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Noticias Junio 9, 2008

De la web 1.0 a 2.1

De Alejandro Piscitelli, un teórico complejo y profundo de la internet como Cibercultua, en su sitio filosofitis. Aquí el artículo explicativo de la presentación:

Tramas vinculares en la era de la omnipresencia de la tecnología

Terapeutas que me buscan.. y encuentran

Cada tanto por algún motivo insondable los amigos psicoanalistas o psicoterapeutas me llaman e invitan a sus tenidas. Todo empezó hace ya mas de 25 años cuando me enredé con los terapeutas familiares a partir de la venida de Francisco Varela a la Argentina en 1982, me entretuve con Alberto Gonzalez y el fallecido Mario Timetzky en algunos escarceos acerca de la epistemología sistémica, y pasé por varios grupos, capillas, estrados y tertulias, articulando/desarticulando en los comienzos epistemología y paradigmatologia, mas tarde narratología e hipertextualidad, para pasar después a Internet y sus alrededores, terminando en la actualidad con la web 2.0.

 

Siempre desde una perspectiva transdiciplinaria, mas tarde teñida del irreduccionismo latouriano, la institucionalidad instituyente de Castoriadis y tantas otra variantes del pensar contra (Deleuze & Guattari, Foucault, Derrida, Kuhn, Bateson, Flores, Maturana y la lista sigue y sigue) y del crear tiempo para pensar, discutir, interpretar, inetrvenir y actualmente diseñar políticas públicas.

 

Ah si hoy fue día de exposiciones múltiples porque antes de allegarme a la Asociación Cultural Armenia donde los psicoanalistas hicieron su gran convite que convocó a mas de 500 personas, estuve temprano a la mañana en el complejo La Plaza donde se festejó localmente el Día Mundial de Internet .

 

Allí me encontré inesperadamente con Pablo Aristizabal, con una señora de cuyo nombre no recuerdo y con Pedro Guasti, de ebit, un brasileño que actúo de moderador con cautela y eficacia. Aunque hubo algún comentario libidinal, la verdad que ni la charla inaugural ni nuestro panel pecó de genero en intensidad, claridad o ganas.

 

Pero eso solo fue el aperitivo porque el plato fuerte estuvo en otro lado, con otra gente y en otro clima. La sala de la Asociación Cultural Armenia en Armenia al 1300 empezó raleada y atrasada, pero con el correr de los minutos se lleno a tope y desbordo llegando a albergar unas 250 personas. Fue un panel entre decenas que tuvo lugar en el ámbito del II Congreso de psicoanálisis de las configuraciones vinculares. Perspectivas vinculares en Psicoanálisis. Las Prácticas y sus Problemáticas , organizado por la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo http://www.aappg.org.ar/.

 

Nuevas tecnologías: sus efectos en las tramas vinculares

 

Allí forme parte de una mesa titulada Nuevas tecnologías: sus efectos en las tramas vinculares coordinada por R. M. Dimarco y donde los otros dos panelistas fueron Isidoro Berenstein -presidente honorario de la aappg, al igual que la reencontrada Janine Puguet– y R. Gaspari.Hace un par días que le estaba dando vueltas al tema porque quería dar una charla sobre la cual no estaba ni afectiva ni cognitivamente preparado, y no quería dar otra que suponía ser la que correspondía.

 

Efectivamente después del shock que me produjo la lectura en tiempo lento y goce (sufrimiento) supremo del libro de Elizabeth Hess Nim Chimpsky: The Chimp Who Would Be Human, no podía imaginarme, siendo que las tramas vinculares eran el eje de la mesa y el congreso, hablar de otra cosa. Y un barrunto del tema arrime en la editorial del News de ayer.

 

Pero las cosas están aun demasiado frescas e impalpables para convertirlas en discurso así que, corrido por mil compromisos y eventos, decidí ir a lo seguro y desempolvar una presentación hecha alguna vez sobre la ontología del ciberespacio y la fenomenología del sexo virtual.

 

Por suerte me tocó hablar en tercer lugar, y después de escuchar las detallados análisis de Berenstein y Gaspari que hicieron referencia a Foucault y a Franco Berardi, a Freud y a McLuhan, a la problemática del discurso-contra, y la necesidad de crear tiempo, cambié sobre la marcha y me fui a otro de mis caballitos de batallas cual es La Tercera Fase, el pasaje del papel a la pantalla y la complejizacion de la cultura popular solución equidistante si se quiere.Pero claro no había ppt (que Berenstein con razón destruyó como herramienta expositiva), aunque paradójicamente, como el mismo lo dijo, fue el único que pudo verlo fue el a mi vera), así que tuve que recurrir a la vieja improvisación y a la ilustración verbal de lo escrito.

 

Extraña alquimia que sin embargo generó carcajadas y sonrisas, empatizó al público y abrió un debate riquísimo, en donde tanto oradores como asistentes comulgamos durante un par de horas en un clima de camaradería y alegría. Lo que indica que estábamos en el buen camino.

 

Gracias a quienes me invitaron, gracias a quienes compartieron el panel conmigo y me alegro mucho verla a Janine. Ahora sigamos trabajando en una buena presentación acerca del caso Nim, el efecto Clever Hans, la comunicación interespecifica, y la trampa mortal que los científicos a veces se tienden diciendo ser (y hablar como tales) funcionarios de la humanidad y terminar, como en el caso Nim, simplemente torturando a un ser de otra especie para satisfacer sus deseos de conocimiento y de verdad.

 

Que bien examinados no son ni una cosa ni la otra y que con la excusa de dictaminar una aventura epistemologica (¿quién tenía mas razón Chomsky quien existe que ontológicamente los animales no pueden aspirara a la doble articulación del lenguaje al carecer de un Language Adquisition Device, o Skinner para quien es posible enseñarle a un ser de otra especie a hablar como nosotros?

 

En este caso el resultado no fue concluyente pero como test de Rorscharch del narcisismo humano y de la impunidad y de las coartadas de los humanos para manipular lo que haga falta por motivos egoistas el malogrado Proyecto Nim, no lo podría haber hecho mejor (es decir, peor).

 

Noticias Junio 8, 2008

África en directo – webcam

elpais. HAY MUCHAS formas de aproximarse al continente africano, ahora que se celebra su Día Internacional. Lo que proponemos en esta ocasión es un recorrido en directo. O sea, vía webcams. Un viaje que, por la mismo ubicación de esas cámaras, suele limitarse a enclaves vacacionales o de naturaleza. Y cuyo funcionamiento no siempre está garantizado, dada la fragilidad de la situación de muchos países. Predominan, claro, las cámaras en emplazamientos turísticos, que pueden meternos directamente en una playa paradisíaca de Zanzíbar, un espacio de Namibia o un moderno paseo marítimo marroquí. Por poner sólo unos pocos ejemplos.

 

zanzibar.net

namibiaonline

marrakech

 

Turismo, historia, arte y cultura se combinan en las imágenes que vemos en directo desde la Pyramid Cam egipcia. Y justo al otro extremo del continente, la República Surafricana muestra, entre sus abundantes ofertas, los rincones más atractivos de Ciudad del Cabo.

 

pyramidcam

capetownwebcam

Sin embargo, las cámaras de la Red más populares de África son, seguramente, las que permiten ver animales en libertad y, con un buen uso de varias de ellas, organizarse un completo, y gratuito, safari virtual. Una de las ofertas más conocidas es la de Afri Cam, con varias distribuidas por espacios vitales habituales de elefantes o leopardos. Que facilita además la visión de vídeos sobre la vida salvaje.

 

africam.com

 

Hay más imágenes en Zulucam o, dentro de una página de viajes, en la conexión visual que se dirige hacia una charca a la que acuden a beber los animales de un parque natural de Kenia.

 

zulucam

locuraviajes

 

También National Geographic muestra la vida en libertad desde Botswana con su Wild Cam Africa. O se puede organizar una visita a los South African National Parks.

 

nationalgeographic/wildcamafrica

sanparks.org/webcams

 

En plan paisajístico, una webcam de Camerún muestra la imagen del lago Nyos, y ganamos altura subiendo, sin esfuerzo y con ayuda de las imágenes de su cámara de Internet, hasta el emblemático monte Kilimanjaro.

 

kilicam

 

Luego, para conocer otras facetas más cotidianas, All Africa facilita al mundo noticias e informaciones de todo el continente.

 

www.allafrica.com

Noticias Junio 8, 2008

Daniel Cohn-Bendit, a 40 años de Mayo del 68

emol. “Los desafíos de la juventud son mucho más angustiosos hoy”. Acaba de escribir un libro sobre la histórica rebelión parisina, el que entregó personalmente a Sarkozy, uno de sus más enconados críticos. Convertido en un militante ecológico y firme opositor a los Juegos Olímpicos en China, habla en exclusiva para Chile sobre el movimiento que lideró y de sus luchas actuales. “Son muchas las batallas que me apasionan hoy”, dice. Esta es la revolución personal del hombre que remeció al mundo. Por María Cristina Jurado



A yer usó pantalones pata de elefante; hoy, jeans de cotelé raído. En vez de camisas de algodón cuadriculadas, hoy llega al Palacio del Elysée –la residencia del Presidente francés Nicolás Sarkozy– en chaqueta de paño y camiseta blanca. Siempre sin corbata.

Ya no tiene 23, si no 63. Sus kilos tampoco son los mismos: Daniel Cohn–Bendit era alto, esmirriado e impactaba con la transparencia de sus ojos. Hoy sigue alto, pero una mal disimulada barriga lo delata. Y su mirada se esconde tras doctas gafas. Mantiene, eso sí, el remolino de pelo colorado con visos dorados que lo hizo famoso como “Dany, el Rojo” hace 40 años. Sólo que el color del apodo cambió: desde que defiende la opción de los ecologistas en el Parlamento Europeo (a partir de 1994 y, desde el 2002, como su copresidente) lo llaman “Dany, el Verde”.

Pero a Cohn–Bendit, principal protagonista de Mayo del 68 en Europa y de sus consecuencias en el mundo, la ropa, la estética y las frivolidades le pasan por el lado, invisibles. Hoy, sesentón y célebre, vive en Frankfurt con su mujer y sus dos hijos, y parece que nunca estuviera quieto: viaja más kilómetros por semana que la mayoría de los políticos, en un incesante ir y venir desde su casa alemana a Bruselas o Estrasburgo, donde están las dos sedes principales del Parlamento Europeo. Su tarea, como líder del Partido Verde, es a tiempo completo.

A cuarenta años de los sucesos de la primavera de 1968 –que debutaron con un rebelión de estudiantes en la Universidad de Nanterre liderada por Daniel, entonces alumno de Sociología, y arrastraron con fuerza imparable a diez millones de trabajadores franceses–, Dany es recordado como el hombre que encendió la mecha.

Irreverente y provocador, publicó recientemente Forget 68, libro donde rememora aquel histórico movimiento y que llevó personalmente de regalo al Presidente Sarkozy, uno de sus más conocidos detractores. “Terminamos riéndonos y él prometió leer mi libro. Sarkozy sabe perfectamente que si Mayo del 68 no hubiera existido, él jamás habría sido Presidente de Francia, porque se ha divorciado dos veces”, dice socarronamente Cohn–Bendit a “Sábado” desde Bruselas.

Y no deja de tener razón.

–Estoy en un momento extraordinario de mi vida –señala este hijo de judíos alemanes que se radicó en Francia tras escapar de los nazis.

–Este cumpleaños (de Mayo del 68) es, sobre todo, una ocasión para reflexionar sobre el sentido de aquellos sucesos, pero en ningún caso una excusa para escapar de nuestra realidad actual. Por eso fue que publiqué en las Ediciones de l’Aube Forget 68. Es mi punto de partida para evitar la nostalgia a toda prueba.

–¿Está desilusionado o contento del resultado histórico de su célebre rebelión? ¿Cree que ayudó al mundo a ser mejor?

–La cuestión no es sólo saber si el 68 contribuyó o no a mejorar el mundo. Las barricadas de entonces ya se desvanecieron, pero es innegable y obvio que transformaron radicalmente la sociedad. La mutación operó, ante todo, sobre la cultura tradicional, el moralismo y el principio de la autoridad vertical. Tocó la vida de todos en la sociedad, la manera de ser, de hablarse, de amarse… Basta con revisar el funcionamiento social en Francia antes del 68 para darse cuenta.

–¿Qué recuerdo del 68 lo estremece aún? ¿Qué ha perdurado?

–Aún me conmueve haber visto, exactamente 23 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, a una Francia multicolor gritando: “Todos somos judíos alemanes”, como una forma de manifestarse contra mi expulsión del país. Otra cosa que no he podido olvidar de los años sesenta es la pesadez del conservadurismo político, tanto de izquierda como de derecha. Inolvidable.

–¿Siente que su lucha fue infructuosa?

–No. En la medida en que hoy las mujeres no necesitan una autorización notarial de sus maridos para salir a trabajar o para abrir una cuenta bancaria, estimo que ganamos. A pesar de que la aplastante victoria del general De Gaulle después de los sucesos del 68 fue un flagrante fracaso político, así y todo considero que la brecha de libertad que abrimos con nuestro movimiento fue de tal magnitud que es justo considerarla como una victoria cultural.

Cohn–Bendit no olvida tampoco que su arrasador movimiento universitario emergió aparejado casi al mismo tiempo con otras manifestaciones sociales rupturistas, como el auge de Mary Quant y la minifalda, el uso de la píldora anticonceptiva y los vientos de renovación en la Iglesia católica. El nacimiento de la cultura hippie, la música revolucionaria de los Beatles y el concierto de Woodstock, entre otros ejemplos marcadores, se homologan también a la primavera del 68 en Europa. No fue por casualidad que, desde ese punto cero, la sociedad inició su mayor proceso de transformación durante el siglo XX.

–¿Por qué usted dice hoy que la suya no fue una revolución? Entonces, ¿qué fue?

–La de 1968 fue una rebelión que echó por tierra las mitologías revolucionarias para beneficiar a los movimientos de liberación que nacieron y que se han prolongado desde los años 70 hasta hoy. Nuestra revuelta participaba de la expresión política, pero en ningún caso tenía por finalidad la toma del poder. Esa fue la diferencia fundamental. En realidad, su naturaleza existencialista la convirtió en “políticamente intraducible”. El deseo y la necesidad de libertad que nos caracterizaban se deslizaron sobre todos los arcaísmos del pensamiento. Las estériles categorías de la tradición política no tuvieron, por lo tanto, ninguna influencia en los sucesos de esos años.

–¿Cómo se explica que su nombre y su rostro se hayan convertido en un símbolo de aquel año? ¿Fue algo mediático o real?

–El año 68 fue, sin ninguna duda, el primer suceso a escala global en ser transmitido en directo por la radio y la televisión. El mundo de los años 60 fue una diversidad de rebeliones conectadas. Con la nueva generación surgió un novel imaginario político y las órdenes escritas en los muros se consideraron y se vieron como abiertamente poéticas. Fue exactamente esa suerte de “esencia surrealista” de nuestra rebelión la que logró captar el fotógrafo Gilles Caron en esa imagen que dio la vuelta al mundo: mi “cara a cara” con un policía, mostrándole la mejor de mis sonrisas insolentes, fue una subversión de tal calibre frente al orden establecido, que terminó por relegarlo al ridículo. Esa foto simbolizó la tremenda sed de una emancipación casi irreverente que nos caracterizó. Y condensó toda nuestra energía liberadora.

–¿Cómo fue el encuentro que usted tuvo este año con el Presidente Sarkozy?

–Nuestra reunión en el Palacio del Elysée fue buena. El Presidente se sonrió cuando le pasé mi libro con una dedicatoria: “¿Para cuándo la imaginación al poder?”. Debo decir, además, que si decidí expresarme con un libro sobre estos cuarenta años fue, en gran parte, a causa de las opiniones anti–68 que Sarkozy desparramó durante su campaña. Decidí levantar la cortina sobre esa época para denunciar la impostura de quienes la asocian con todos los males que aquejan al mundo. Decir, por ejemplo, que la generación del 68 es la responsable de la violencia en los barrios, del exacerbado individualismo,, de la crisis de la educación, de la declinación de la autoridad, sólo porque alguna vez escribimos sobre los muros “Prohibido prohibir”, es simplemente una aberración. No sólo es intelectualmente inadmisible, también constituye un escape para evitar toda explicación a los problemas de hoy.

Cohn-Bendit, que parece estar todo el tiempo ocupado y que guarda un rígido celo respecto de su vida privada, tiene una gracia que sus cercanos y sus críticos destacan. Nunca se ha echado a descansar en la celebridad acumulada en estos años.

El presente y los procesos sociopolíticos actuales le interesan aún más que sus años de juventud y gloria. A principios de los 70 y después de haber sido expulsado de Francia por los sucesos de Mayo (logró revertir la medida en 1978, pero siguió viviendo en Frankfurt), trabajó en una librería y hasta estuvo a cargo de un jardín infantil de vanguardia en el contestatario barrio de Sachsenhausen, en la capital de Hessen. Pero la vida tranquila le duró poco. En 1984 comenzó a interesarse en los postulados del Partido Verde y, antes de darse cuenta, ya ejercía cargos políticos de distinto calibre.

–Como diputado verde, es muy activo. ¿Cuáles son hoy sus principales batallas?

–Son múltiples. Desde la lucha por remediar el problema de la degradación climática a la cuestión del desarrollo sustentable, pasando por la política extranjera. Hace muy poco me ocupé del boicot a la ceremonia oficial en los Juegos Olímpicos de China debido a la situación catastrófica de sus derechos humanos.

Cohn-Bendit se apasiona con el tema: “China hoy es una vergüenza para el género humano. No podemos ignorar sus actuaciones y posiciones por la simple razón de que forma parte de las grandes potencias económicas. Desde el momento en que ese país acoge los Juegos Olímpicos, todos nos convertimos en co–responsables de lo que suceda en él. No importa si somos deportistas, espectadores, políticos, periodistas o lo que sea, igual tenemos el deber de indignarnos y manifestarnos civilmente en contra de un régimen que violenta los derechos humanos”.

“También me he preocupado de lograr la adhesión de Turquía a la Comunidad Europea si las condiciones se reúnen -añade- y de la Constitución de Europa… ¡son muchas las batallas que me apasionan hoy!”

–La globalización es un tema para usted. ¿Cómo encuentra que ésta afecta hoy a los jóvenes?

–El problema de la globalización es que afecta todas las esferas sociales y a todos nosotros por igual. En la medida en que no hemos encontrado los instrumentos políticos para manejar y aportar a este fenómeno, estamos reducidos a sufrir sus consecuencias. Y así se está privando a los Estados del manejo de sus propios destinos… pero, claro, ninguno lo admite. En la medida en que la Unión Europea no sea considerada como un instrumento eficaz para regular esta globalización caótica, existirán reticencias para el fortalecimiento europeo. Por lo demás, me parece que es la única manera que tienen los países para actuar eficazmente en la escena internacional y para regular este fenómeno según criterios ecológicos y de justicia social.

–¿Así llegó al Partido Verde?

–Creo que la ecología política es una de las herencias del enorme sobresalto que se produjo en el 68. Ella permanece inasible para las categorías políticas tradicionales y constituye una innovación mayor. Es también uno de los raros pensamientos capaces de aportar a los problemas complejos actuales y de sugerir cambios que de verdad movilicen el futuro.

–¿Cuál sería su mensaje hoy para la juventud? ¿Sigue pensando que los jóvenes pueden cambiar el mundo?

–En 40 años el mundo ha cambiado radicalmente. La realidad de la guerra fría se esfumó, igual que las escuelas y las fábricas con aspecto de cuarteles. También las estructuras sindicales basadas en el autoritarismo, el oprobio que cubría a los homosexuales… En su lugar, hoy encontramos otros problemas, tanto o más complejos. Hoy existe el sida, las altísimas cifras de desempleo, las feroces crisis energéticas y climáticas, las amenazas en el mundo alimentario… Por eso debemos dejar a las nuevas generaciones la tarea de definir sus propias batallas y deseos.

–Hoy sería más difícil ser joven que en los años sesenta…

–Sí, mucho más. Como le he dicho, los desafíos y conflictos que enfrenta la juventud hoy son mucho más angustiosos que los de hace cuarenta años. Nosotros podíamos permitirnos ser despreocupados, por la sola razón de que la precariedad no formaba parte de nuestro mundo. Esa realidad terminó.

 

 

Noticias Junio 7, 2008

La máquina memética

quepasa. Nuestro columnista se adentra en las tierras de Darwin -a raíz del reportaje de la semana pasada en Qué Pasa- a través de la obra de Richard Dawkins. No sólo habla de “genes”: se adentra en los “memes”: para conseguirme una invitación a la Fundación Ciencia y Evolución -reporteada por Qué Pasa la semana anterior- vaya esta columna. Retomaremos lo que escribió ahí Alvaro Fischer: en 1976, el biólogo Richard Dawkins (en wikipedia) escribió El Gen Egoísta. Así reafirmó y profundizó -con ciencia moderna y lujo de ejemplos – el concepto original de Darwin, que explica cómo el proceso inevitable de la evolución biológica se basa en la competencia de genes que se reproducen, mutan, y luego experimentan un proceso de selección natural que facilita la perpetuación de aquellos más aptos para sobrevivir y reproducirse en un determinado medio ambiente. Por Mario Waissbluth

Sus siguientes libros -tales como El Ciego Fabricante de Relojes y Escalando la Montaña Improbable- están dedicados a demostrar que los aspectos más increíbles de la naturaleza -como la estructura del ojo, la forma insólita de una telaraña, o ciertas infernales avispas que inyectan sus larvas en otros insectos para que se los coman vivos por dentro a la velocidad precisa para que no mueran hasta el momento de emerger- no obedecen al gran diseño de un “relojero creador” ni a una fuerza divina, como afirman los creacionistas, sino que son el inevitable -y sin propósito (purpose-less)- resultado del proceso de mutación y selección natural.

Para rematar, en 2006 Dawkins escribió The God Delusion. Este texto incluso provee una explicación genética para la masiva tendencia a la religiosidad. Dawkins lo culmina dándole un bellísimo sentido a la vida… sin aferrarse de la religión. Si de ateísmo se trata, ésta es la cereza del pastel. Mayor razón para que los religiosos lo lean: si su fe resiste este cañonazo, resistirá cualquier cosa.

Para aquellos ateos y agnósticos que en torno a estos temas gustan enredarse en combates retóricos con los ultrarreligiosos, la bibliografía clave, aunque algo densa, la provee el filósofo Hubert Schleichert, que escribió en 2001 el libro Cómo discutir con un fundamentalista sin perder la razón. Introducción al pensamiento subversivo. Para estimular el apetito, mire esta frasecita, que data del siglo XVI: “Después de indagar mucho sobre qué es un hereje, no he encontrado sino esto: damos el nombre de hereje a todos los que no están de acuerdo con nuestra opinión. Eso se muestra en que no hay una secta que no considere herética al resto”.

Casi un pie de página de las obras de Dawkins, fue el concepto de “meme”, paralelo al de “gene”.

Los “memes” habrían surgido cuando las incipientes facultades imitativas del Homo Habilis, exclusivas de esa especie, proveyeron una ventaja de supervivencia. El Diccionario Oxford define “meme: un elemento de una cultura que se transmite por medios no genéticos, especialmente por la imitación”.

La palabra “vaca” (no la vaca) es un meme; la Biblia es un meme complejo (memeplex); pintarse los labios es un meme erótico; decorarse la frente con un punto rojo es un meme hindú.

El concepto ha sido profundizado por muchos autores y -con controversias- ya se habla de una ciencia memética, paralela a la genética.

Dawkins señaló una paradoja. De aquí a 300 años, vanidoso lector, sólo quedará una diez millonésima parte de sus rasgos genéticos -físicos o mentales- diluida en sus descendientes. Sin embargo, si usted genera un “meme” que perdure y se retransmita -como la Quinta Sinfonía, por ejemplo-, este sobrevivirá prácticamente inmodificado.

Memes y genes son “replicantes”, a los que se aplica una suerte de teoría darwinista universal. Variación, selección y replicación son los tres factores comunes a ambos, y son la fuente básica de las explicaciones biológicas y culturales. A muchos les resulta difícil digerir que no hay más, pues les cuestiona el sentido de su existencia; no hay un gran diseño oculto ni un diseñador. Ponga un caldo de cultivo adecuado, libere en él algunos genes o memes que se replican, que en el proceso de replicación a veces mutan, y que compiten por recursos del medio ambiente – natural o cultural – para sobrevivir, y obtendrá un proceso evolutivo de impredecibles consecuencias. Rudo digerirlo, ¿no?

Genes y memes no evolucionan con “sentido de progreso”, no evolucionan con sentido alguno. Si al mutar se generan genes o memes de mayor probabilidad de reproducción, con el correr del tiempo esos constituirán la población predominante, sean éstos “buenos” -como los bacilos del yogur- o “malos” como el virus del Sida, de acuerdo a algún punto de vista. Hay coevolución de genes que se agrupan porque juntos (en un antílope o una bacteria) sobreviven y se transmiten mejor. A veces hay coevolución de memes que agrupados se transmiten mejor (en Don Quijote o Condorito). También hay coevolución de genes y memes, cuando surge la capacidad de imitación -la capacidad genética para copiar memes- en el hombre ancestral. Esto aumenta la supervivencia, lo cual convierte las habilidades imitatorias en una fuente de atractivo para la pareja, y así sucesivamente.

Los memes viajan a través de generaciones, y también se reproducen horizontalmente. En algunos casos se transforman en “manías instantáneas”, como algunas modas juveniles, episodios de terror colectivo o el nazismo. Con internet, la velocidad de transmisión de chistes buenos o regulares aumenta pasmosamente.

Los memes son los “virus” de la mente, benignos, malignos, o neutrales. Necesitan cerebros para replicarse, mutar y retransmitirse. Columnistas como Carlos Peña o Alfredo Jocelyn-Holt o su servidor posiblemente tengamos infección memética aguda, de pronóstico reservado.

Aquellos memes que sobreviven y, por su atractivo, son transmitidos más frecuentemente, se desarrollan. Pero la gran mayoría se extingue. Esto que escribo será probablemente un meme al borde de la extinción en pocas semanas, aunque tal vez, si perdura en este disco duro o en el servidor de algún sitio web, alguien lo rescate en 20 años más, como si hubiera sido un gen almacenado a -40º C.

En 1999, Susan Blackmore escribió La Máquina Memética que, como el lector ya sospechará, somos nosotros, los humanos. Al escribir estas líneas, la máquina memética Mario está gestando leves mutaciones y facilitando la reproducción de memes de Dawkins, Schleichert y Blackmore. Con la misma demoledora lógica que Dawkins usó 23 años antes, ella construyó bases fundacionales de la “memética” y la utilizó para explicar, de maneras que a veces fascinan y otras aterran, el nacimiento y evolución del lenguaje, las actitudes sexuales modernas, por qué nos cuesta tanto parar de pensar o de hablar (o escribir), el concepto de altruismo, y las religiones, entre otras manifestaciones del ser humano.

Para dejarlo a uno insomne, termina incluso demostrando que el concepto del “yo”, ese animalito interno que es nuestra “conciencia”, que solemos ubicar por ahí detrás de nuestros ojos, y que nos da nuestra sensación de libre albedrío, no es más que una ilusión generada por la co-evolución de genes y memes para optimizar su replicación.

Leer estos provocadores libros es una aventura. Que este meme le aproveche. Si le gusta, lo distribuirá, contribuyendo a su reproducción. Si lo borra del computador o tira la revista, contribuirá a su piadosa extinción.

 

 

 

 

Noticias Junio 7, 2008

Web 3.0 está aquí: internet móvil

Steve Bratt, consejero delegado de W3C

Steve Bratt, consejero delegado de W3CBDigital Global Congress

elpais. Toca cambio de dígito y no por antojo del paso del tiempo o porque al 2.0 le siga de forma correlativa el 3.0: hay evidencias de que se está construyendo una nueva forma de entender y consumir Internet. Durante más de una hora, Steve Bratt, CEO del consorcio internacional que produce estándares para la World Wide Web (W3C) y mano derecha de Tim Berners-Lee, creador de la web, ha intentado explicar la web que viene. Aquella que es inteligente, que entiende y relaciona lo que el usuario busca -semántica-, aquella que se puede transportar en la palma de la mano porque es móvil, aquella que es capaz de programar el horno de casa minutos antes de llegar… en definitiva la Web 3.0.

Uno de los grandes retos que ha anunciado Steve Bratt y por el que pasa el futuro de Internet es el móvil. En la actualidad el 80% de la población que tiene un celular podría acceder a Internet a través del móvil, “lo que supondría duplicar el número de usuarios”, explica Bratt. Para alcanzar esas cifras, aún habría que superar algunos problemas que no vienen más que a ser retos para este gurú de la web: “hay ciertas barreras en el despliegue de las páginas web en el móvil, también ciertos administradores que eligen determinados controladores para navegar por su site o que desconocemos el coste de ciertos servicios por lo que optamos por no navegar con el móvil”.

 

Mientras Bratt enumera los inconvenientes, también despeja la incógnita: “hay directrices muy simples de cómo diseñar los contenidos de una web de forma que se puedan adaptar en todos los dispositivos”. La Web 3.0 también llama por tanto al móvil.

 

Inteligencia artificial

 

Los pilares de la nueva web también pasan por la inteligencia artificial. La denominada web semántica, capaz de tejer una maraña de información ultra relacionada de tal forma que el contenido queda mejor clasificado en la Red.

 

Las aplicaciones son infinitas, no sólo en el texto: el vídeo también puede ser tratado de forma diferente: “podemos capturar la imagen pararlo, seleccionar un determinado fragmento y enviárselo a nuestros amigos. No es necesario mandar el vídeo al completo. A su vez, se puede añadir información adicional o introducir enlaces sobre el ‘sponsor’ que aparece de fondo o sobre el actor…”, las posibilidades enumeradas por Bratt parecen no acabar en una materia que acaba de llegar a la Red, prueba de ello es que la mayoría de los videos que se emiten a día de hoy en Internet no reúnen estas características.

 

Los beneficios de la Web 3.0 para Bratt no sólo tienen que ver con cuestiones meramente técnicas sobre navegación por móvil o visionado de videos, durante toda su comparecencia Bratt ha hecho hincapié en cómo la Web 3.0 influye en los hábitos de vida de sus usuarios. Por ejemplo, en medicina muchos doctores podrán disponer de información para ofrecer atención médica a sus pacientes. Esta revolución genera consigo determinados problemas como la publicación de datos de índole privada.

 

Bratt apela a la responsabilidad del usuario, es el que decide en última instancia qué datos y dónde se hacen públicos: “La gente tiene que ser responsable sobre qué datos quieren que sean públicos y cuáles no. Miren hay casos similares a comienzos de los 90 cuando a muchas compañías les espantaba que hubiese información circulando en la web, a día de hoy se han dado por vencidos”.

 

La inteligencia artificial también tiene una vertiente personal, es capaz de mezclar mapas de una ciudad, datos históricos, la geolocalización de usuarios con los datos más personales de cada uno: “Hay información que sería más fácil de alcanzar en cuanto a hábitos personales y se puede hacer de forma segura y confidencial. Por ejemplo, a mí me encanta la comida italiana y ahora estoy en Barcelona… de esta forma puedo disponer de forma inmediata de una información sobre los restaurantes de comida italiana que ahí aquí cerca”, explica Bratt. La Web 3.0 también entiende de gustos.