Todo lo anterior, los aromas de las ciudades, para hablar de Joaquín Sabina y Chavela Vargas. Ella no nació en México, pero se adoptó hace muchos años. ??l no es madrileño, pero nació cerca en Andalucía. Tienen en común la rebeldía y desparpajo infinitos, pero también el arte de una poesía de amor humano, demasiado humano. Los dos se fueron a concho en las experiencias hasta casi morirse.

La Vargas fue redescubierta por Almodóvar. A Sabina le tira cruzar el charco, hacia México o Buenos Aires. La Vargas, trae el recuerdo de la infancia, la música charra, el dolor bien macho. La Vargas es la sensualidad de la Llorona, la dignidad de ???que dos seres distintos no se pueden querer y eso de las clases sociales???, el desespero de Somos. Sabina llegó a inicios de la vida adulta, con su humor serio, profundo e inteligente de Mentiras Piadosas. México es José Alfredo Jiménez. Hay otras sobre la Vargas que aquí ofrezco, por ejemplo, que conoció a Gardel o, como contó en El País de España, que alguna vez fue novia de la Frida Kahlo. Se la puede encontrar en la interesante Estación Tierra. Para otro artículo la inolvidable noche de fiestas patria en Coyoacán con mi hermano y dos grandes amigas, inolvidable Alejandro Fernández con Como si muere una estrella.

De verdad Noches de boda retrata a la Chavela y a Sabina, será que para eso la grabaron juntos.

Noches de Boda

Que el maquillaje no apague tu risa,
Que el equipaje no lastre tus alas,
Que el calendario no venga con prisa,
Que el diccionario detenga las balas,
Que las persianas corrijan la aurora,
Que gane el quiero la guerra del puede,
Que los que esperan no cuenten las horas,
Que los que matan se mueran de miedo,
Que el fin del mundo te pille bailando,
Que el escenario te tiña las canas,
Que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana,

Que las verdades no tengan complejos,
Que las mentiras parezcan mentira,
Que no te den la razón los espejos,
Que te aproveche mirar lo que miras.
Que no se ocupe de ti el desamparo,
Que cada cena sea tu última cena,
Que ser valiente no salga tan caro,
Que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
Que no te vendan amor sin espinas,
Que no te duerman con cuentos de hadas,
Que no te cierren el bar de la esquina.

Que el corazón no se pase de moda,
Que los otoños te doren la piel,
Que cada noche sea noche de bodas,
Que no se ponga la luna de miel.
Que todas las noches sean noches de boda,
Que todas las lunas sean lunas de miel.