elmercurio. Estudio GEM realizado por la U. del Desarrollo y la U. Adolfo Ibáñez. La Región Metropolitana es la que tiene proporcionalmente menos emprendedores y está dos puntos bajo el promedio de Chile. Esto se explicaría porque en Santiago se ofrece más trabajo.

Cuando Álvaro Ananías quiso empezar con su propio negocio no existían los celulares ni internet, y la globalización apenas se conocía. Quería emprender, tal como lo había hecho su padre. Pero no le fue fácil. Probó con varios negocios hasta que desarrolló un proyecto tecnológico que después pudo replicar y le permitió formar su empresa, Génesys. Hoy la compañía de software tiene 150 empleados, con oficinas en Concepción, Santiago y Puerto Montt y con miras de exportar al extranjero.
“Lo más difícil es entrar al mercado y que empresas de cierto tamaño confíen en ti”, cuenta el ingeniero civil electrónico de la U. de Concepción. En los primeros cuatro años él y su socio no se dieron sueldos, y cuando se los dieron eran muy menores a los profesionales de su perfil. Recién el quinto año fue el punto de inflexión, y al séptimo comenzaron a percibir rentas de mercado.

Hoy sólo piensa en seguir creciendo.

Ananías es parte del 15,4% de la población emprendedora de la Región del Biobío, la cuarta mayor del país, después de Coquimbo, Antofagasta y la Araucanía, según el estudio GEM patrocinado por la U. del Desarrollo.

La Región Metropolitana, en cambio, es la que, porcentualmente, tiene menos emprendedores debido al mayor número de empleos que ofrece la región. “En Santiago hay más opciones de trabajo; entonces, ante una baja en el ritmo de la actividad económica la gente prefiere abandonar sus negocios y tratar de buscar un empleo”, explica Ernesto Amorós, académico de la U. del Desarrollo y coordinador en Chile del GEM.

Aunque aún no se ha hecho un estudio en profundidad del porqué de las cifras de cada región, Amorós cuenta que el alto porcentaje de emprendedores de Antofagasta se explica por la gran cantidad de recursos económicos que ha dejado la minería. “Pero este año vamos a ver qué pasa”, agrega.

En los seis años que se ha realizado el estudio GEM en Chile, el emprendimiento ha disminuido de 15,7% en 2002 a 13% en 2008.

La evolución

Esta reducción se ha dado sobre todo en el caso de los emprendedores por necesidad -personas que no tienen otra forma de ganarse la vida-, quienes hoy constituyen el 23% de los emprendedores del país.

Para Amorós, las cifras corresponden con los ciclos económicos. “En las primeras mediciones (2002) era en la salida de la crisis asiática y había muchos emprendedores por necesidad, pero después la economía se estabilizó”, dice.

Los expertos esperan que en 2009 aumenten nuevamente los emprendedores por necesidad, dado que un porcentaje de la población que estaba empleada ya no lo está; entonces, el emprendimiento “puede ser una válvula de escape”.

En cuanto al emprendimiento por oportunidad, Amorós cree que se va mantener estable (9,6 % de la población adulta del país), pues aunque algunos no vayan a percibir tantas buenas oportunidades, en los tiempos de crisis siempre surgen nuevos negocios. Y el emprendimiento aumenta.

SE ESPERA que este año, por la crisis, aumenten los emprendedores por necesidad.

Así son los emprendedores chilenos

2 de cada 3

son hombres.

40 años

es la edad promedio de los emprendedores iniciales.

Más del 50%

tiene educación superior.

68%

emprende por oportunidad.

46%

pertenece al sector “servicios al consumidor”.

Más de 75%

trabaja a tiempo completo en sus negocios.

Más del 50%

es de clase media.

Más de 50%

es autoempleado.

33%

de los emprendedores iniciales creen que su negocio es novedoso y competitivo.