Este fin de semana comenzamos un nuevo curso de emprendimiento en Arica, esta vez orientado a los profesores de la ciudad. El propósito es que los profesores creen un espacio de innovación educativa en el cual profundicemos con propósitos prácticos cuatro dimensiones:

1. Poner en el centro la anomalía que significa entender la educación como producción y transmisión de conocimiento, con todo lo que ello implica en el diseño del curriculum y en las prácticas de enseñanza. Los conocimientos o contenidos se encuentran en su mayoría en la red, el gran desafío es producir valor con ellos, por lo que se trata de enseñar la construcción de mapas y brújulas para navegar en el océano de conocimiento disponible, orientarse y producir valor. Es poner el acento en el sentido práctico, de qué hacer con lo que se aprende, más que aprender algo conceptual. Poner las mediciones en la habilidad práctica más que la capacidad memorística o analítica.

2. Incorporar de modo creativo y transversal las tecnologías disponibles en la red, como parte natural de la vida y las interacciones con sus alumnos. Pasar de la “lógica” de las horas de laboratorio de computación a reemplazar la biblioteca, el pizarrón y los cuadernos por las herramientas disponibles en la red. El propósito es apropiarse de la manera en que los niños y los jóvenes viven, experimentan, entienden e imaginan la realidad en la era digital. Más que informatizar a los alumnos, se trata que los profesores se apropien de este modo de estar para recuperar la capacidad de diálogo entre los profesores y sus alumnos.

3. Desarrollar habilidades de emprendimiento, gestión de proyectos y liderazgo entre los profesores para emprender iniciativas y sostenerlas por ellos mismos. Que los profesores se apropien de inventar su futuro y sus posibilidades con los recursos disponibles, haciendo ofertas innovadoras que los reposicionen en la sociedad a partir de producir valor relevante. La cultura de promesas, plazos e indicadores es central en este cambio.

4. Como fundamento de este aprendizaje está una reapropiación del lenguaje como “fábrica de la realidad”, a través de los compromisos y las narrativas; de las emociones como la música de fondo que anima y dispone ante la vida; y de la historia como espacios de prácticas sociales, equipamientos y narrativas que viven en las tradiciones culturales y que nos condicionan el futuro, pero que en las tensiones con las preocupaciones del futuro germinan la invención del cambio.

En resumen, recuperar la capacidad de todo ser humano de inventar el futuro con libertad y responsabilidad, sin espacio a la queja, la resignación o el resentimiento, y de este modo enseñar a los alumnos en la práctica un modo de vida activo y creativo, más que contenidos conceptuales que ya están disponibles en la mega biblioteca de la internet.

Esa es la invitación y el desafío de sacarle partido en este corto tiempo para mejorar la calidad de la educación, tener mejores posibilidades profesionales y económicas, y vivir una vida de trabajo más digna y con mayor sentido.

Estaremos informando del avance de este curso.

Salud y felicidad para todos.

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