Putumayo, música del mundo




Putumayo World Music – EPK (Spanish) from Putumayo World Music on Vimeo.

Una de las cosas valiosas hermosas que
tiene la web es el fácil acceso a culturas diversas y manifestaciones de arte
de todo el mundo, en especial creaciones que no aparecen en los medios masivos.
Hace tiempo conozco, compro, escucho la música de Putumayo, un sello fundación
sin fines de lucro, que promueve la música y la cultura de lugares diversos del
mundo. Es lo que se llama música del mundo, música étnica, pero que incluye
expresiones muy modernas como música electrónica, de Asia o la mezcla de tango
electrónico. Es muy fuerte en música de África, incluyendo canciones para niños
preciosas. Aquí los canales de video en YouTube y en Vimeo. También pueden
escuchar su radio online. No se lo pierdan.

Noticias Febrero 21, 2009

“El hombre se ha vuelto invisible”

emol. Boris Cyrulnik
y su visión de la pareja moderna.
Su último
libro, “La Autobiografía de un Espantapájaros”, se ha convertido en
el best seller del invierno en Europa y ganó el Premio Renaudot de Ensayo en
Francia. Es el texto número 18 en la larga y mediática carrera del psicólogo,
psiquiatra, neurocirujano y etólogo francés Boris Cyrulnik. Encumbrado en todo
el mundo por sus investigaciones sobre resiliencia – la capacidad de un ser
humano para levantarse de las cenizas después de un golpe demoledor- , este
científico, salvado del genocidio nazi y huérfano desde los seis años, observa
el entorno social con ojo crítico. Su atinada y esperanzada palabra se ha
convertido en ley para la mayoría de sus pares incluso en su cartesiano país de
origen. Como miembro de veinte sociedades de sabios internacionales, Boris
Cyrulnik contribuye al mundo desde su estudiosa mirada.
En su último ensayo – dice desde Toulon, en el
sur de Francia, ciudad donde dirige investigaciones científicas y enseña
etología humana- , se ha centrado en el poder de la palabra y del discurso para
cambiar el destino de los que sufren, de los que parten tarde y mal en la vida.
“Y eso nos lleva, indefectiblemente, al rol que cada uno está cumpliendo
en este inicio de milenio. Hombres, mujeres y niños que hoy viven una
existencia absolutamente distinta a la de una generación atrás. En sólo treinta
años, se ha generado una sociedad nueva con relaciones personales
revolucionarias”
.

Cyrulnik, a veces también criticado por su
insistencia en una visión multidisciplinaria – es psicoanalista además- , no
usa atajos para describir el muy disminuido papel del hombre de hoy en este
nuevo escenario. Ni la condena sin remedio que sufre la pareja tradicional.
“En todas las épocas históricas de hambruna, de guerra, dificultades
materiales, de carencias y crisis, la pareja, tal como la hemos conocido, fue
el fundamento de la sociedad. Porque ¿qué hacía una mujer sola si no se casaba
en el siglo diecisiete o diecinueve? Se moría de hambre. Aun en mi infancia, en
los años cuarenta, el único destino de las obreras era la mal pagada fábrica,
en condiciones atroces. Yo escuchaba ‘Lo único que quiero es casarme para dejar
esta pobreza’. Se casaban y aseguraban su futuro”.

El científico ha estudiado el tema en decenas de
países de América, Asia y África, a donde ha sido llamado como investigador y
panelista. Y ha observado que, todavía hoy, en una nación pobre y de débil
tecnología, el matrimonio sigue siendo el gran valor para la sobrevida
femenina. “Hasta el siglo diecinueve, la esperanza de vida de una mujer no
superaba los 40 años. Como el hombre vivía en promedio hasta los 55, tener un
hijo era para ella una jubilación asegurada. Mientras más niños tuviera, mejor
aspectado estaba su futuro económico”.

– Esto ha cambiado radicalmente, ¿no?

– Ha sido el gran cambio que ha sufrido la
sociedad en apenas una generación, no más de veinte o treinta años. Cuando la
tecnología progresa al extremo que hoy se ve en el mundo desarrollado, la mujer
decide su propia fecundidad, es capaz de hacer cualquier oficio y profesión y
acumula diplomas. El factor social ya no está dado por el cuerpo ni la fuerza
física como antes – territorios masculinos- , sino por la capacidad de
manipular los botones de una máquina y de usar la mente. En el mundo actual,
que un hombre trabaje el campo o baje a una mina es mucho menos influyente que
una mujer doctorada en lenguas.

Vivimos una nueva condición femenina, que
borró las milenarias ataduras de la mujer al matrimonio, como condición de
adaptación para sobrevivir. Pero, advierte el investigador, si el matrimonio va
en caída libre, la pareja se agarra del abismo con dientes y muelas para no
morir. Y permanece. Sin embargo, las razones para emparejarse en el año 2009
son muy distintas a las de milenios anteriores. Compañerismo, afectividad,
búsqueda de seguridad sicológica y goce sexual serían las nuevas metas de
hombres y mujeres hoy. Ya no es más la dependencia, sepultada bajo el progreso.

Ese hombre transparente

Si la destreza del cuerpo y la fuerza física
fueron las armas de supremacía masculina durante milenios, el vientre femenino
era su equivalente. Los hombres se batían en la guerra, dominaban a los
animales, araban la tierra, explotaban las canteras y levantaban pirámides. Las
mujeres tenían hijos: cada uno iba armando la sociedad con su sexo y su cuerpo.
Hoy, ese esquema ha sido reemplazado por las máquinas que la tecnología creó. Y
el cambio producido es tal que, en este torrente de mutaciones, el hombre se ha
vuelto transparente, asegura Boris Cyrulnik. “No sólo eso. También la
función del padre está diluida, borrada. La necesidad de un papá casi ha
desaparecido: las mujeres de hoy pueden ser –y son– padres y madres, logran
darle seguridad al niño, disciplinarlo y mantenerlo financieramente. Es común
observar en los países desarrollados a parejas que se juntan, viven tres,
cuatro o cinco años y después se separan. Ellas se van detrás de un ascenso en
el trabajo y, a veces, embarazadas. Tienen solas al niño y mantienen amistad
con el padre. Para todos es normal”.

– Usted dice que el hombre actual se ha vuelto
inútil.

– El cuerpo de un hombre ya no sirve para
nada, porque las mujeres deciden cuándo quieren ser fecundadas. Ellas tienen la
palabra en sus vidas, porque hoy la manipulación de los botones que la alta
tecnología les concedió, las hace completamente autónomas. Esta autonomía se
vive por primera vez en la historia humana y es una revolución.

– ¿Y también cambió el sexo?

– Desde luego. Hace apenas una generación, las
camisas de dormir femeninas tenían un ojal abajo, para conseguir la fecundación
sin mostrar el cuerpo. Cientos de pacientes me contaron que el placer sexual
las sorprendió con vergüenza. Por eso, hasta hace no más de 40 años, entre el
80 y el 90% de las mujeres eran frígidas. Para ellas, la sexualidad
representaba una dominación del Estado y de sus maridos. Hoy las cifras de los
institutos de sexología revelan máximo entre un 10 y un 20% de frigidez.

– Los embarazos eran útiles para sobrevivir,
pero el gran freno personal…

– Un freno enorme, porque las mujeres cumplían
su rol social a través de sus cuerpos. Hoy, en este nuevo contexto tecnológico,
un embarazo representa salud: se ha comprobado que es un factor de protección
frente al cáncer y al reumatismo.

– ¿Y qué pasa con los niños bajo este nuevo
esquema?

– Los padres de antes eran sexualizados
morfológicamente, los hombres decidían todo en la armada, la fábrica, la mina,
el campo. Los roles parentales hoy ya no están conectados al sexo, porque las
mujeres hacen lo mismo que los hombres y, a veces, mejor. Los modelos de
identificación de los niños se han transformado dramáticamente.

En sociedades menos tecnológicas como América
Latina, Asia y África, el cambio es menos radical. Boris Cyrulnik ha estudiado
en profundidad el caso africano, donde la tecnología comienza recién a marcar
presencia global. El dominio de la fecundidad, la toma en mano de su propio
destino y la aplicación de modernismos en la vida diaria son pan reciente en el
menú de vida de las africanas. Las estadísticas indican que, en pocos años, el
progreso de la condición femenina está creciendo, mientras el hombre comienza
lentamente a diluirse. Igual que en Europa y Estados Unidos.

– ¿Y en América Latina?

– Ustedes y Argentina tienen una Presidenta.
Los nuevos roles son inevitables, pero en América Latina el camino será
distinto, porque son sociedades diferentes. Y aunque los países
latinoamericanos presenten realidades más machistas, no hay que olvidar que fue
en Puerto Rico donde primero se legalizó la píldora anticonceptiva. Creo que
ningún continente se quedará afuera de esta importante modificación en nuestra
manera de vivir juntos.

La otra cara del cuento

El profesor Cyrulnik fue convocado en 2007
para formar parte de los 43 expertos que integraron la Comisión Attali, creada
por Nicholas Sarkozy. Destinada a elaborar una lista de sugerencias para
despejar el crecimiento económico de Francia, sus miembros entregaron un sólido
informe el 23 de enero de 2008. Entre las proposiciones más relevantes, desde
la óptica de este padre de la resiliencia, están el dar énfasis al cuidado de
la primera infancia y a la necesidad de crear “una nueva
adolescencia”, una que reemplace la obsoleta – en donde el padre era amo y
señor- y que otorgue a los jóvenes seguridad.

– Creo que el desarrollo de la neurociencia
modificará la condición de los seres humanos, sobre todo de las mujeres. Es
sólo cosa de recordar que ellas mueren hoy mucho más tarde que los hombres, al
revés de tiempos antiguos.

Pero tanto progreso y revolución, también
tiene su cara peligrosa. La Organización Mundial de la Salud, para la cual
Boris Cyrulnik ha trabajado, está demostrando con cifras que, aunque las
sociedades altamente tecnologizadas producen mujeres más autónomas, éstas
arriesgan mayor vulnerabilidad y sufrimiento. Porque en una sociedad más
eficaz, hay menos solidaridad. Y este elemento es la llave para el bienestar
sicológico en caso de catástrofe personal.

– La tecnología disminuye la solidaridad. Por
eso, en naciones más pobres o menos adelantadas, como Marruecos o Argelia, no
hay gente en la calle ni enfermos abandonados. En cambio, en países como
Finlandia o Suecia, donde hay alta protección del Estado, los niños se crían
bien, pero se sienten muy solos en la adolescencia. Y las tasas de suicidio se
disparan.

Esta paradoja representa la cara amarga del
progreso social. Será necesario, determinan los expertos, aplicarse a crear un
lazo solidario.

– Hay que tomar conciencia de que el progreso
tecnológico es útil, pero conlleva responsabilidades. Tenemos que aplicarnos
para desarrollar la solidaridad familiar, ciudadana y de barrio o pagaremos un
precio muy alto en vulnerabilidad. Los países no tienen aún esta conciencia,
porque estos son trabajos muy recientes de la OMS.

– ¿Empezar por el living de la casa?

– Desde luego. Cuando yo era niño,
inventábamos el modo de pasar la velada: tocábamos piano, cantábamos, mi mamá
recitaba, se encendía un fuego. Hoy, la pareja está dividida por el computador
– los hombres, sobre todo, se han vuelto fanáticos, descuidando la
conversación- y en los hogares de los países ricos hay un televisor en cada
pieza.

Internet, la blackberry, el cable, el skype,
el celular, provocan un doloroso aislamiento. Y terminamos, dicen las cifras,
en depresión o en cifras asombrosas como las recordadas por Cyrulnik: un 40% de
las alemanas con profesión universitaria se esterilizan hoy para no tener
hijos.

Empezar por la casa, y hoy mismo, parece ser
el camino correcto.

María Cristina Jurado.

Noticias Febrero 15, 2009

El método: comunicación, liderazgo y poder

A quienes les interese el la
comunicación, el liderazgo, el poder …y los recursos humanos, no pueden
perderse esta película española, El Método de Marcelo Piñeyro. Con un formato estilo cine gringo
de los 50, de intenso ambiente de encierro, siete postulantes a un puesto de
ejecutivo a una empresa compiten a partir de un método del que desconocen las
reglas. A pesar que falla a ratos con ciertas exageraciones artificiosas y una ingenua
moralina anti globalización, la película atrapa porque logra mostrar a las
personas enfrentadas al poder, a confrontarse entre su conciencia y sus
intereses, y a atmósferas de desconfianza. Es fácil reconocer prototipos y a uno mismo en situaciones de conflicto. Enteramente recomendable.

Algunas escenas aquí: