Amazon lanzó su libro digital The Kindle. Quizás abuse de “re”-postear los artículos de Enrique Dans, pero de corazón que es justificado, con lo que me gustan los libros, así a la antigua, con olor a papel y tinta, y mirarlos ordenaditos en mi biblioteca. Si aún no me convenzo de olvidar los CDs de música, con carátulas muy trabajadas en diseño e información, mucho me cuesta imaginarme leyendo un libro en formato digital. Hace tiempo que navego noticias, blogs y documentos cortos en mi PDA durante los viajes en Metro, pero los libros son los libros. Tengo mi propia brecha tecnológica. Veremos qué pasa…

¿Es ya el momento del libro electrónico?

 

Es una de las preguntas que más veces me surgen en mis clases y conferencias cuando hablo de los efectos de la tecnología en las industrias: ¿para cuando un dispositivo capaz de sustituir al libro impreso y que tenga la potencialidad de producir un efecto en la industria editorial parecido al experimentado por la industria de la música? Después de todo, las ineficiencias en la industria editorial son patentes: plantar árboles, dejarlos crecer, cortarlos, llevarlos a una planta enormemente contaminante en la que son reducidos a pulpa, transportarlos a otra en la que son convertidos en hojas y cortados, para después distribuirlos y llevarlos a otras plantas en las que son impresos, encuadernados y empaquetados para volverlos a distribuir y a vender… impresionante.

El enésimo proyecto destinado a convertir el libro en material para nostálgicos y coleccionistas es el denominado The Kindle, y tiene detrás nada menos que a Amazon. El Newsweek, que ha tenido según ellos varias semanas para jugar con el dispositivo, dedica un largo artículo de siete páginas al mismo, The future of reading, centrándose no tanto en las características técnicas del mismo como en sus posibilidades de convertirse en la base para un interesante ecosistema de contenidos: si estás en la industria editorial, me parece una lectura imprescindible. También hay comentarios sobre el denominado por algunos “the iPod of reading” en Slashdot, TechCrunch, GigaOm y muchísimos sitios más.

Y es que el gadget en cuestión, una especie de tableta con teclado más bien fea que se anuncia en torno a los $400 podrá triunfar o no, pero además de incidir en algunos aspectos del anterior Sony Reader y contribuir en cierto sentido a consolidarlos, añade unos cuantos elementos interesantes: la pantalla, monocroma en gama de grises, está basada en la misma tecnología, E Ink, caracterizada por un consumo de batería muy bajo y un contraste y visibilidad fantásticos incluso a pleno sol, pero se añade además conectividad inalámbrica telefónica y (se supone) a través de WiFi, así como la posibilidad de navegación en la web. Con respecto a los dispositivos anteriores, que precisaban un cable y una cuna de sincronización unida a un PC para funcionar, la propuesta de autonomía parece mucho más interesante en los tiempos que corren. Algunos rumores indican que dicha conectividad estaría además incluida en el precio del dispositivo y del servicio. En ese tema precisamente, en el del servicio, se está haciendo un gran hincapié: se trata de un servicio, no de un simple dispositivo. En cualquier caso, existe una gran confusión: se afirma que habrá un pago mensual para acceder a determinados contenidos, incluyendo algunos blogs y páginas que, de por sí, serían de lectura gratuita, acceso a un cierto número de libros, y que una gran cantidad de proveedores de contenidos, incluidos el New York Times y el Washington Post, producirán versiones adaptadas para The Kindle.

Por otro lado, Amazon ha decidido ignorar completamente el estándar de la industria para libros electrónicos, y trabajar con su propio formato, el desarrollado por Mobipocket, una compañía que Amazon adquirió en 2005. La razón para ello vendría por el uso de tecnlogías de DRM que protegiesen los contenidos de su difusión irregular, algo en lo que todas las industrias y competidores han fallado anteriormente y que si además incide en un número de funciones del dispositivo completamente limitadas redundará en una aceptación del público mucho menor. Las apreciaciones de Seth Godin como autor que intentó negociar con Amazon para incluir sus libros gratis con el dispositivo no parecen demasiado esperanzadoras.

¿Es el momento para intentar el ataque a los libros en formato papel? Desde luego, si alguien puede intentarlo, ese es Amazon, la librería con un mayor stock de libros en formato electrónico, pero ¿es el dispositivo suficientemente tentador como para conseguir algo así, y más teniendo en cuenta que ya existen cosas parecidas (portátiles ligeros, el propio Reader de Sony, teléfonos avanzados, etc.) que no han resultado ni siquiera mínimamente exitosas para esa función? En cualquier caso, muchas de las dudas se solventarán esta tarde, tras el evento de presentación del dispositivo. Estaremos atentos.

ACTUALIZACIÓN: Ya tenemos tanto anuncio como página de producto con vistas del mismo, vídeos del producto y de varios protagonistas (el propio Jeff Bezos y la premio Nobel Toni Morrison), e información completísima, incluyendo revisiones de usuarios, valoraciones y discusiones sobre el producto a la Amazon. El anuncio me ha parecido bastante impactante: no se trata de un dispositivo para navegar, ni tiene WiFi, pero puedes navegar por un montón de blogs, periódicos y contenidos – incluido acceso gratuito a la Wikipedia – sin preocuparte de la conexión, que es vía EVDO a través de Amazon Whispernet, rápida (un libro se baja en un par de minutos) e incluida directamente en el precio de los contenidos que compras. Pesa menos de trescientos gramos, acepta tarjetas SD Card para que puedas llevar tus propios contenidos, te puedes enviar por e-mail documentos en .JPG, .GIF, .BMP, .PNG para verlos en el dispositivo, y la batería dura un par de días con la conectividad abierta, y más de una semana con ella apagada, pero se recarga completamente en dos horas. El Kindle sólo está disponible por el momento en los Estados unidos (la red Amazon Whispernet está construida sobre Sprint, un carrier norteamericano), y por el momento no he visto fecha para su salida internacional.