Noticias Octubre 17, 2008

El momento de la verdad, UK actúa

El momento de la verdad

Paul
Krugman
(Premio Nobel Economía 2008) es
profesor de Economía en la Universidad de Princeton. © New York Times Service,
2008 elpais

El mes pasado, cuando el
Departamento del Tesoro [Ministerio de Hacienda] estadounidense permitió que
Lehman Brothers quebrase, escribí que Henry Paulson, el secretario del Tesoro,
estaba jugando a la ruleta rusa financiera. Sin duda, había una bala en la
recámara: la quiebra de Lehman hizo que la crisis financiera mundial, ya grave
de por sí, empeorase, mucho, mucho más. Las consecuencias de la caída de Lehman
quedaron de manifiesto en cuestión de días, pero los principales actores
políticos han desperdiciado en buena medida las pasadas cuatro semanas. Ahora
han llegado al momento de la verdad: más les vale hacer algo rápido -de hecho,
más les vale anunciar un plan coordinado de rescate este fin de semana- o la
economía mundial podría sufrir su peor recesión desde la Gran Depresión. Hablemos
de dónde nos encontramos en estos momentos. La crisis actual comenzó con el
pinchazo de la burbuja inmobiliaria, que causó una morosidad hipotecaria
generalizada y, por lo tanto, grandes pérdidas en muchas instituciones
financieras. La crisis inicial se ha visto agravada por los efectos secundarios
al verse forzados los bancos a reducir su actividad por falta de capital, lo
cual ha inducido una caída aún mayor del precio de los activos, y a su vez ha
provocado pérdidas todavía mayores, y así sucesivamente, o sea, un círculo
vicioso de desapalancamiento. La pérdida generalizada de confianza en los
bancos, incluso por parte de otros bancos, ha reforzado este círculo vicioso.

La espiral descendente se aceleró
después de la caída de Lehman. Los mercados de capital, que ya lo estaban
pasando mal, se cerraron a efectos prácticos; uno de los chistes que circulan
por ahí es que ahora mismo lo único que la gente quiere comprar son bonos del
Tesoro y agua embotellada.

La respuesta a esta espiral
descendente por parte de las dos grandes potencias monetarias mundiales,
Estados Unidos y los 15 países que utilizan el euro, ha sido lamentablemente
inadecuada.

Europa, que carece de un gobierno
único, ha sido incapaz de trabajar unida; cada país ha ido inventándose su
propia política, con escasa coordinación, y las propuestas para responder con
una sola voz no han llevado a ninguna parte.

Estados Unidos debería de haber
estado en una posición mucho más fuerte. Y cuando Paulson anunció su enorme
plan de rescate hubo una breve oleada de optimismo. Pero rápidamente quedó
claro que el plan adolecía de una falta crítica de claridad intelectual. El
secretario del Tesoro propuso gastar 511.000 millones de euros en “activos
problemáticos”, valores hipotecarios tóxicos, de las entidades
financieras, pero no logró explicar de qué manera resolvería esto la crisis.

Muchos economistas coinciden en que
lo que debería haber propuesto Paulson, en cambio, es una inyección directa de
capital en las empresas financieras: el Gobierno estadounidense proporcionaría
así a las instituciones financieras el capital necesario para funcionar, para
de este modo frenar la espiral descendente, a cambio de una participación.
Cuando el Congreso modificó el plan de Paulson, introdujo disposiciones que
hacían posible, pero no obligatoria, una inyección de capital de este tipo. Y
hasta hace dos días, el secretario del Tesoro seguía negándose en redondo a
hacer lo correcto.

Pero el pasado miércoles el Gobierno
británico, haciendo gala de la lucidez de pensamiento que se ha echado en falta
a este lado del charco, anunció un plan para proporcionar a los bancos un
capital nuevo de 62.000 millones de euros. Es decir, el equivalente, si se
tiene en cuenta el tamaño de la economía del Reino Unido, a un plan de 368.000
millones de euros en Estados Unidos; además de numerosas garantías para las
transacciones financieras interbancarias. Y ahora los responsables del Tesoro
estadounidense dicen que piensan hacer algo parecido, utilizando la autoridad
de que no querían disponer, pero que el Congreso les ha otorgado de todas las
maneras.

La cuestión ahora es si estos pasos
son demasiado cortos y se han dado demasiado tarde. Creo que no, aunque será
muy alarmante si pasa este fin de semana sin que se haya anunciado con
credibilidad un nuevo plan de rescate en el que participe no sólo Estados
Unidos sino todos los actores importantes.

¿Por qué necesitamos la cooperación
internacional? Porque tenemos un sistema financiero globalizado en el que una
crisis que empezó con una burbuja en los chalés de Florida y las McMansiones de
California ha causado una catástrofe monetaria en Islandia. Estamos juntos en
esto y necesitamos una solución compartida.

¿Por qué es necesario que se lleve a
cabo este fin de semana? Porque resulta que en Washington han tenido lugar dos
reuniones importantes: una, el viernes, de altos cargos financieros de las
principales naciones avanzadas, y tras ella la reunión anual del Fondo
Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial, el sábado y hoy domingo. Si
estas reuniones acaban sin que se llegue por lo menos a un principio de acuerdo
sobre un plan de rescate mundial -si todo el mundo se va a casa sin más que
vagas declaraciones de que piensan controlar la situación-, se habrá dejado
pasar una oportunidad de oro, y la espiral descendente podría fácilmente
empeorar todavía más.

¿Qué se debería hacer? Estados
Unidos y Europa deberían limitarse a decir: “Sí, primer ministro”. El
plan británico no es perfecto, sin embargo, los economistas están en su mayoría
de acuerdo en que representa, con creces, el mejor modelo para un rescate más
amplio.

Y el momento de actuar es ahora.
Puede que piensen que las cosas no pueden empeorar más, pero sí que pueden, y
si no se hace nada en los próximos días, lo harán.

 

Ver ¿Era tan bueno Grenspan?

Noticias Octubre 17, 2008

Faúndez, emprendedores, pobres y desamparados

En Chile nos gusta suponer que
somos más modernos, integrados y civilizados de lo que somos. Que aún pueda
ocurrir que cuatro personas mueran de SIDA porque el hospital que lo supo
cuatro años antes no les avisó porque no los ubicó en sus domicilios (aunque
pasaron enfermos alguna vez por el mismo hospital antes de morir), que dos recién
nacidos puedan ser entregados a familias cambiadas hasta que sus padres lo
descubrieron un año después, que una ministra dirija por un año Educación, mantenga
el total desorden financiero, la destituyan y ahora demande al Estado chileno,
que las carreteras de pago, que se hicieron para hacer más rápida la ciudad, se
colapsen y nos castiguen a los usuarios con cobros más caros por utilizarlas, que
la economía chilena se sustente en construir edificios de altura en barrios residenciales
y transformar tierra agrícola en inmobiliaria, que en mi barrio progre y ecológico
los vecinos enciendan chimeneas en tiempo de emergencia ambiental, ensucien los
jardines con sus mascotas y arrasen con sus todo terreno, que parlamentarios
ecológicos tengan intereses en compañías productoras de plomo, que ahora nos
prohíban hacer lo que nos venga en gana en casa con la música que pagamos
legalmente, que la banda ancha no sea ancha pero sí la más cara de América Latina,
la precariedad laboral del comercio retail, el desamparo de crédito e innovación
de los micro empresarios, son todos ejemplos que algo falta para declararnos a
salvo del tercer mundo. Bueno, aquí un análisis interesante de cómo están
enfrentando la crisis financiera las personas de segmentos más pobres de Chile, que reproduce el emblema del clasismo en el marketing chileno: Cómo faúndez enfrenta la crisis
(quépasa). Si hay algo que reconocer a la Presidenta Bachelet es su esfuerzo por proteger los
derechos laborales, la previsión y la salud de los pobres en Chile.

 

Cuando se caen las vacas, las hormigas mueren aplastadas. El
publicista Marcelo Con Riera creó a Faúndez en 1998, cuando trabajaba como
creativo en la agencia Prolam Young & Rubicam. Pese al tiempo, no le ha
perdido la pista a su personaje. Hoy, Faúndez ve las noticias sobre el crash financiero
y se asusta, pero no sabe de qué y por qué y está preocupado porque todos le
dicen que hay que estar preocupado.

Faúndez nunca deja de contestar su celular.
Por eso, en estos diez años ya le han robado tres equipos, dos en el Paseo
Ahumada y uno en Teatinos: a los lanzas también les preocupa la crisis, todo
está más caro y nadie se salva de tener que trabajar mucho más que antes para
ganar lo mismo de siempre.

Faúndez nació en 1998, en un comercial de
telefonía móvil. Se presentaba como el primer chileno de clase media en tener
celular. Creció en el mercado junto al Calling Party Pay y la democratización
de los planes tarifarios, convirtiéndose, entre otras cosas, en sepulturero del
celular de palo. Faúndez representó para sociólogos, analistas y líderes de
opinión de la época, un personaje inefable, el chileno medio que creía y quería
participar en el sistema de libre mercado, ya que confiaba en el esfuerzo
individual. Faúndez fue mucho más que un gásfiter: se convirtió en el guaripola
de los llamados emergentes, los mismos que a fines del siglo pasado casi logran
llevar a Lavín al sillón presidencial.

Siempre he creído que el fenómeno Faúndez cayó
tan bien porque contaba una muy buena noticia: todos querían tener celular y
desde ese momento ya se podía. Además fue una de las primeras veces que
aparecía en un comercial de televisión gente de verdad, gente común y corriente
y que más encima era capaz de ganarle a un grupo de aspiracionales ejecutivos.
Debo reconocer que cuando pienso en el personaje Faúndez, y al recordar los
años que trabajé haciendo sus guiones, me siento un poco como el doctor Víctor
Frankenstein, por haber creado, sin pretender hacerlo en un principio, un
verdadero monstruo mediático.

Así que cuando me pidieron escribir sobre qué
estaría haciendo y pensando Faúndez sobre la crisis financiera que azota al
planeta, lo tomé como una obligación. No lo pensé dos veces y acepté con la
misma decisión con la que uno debe patear un penal faltando cinco minutos para
que termine el partido.

Plan de salvataje

El “personaje del año” elegido en
1999 por el cuerpo de Reportajes del diario La Tercera, actualmente -gracias a
su espíritu emprendedor- ya cuenta con su pyme o mejor dicho micropyme, como le
aclararon los del banco cuando no le quisieron dar el crédito para expandirse y
así probar otros mercado como él pretendía. Su objetivo era importar alguna
“novedad del año”, seguir su instinto. Pero no se pudo, no era el
momento quizás, así que pastelero a tus pasteles, electricista a tus paneles o
a tus contratos y se concentró en su negocio.

Aunque desde entonces pega no le falta, está
asustado y no sabe por qué ni de qué. Cree que debe ser cauto, no hay que
arriesgarse innecesariamente ni gastar lo que no se tiene. Los años le han
quitado un poquito ese atrevimiento y desfachatez que lo convirtieron en un
fenómeno hace una década. Su abuela siempre le decía que cuando se caen las
vacas, las hormigas mueren aplastadas; así que hay que tomar medidas, hay que
replegarse, porque esto de la crisis huele muy mal, igual que las vacas.

El mes pasado empezó a implementar su propio
plan de salvataje. Lo primero que hizo fue congelarle el sueldo a su asistente,
a pesar de que la paga la habían acordado meses atrás. Obviamente el asistente
se independizó, llevándose un buen número de clientes, así que Faúndez le hizo
la cruz, sin importarle que también era su compadre.

Faúndez sin ser religioso sólo cree en el
trabajo, sabe que él es su empresa y que con su esfuerzo, su inagotable
sonrisa, su cero miedo al ridículo y su capacidad de reírse de él mismo, ha
conseguido mucho más de lo que esperaba en la vida y eso hay que cuidarlo,
porque no es fácil mantener una casa no tan propia (todavía le quedan 8 años de
dividendos), furgoneta (momentáneamente parada por el tema de la bencina y
otros), televisor plasma (aunque generalmente lo ocupan los niños para ver
Cartoon Network y Nickelodeon) y su máximo orgullo, un iPhone… o sea no es
exactamente un iPhone, es más bien la versión china que es casi igual, incluso
viene con la manzanita, pero tiene el mordisco al otro lado. Pero bueno, está
la crisis, tiene casi tres meses atrasada la cuenta de teléfono, dice que le
cobraron llamadas que nunca hizo, así que mientras la cosa no se arregle, le
cambió el chip al teléfono y ahora le pone minutos con tarjeta, pero da lo
mismo, sigue siendo un iPhone o casi un iPhone. “Ojalá éste no me lo
roben” repite todas las mañanas, y, a modo de cábala, le da tres besos en
cada lado antes de salir al trabajo.

Wall Street por la TV

Faúndez está nervioso, no deja de leer y
escuchar malos augurios con respecto a la crisis financiera, aunque no entiende
demasiado qué pasa (su tema es la “ingeniería electrónica y las
instalaciones varias”). Ojea los diarios y le llaman la atención esos
gringos que andan con la cara empuñada por el tema de las bolsas. Su única
certeza es que esos señores tampoco saben nada de lo que pasará. Tiene un
sobrino universitario y antisistema, que está feliz y no se cansa de repetir
que estamos viviendo la derrota de un sistema egoísta, celebra por la muerte de
la globalización económica, por el fin las políticas de Greenspan. Pero Faúndez
se queda pensando en lo caro que está el pan -que ya cuesta arriba de luca el
kilo- y que tiene hambre, quiere tomar once con marraqueta y palta. Mientras
espera que den los goles del fin de semana, en la tele dicen que todo se debe a
la caída del precio de las viviendas en EE.UU., pero él no se traga mucho esa
teoría: el dividendo de su casa sube todos los días; claro, está en UF.

En todo caso este año también ha traído buenas
noticias para Faúndez. A pesar de los malos augurios y anuncios de tormenta que
no le dejan la cabeza en paz, tiene por qué celebrar: hace pocos meses terminó
de pagar el crédito que lo llevó a él y a toda su familia a ver a Chile en el
mundial de Francia 1998. “El Bam-Bam ya ni juega y yo sigo pagando”,
le repetía todos los meses al cajero del banco, cuando entregaba la
mensualidad. Hasta la vigésima cuota el chiste le causó risa al cajero, eso
hace cuatro años. Pero bueno, ya terminó y justo a tiempo porque se juramentó
que si Chile clasificaba al mundial de Sudáfrica, él los acompañaría sí o sí,
los jugadores necesitan el apoyo, los muchachos confían en mí, se ha atrevido a
justificar frente a su señora.

Viene el apriete

Faúndez está preocupado porque todos le dicen
que hay que estar preocupado. Pero tiene claro que con crisis o sin ella, hay
que seguir trabajando. Egresó de esos colegios industriales que fabrican mano
de obra, aunque él era distinto a sus compañeros: tenía emprendimiento,
pachorra, ganas de surgir, y a eso se aferra para capear las tormentas, sean
crisis económicas, matrimoniales o cualquiera de las que ha vivido o las que
falta por vivir.

Pero hay que seguir tomando medidas también
dentro de su familia. ¿Cambiar a sus hijos del colegio terminado en british
school y que queda cerca de su paradero y medio? Lo ha pensado, pero aún no lo
decide; son cuatro matrículas, cuatro cuotas todos los meses, él cree que la
educación no sirve de nada sin esfuerzo, pero por otro lado los colegios
privados son mucho mejor que los públicos. Mientras tanto Faúndez prefiere por
ahora echar mano a otras cosas: reducir a una vez al mes la visita a la
parrillada bailable camino al sur que acostumbra frecuentar domingo por medio
con toda su familia; informar que este verano no arrendará la casa en El
Quisco; ni que tampoco hay que esperar una Navidad muy regalada. Le gustaría
pedirles a sus hijos que este año no crecieran para no gastar tanto en ropa y
zapatos, pero sabe que es imposible. Es mucho más fácil que su señora deje de
sobregirarse con cuanta tarjeta de multitienda existe en el mercado y aunque ya
le advirtió que tiene que dejarlas, ella le contesta siempre y cuando te
olvides del mundial de Sudáfrica y hasta ahí llega la conversación.

¿Sub cuánto?

Tanto trabajo eso sí le está pasando la
cuenta, se siente más cansado, el pituto es fecundo pero no perdona, tiene un
problema en la espalda que ya le tomó el hombro derecho, afortunadamente lo
cubre el AUGE así que en 15 meses más lo van a operar… si es que ese día hay
cama, y claro, el doctor le advierte que mientras tanto tiene que cuidarse,
estar un poco más relajado, tomarse las cosas con calma ya que también le
encontró “el sistema nervioso”, como dice Faúndez, pero no se puede,
la competencia está más cruel que nunca, el que pestañea pierde hasta las
orejas.

También le hablaron de su jubilación. Le
preguntaron en qué fondo de pensión estaba: si en el A, B, C, D o E. Faúndez
sin pensar y sin tener idea que se podía elegir entre distintos fondos contestó
“en el A”. “Preocúpate entonces”, le dijeron. Por eso entró
a la página web de su AFP, trató de ver su cuenta, pero le pidieron una clave
de acceso que no posee y que debía ir a retirar a cualquiera de las sucursales
a lo largo de todo el país, pero no hay tiempo, Faúndez cierra la página sin
importarle demasiado, porque para él la jubilación está muy lejos, igual que la
famosa crisis que en cualquier momento golpea al país y que no tiene nada que
ver con el alza de las verduras de principios de año como pensaba Faúndez. Está
todo tan caro piensa, por eso poco le importan los bonos sin respaldo, los
créditos basura o las hipotecas tóxicas, si al final del día lo importante es
cuántos interruptores pudo arreglar, cuántos enchufes pudo cambiar y cuánto de
la cuota pudo pagar.

Tampoco le importan los miles de afiches que
empapelan su comuna y que muestran candidatos sin ninguna diferencia, sin
siquiera mostrar sus partidos, como avergonzados de ser políticos. “Pa eso
me presento yo”, piensa cuando camino a casa su alimentador atraviesa el
desfile de caras sin nombres y apellidos sin peso que cuelgan por todos lados.

Antes de acostarse, como casi todas las
noches, Faúndez sólo piensa que mañana nuevamente tiene que levantarse temprano
para seguir escuchando malas noticias, para seguir soñando con llegar a
Sudáfrica, para pelear por su centímetro cuadrado de Transantiago, con la
esperanza de que no le roben el celular y que lo llamen varias veces para poder
contestar en su casi iPhone: “Aló Faúndez, ingeniería electrónica,
programación de sistemas, instalación de redes, pintura, costuras, gasfitería,
carpintería, llaves al minuto, confección de cortinas, animación de eventos,
cumpleaños, jardinería, hojalatería, riego automático, albañilería, piscinas,
opinología, reiki e instalaciones varias… buenas tardes… sí, sí, voy para
allá”. Su instinto le dice que quizás ya es tiempo de diversificarse.

Noticias Octubre 17, 2008

Las drogas llegan a Second Life

elpais. Dos estadounidenses
crean una ‘droga’ digital para Second Life (ver secondlife.cl). El ensayo clínico del
“psicotrópico” se lleva a cabo en una galería de LosÁngeles y por
Internet -La gente deambula sin objetivo por el mundo 3D. ¿Son artistas o
discípulos del doctor Mabuse del siglo XXI? ¿Su creación es una obra de arte o
una nueva clase de droga alucinógena digital? Lo cierto es que John Craig
Freeman, docente de nuevos medios en el Emerson College de Boston y Will
Pappenheimer, profesor de arte digital en la Pace University de Nueva York, han
convertido la galería Fringe de Los Ángeles en lo más parecido a una clínica de
ciencia-ficción. Allí llevan a cabo los ensayos del Virta-Flaneurazine (VF),
según sus declaraciones “una potente droga psicotrópica concebida
especialmente para Second Life (SL), que impulsa el usuario a deambular sin
objetivo por los mundos tridimensionales”. Naturalmente, no se trata de un
recurso químico, mas de una droga para el ordenador, que se materializa en un
programa que permite modificar las experiencias gráficas y visuales de los
usuarios durante su navegación en los mundos 3D de SL. La parodia llega a un
tal nivel de perfección que el usuario que se encuentre, no sólo en la
instalación física, sino también en la web del proyecto, tendrá
dificultad en discernir la verdad del simulacro.

 

Quien
no pueda acercarse a la galería, situada en el barrio chino de Los Ángeles,
para recoger una de las píldoras, que ocultan una clave USB en su interior,
puede descargarse desde la web una desktop pill, una aplicación
para escritorio, programada en Apple Script. “De momento, está disponible
para Mac, pero la versión para PC está a punto de salir”.

Ya
que el Virta-Flaneurazine está concebido para Second Life, para poder
utilizarlo es necesario estar registrado y tener un avatar en el mundo
tridimensional. De ese modo la aplicación catapulta al visitante, a través de
su avatar, en la sede virtual de la clínica, donde podrá participar en los
ensayos que llevan a cabo los avatars médicos de los artistas, después de haber
recogido gratuitamente su prescripción farmacológica, que en realidad sirve a
poner en marcha el programa contenido en la desktop pill. Además de
modificar la percepción visual durante la navegación, la aplicación acciona
automáticamente algunas funciones, como el teletransporte y el vuelo, que
trasladan el usuario a otros entornos de SL.

Análisis del comportamiento

En
la ficción, el objetivo del proyecto, un encargo de la plataforma de net.art
Rhizome, es encontrar un remedio para el Wanderlust Deficit Disorder (WDD),
“es decir, los problemas causados por la falta de deseo de navegar por la
red sin objetivos útiles o prefijados”. En realidad, el principal interés
de los artistas es el análisis del comportamiento del usuario (que es invitado
a realizar una especie de anamnesis dejando constancia de sus hábitos de navegación
y de sus vivencias habituales en SL) y de sus reacciones emotivas a este
simulacro de experimento paramédico.

“Los
efectos colaterales pueden incluir alucinaciones, euforia, paranoia, calambres
y sobrecalentamiento del ordenador. Además, los usuarios que quieran participar
presencial o virtualmente en el proyecto, una vez terminada la experiencia
podrían necesitar un tratamiento para eliminar la adicción a la
Virta-Flaneurazine”, advierten y añaden que en el caso de que la
experiencia no sea de su agrado, tiene a su disposición también un antídoto,
aunque lo más rápido y eficaz es salir del programa y reiniciar el ordenador.

“Estudiar
la relación entre el mundo real y el virtual es muy importante, porque los dos
están ligados. No nos interesan los espejos o las simulaciones. Las
experiencias que los pacientes/usuarios tienen in SL bajo la influencia del VF
son reales, porque no sólo les producen efectos visuales, sino también
emotivos”.

Como
los patrocinadores del proyecto son dos instituciones artísticas, la plataforma
Rhizome y la galería Fringe, los artistas han firmado todas las píldoras,
convirtiéndolas así en obras de arte seriadas. El proyecto continuará
desarrollándose a través de exposiciones físicas e iniciativas en Internet.

VF:
http://virtaflaneurazine.wordpress.com FRINGE: http://fringexhibitions.com

Noticias Octubre 17, 2008

La Web 2.0 se afianza en la vida cotidiana

elpais. ‘Blogs La Conversación’ analiza cómo
el fenómeno se normaliza. Un año
más, la Escuela Superior de Telecomunicación acogió Blogs La Conversación,
una cita ya clásica dedicada a analizar la parte más social de la web. Con gran
seguimiento a través de Twitter y los blogs de los asistentes, también se contó
con preguntas por streaming en tiempo real desde diferentes
universidades españolas. Uno
de los fenómenos que la sociedad española vive en los últimos años es la inmigración.
En esta línea se vio cómo los inmigrantes con blog no sólo lo utilizan para
crear comunidad con sus compatriotas en España, como es el caso de “Mexicanos
en España”
, sino el de Marilink, aunque esta fue más allá: “Te obliga a
conocer mejor tu país, a informarte de lo que allí ocurre, pero también a
formarte una visión de la realidad más amplia. Aprendes a no juzgar sin tener datos”.

Otra
innovación cada vez convertida en hecho cotidiano es el de la banca en
internet. Representantes de iBanesto.com, BBVA y Caja Navarra expusieron cómo
afrontan el fenómeno de los medios sociales en algo tan sensible como la banca
y más aún en tiempos de crisis financiera. BBVA, con como máximo responsable
de Comunidad puso como ejemplo Actibva, su apuesta por los blogs, contenidos de
usuarios e intercambio de vivencias en un mismo sitio. También mencionó la
iniciativa de
Planta 29,
su zona de innovación. Fernando Égido habló de la importancia de escuchar lo
que dice la red: “escuchamos, lo tenemos en cuenta y les ayudamos a
dinamizar sus ideas y nos encanta que sean evangelizadores. Tenemos clientes
que nos son conscientes de su elección; queremos que comiencen a saberlo”.
Paradójicamente, todos coincidieron en que “cuanto más crecemos en
Internet, más oficinas físicas tenemos que abrir para seguir creciendo”.

Nativos y emigrantes digitales

Los
protagonistas de la sesión vespertina fueron las redes sociales y dos usuarios
un tanto especiales de la red. Claudia Dans Alosete tiene blog, sus padres
también y relató cómo fue su primera relación con la red: “Casi no lo
recuerdo porque es como si siempre hubiese estado ahí”. Entre sus hábitos
en tiempo de ocio apenas aparece la televisión, casi nada que sea en papel,
salvo algunas revistas. Como ella mismo dijo En el caso contrario estaba Enrique Meneses,
experimentado periodista cercano a los ochenta años, contó como se desenvuelve
en la red: “La tecnología no ha llegado así, de repente. Lo que sí está
suponiendo una revolución es la comunicación constante y directa que tenemos
hoy, en todas partes y en cualquier momento. Todavía más directa con los blogs.
En mi caso, ha cambiado la forma de trabajo”.

Durante todo el día se citó la red social de moda en España, tuenti.com.
Ícaro Moyano, responsable de comunicación de la misma, explicó los hábitos de
consumo de sus usuarios, la tendencia ascendente del servicio y las primeras
experiencias comerciales en la misma, casi siempre relacionadas con acciones
presenciales y con targets muy definidos, como la venta de ropa outlet,
un preestreno de cine y descuentos para pedir una pizza. Aunque el modelo
comienza a funcionar, a los anunciantes les sigue costando adaptarse, según
relataba “nos está costando que entiendan que, por definición, no
aceptamos banners”.