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Noticias Agosto 27, 2008

Alcalde en tu Barrio

Ayer asistí a un almuerzo
de Claudio Orrego, Alcalde de Peñalolén, con vecinos de una villa de la
comuna, Cousiño Macul, como parte del programa Alcalde en tu Barrio. Estaban los directivos
de la junta de vecinos, personas de la comunidad y un par de representantes de
los carabineros de la zona. Es realmente emocionante experimentar ahí en
directo la importancia que tienen las políticas sociales de apoyo y la pasión
que pone el Alcalde con su equipo en escuchar
a los vecinos, en buscar soluciones, traer nuevos horizontes y en promover que
se organicen y ellos mismos contribuyan en las mejoras. El efecto de estos
cuatro años se veía en gente autónoma, exigente y crítica, pero con mucha gratitud,
alegría e identificación con el liderazgo de la comuna.

Maravilla ver que al
mismo tiempo de pavimenta e ilumina una calle, se construye un nuevo cuartel
policial pero también se contraen alianzas reales con los principales actores
de la tecnología como Intel, Cisco, Microsoft. Este Viernes 29 y el Sábado 30
de Agosto. realizarán la cuarta Feria Digital
para los vecinos de una comuna
eminentemente popular. Ahora, leo en La Segunda, que Peñalolén ha sido declarada comuna “héroe digital” como una de las más detacada en Chile y América Latina. Simplemente maravilla.

Simplemente me emociona ver que
se puede creer, que se pueden hacer cosas reales por y con las personas, que
hay una reserva de dignidad, voluntad e inteligencia en todas las personas para
mejorar la vida, que no estamos condenados a los liderazgos gastados de los
partidos y los parlamentarios. Por eso me la jugaré.

Noticias Agosto 27, 2008

Facebook alcanzó 100 millones de usuarios

 

emol. Cuatro años demoró Facebook,
la red social creada por el universitario Mark Zuckerberg, en alcanzar los 100
millones de usuarios. No es un récord, ya que MySpace tardó sólo tres años en
alcanzar la misma cifra. El encargado de dar la noticia fue otro de los
fundadores, Dave Morin, quien, aunque parezca paradójico, lo anunció por
Twitter, otro sitio de la Web 2.0. (ver aprender a utilizar nuevo facebook)

En Chile, hace un mes éramos 2,5 millones de
usuarios (digo éramos porque aumentamos 1 millón en algo más de un mes). Esto debe cuestionar el escepticismo de autoridades de desarrollo
social, responsables educacionales y directivos de las empresas respecto de la
masificación de Internet y las posibilidades de cambio cultural, de consumo y
de apropiación de nuevos modos de interactuar entre las personas. Pasó lo mismo
con el teléfono, la radio, la televisión y los primeros PC: eran considerados
juguetes por las autoridades tradiconales. Lo paradójico y hasta tragicómico, es
que los escépticos con poder de decisión para invertir en masificación e
innovación en educación, programas sociales e incluso como medios de negocio son
justamente personas que no se han incorporado a esta tendencia imparable. Felizmente,
la mayor o menor disponibilidad no depende de edad, género ni educación.

Noticias Agosto 26, 2008

Los mitos que impiden mejorar la educación

Mariana Aylwin y un equipo de expertos de GiroPaís están
trabajando en una serie de propuestas que permitan avanzar en una real mejora
de la educación, partiendo por derribar los mitos que predominan y entrampan el
diálogo, y apuntando a las primeras propuestas de mejoras del sistema
educacional. Seguro habrá que incluir en la superación de mitos, la reflexión sobre lo que entendemos
por educar, enseñar y aprender, como lo propone Fernando
Flores
en su reflexión filosófica sobre educación, que no es producir, procesar ni transmitir conocimientos (vaya mito).

La presentación completa de Mariana Aylwin aquí

 

 

Noticias Agosto 23, 2008

La receta del genio puntocom

Alec Oxenford 1.jpg

emol. Dentro del Olimpo digital, Alec Oxenford es uno de los nombres latinos más fuertes. Argentino,
creador de DeRemate.com, ha sido clasificado una y otra vez como líder de esta
nueva generación empresarial. Su historia es la de hacerse la América, pero
también la de reinventarse después del éxito y ser protagonista, con una
empresa totalmente global, del segundo auge de internet.

-Sólo tengo 37.5 de fiebre -dice Alec
Oxenford, algo ojeroso, algo cansado. Está llegando a su cuartel general, en
pleno Palermo bonaerense, donde funciona OLX, una oficina transparente en la que
predominan el blanco, naranjo, lila y verde en murallas, cojines, mugs de café.
Hasta en la Fanta sobre la mesa y en el termo del mate: verde cata. Está claro
que los colores del futuro son fosforescentes.
OLX es la empresa actual de este gurú tecnológico
argentino, que se dedica a los avisos clasificados virtuales en 52 países y 12
idiomas, desde China hasta Moscú, pasando por Latinoamérica. Antes, Oxenford se
hizo famoso al crear, a los 29 años, DeRemate.com, la que luego vendió a la
americana Ebay. Una epopeya digital. Por Paula Escobar Echeverría



Pero hoy no es la fiebre puntocom la que lo
aqueja, sino una infección que pescó en Brasil, a donde fue hace unos días a
hacer negocios. Ya ha bajado cuatro kilos y dice que se siente más débil, pero
nunca tanto como para no venir a trabajar.

De negro y zapatillas, a sus 39 años es uno de
los mayores referentes de Latinoamérica, no sólo por sus glorias pasadas, sino
también porque fue capaz de sobrevivir a la venta que lo hizo millonario
(“el precio de venta es confidencial, sorry”, dice él) y encontrar
una nueva ocupación para no quedar rico y cesante a los 30, que es como muchos
sueños digitales terminan convirtiéndose en pesadillas reales. Muy reales.

De niño era asmático, y eso significaba que
era malo para los deportes. Alec compensó esa “falla” con los
primeros lugares en sus estudios, incluso en Administración de Empresas en la
U. Católica de Argentina. Pero para él, el camino no fue fácil. Su padre, sus
abuelos, todos empresarios, lo criaron en la vieja escuela del esfuerzo y de
lograr las cosas por uno mismo. A pesar de venir de una familia con dinero,
todo se lo “tenía que ganar”. Así se lo inculcó, sobre todo, su
abuelo paterno:

-Él era cero inteligencia emocional. Su
mandato de vida era: uno está acá para aportar valor, hacer cosas por los
demás, ser eficiente, trabajar toda la vida. E irse con la misión cumplida. Un
tipo muy inteligente, justo, pero cuando a veces eres muy justo eres duro. Me
marcó bastante.

-¿Su padre lo crió igual?

-Igual: nunca me dio nada, cero: ni trabajo ni
nada. Mi padre siempre nos mandó el mensaje de que hay que hacer las cosas por
uno mismo. Y no depender de otros. Con mis hermanos a veces no entendíamos
esto, pero después, con el tiempo, uno va comprendiendo que es lo que él
recibió. Y creyó que esa era la mejor educación que podía darnos.

-¿Usted tiene dos hijos, de 6 y 8 años,
¿planea hacer lo mismo con ellos?

-Menos duro. La generación de mi padre quería
que sus hijos los respetaran, y yo quiero que me quieran. Eso cambia todo.
Siempre les digo que los quiero cuando se van a acostar.

Secuestro doble

Por el lado de la madre, el abuelo también fue
un personaje marcador. No sólo por la empresa, sino porque lo secuestraron. Y
no sólo a él: lo mismo le sucedió al hermano de su padre. Dos secuestros en una
misma familia, y que no estaban relacionados. Alec aprendió así los posibles
costos del poder y del dinero, el temido lado B.

“A mi tío lo mataron, y a mi abuelo no,
pero quedó mal. Terminó hundiéndose, nunca se pudo recuperar, lo trataron muy mal.
Era el año 77, dictadura militar. Al tío lo secuestró la policía, al abuelo un
grupo terrorista contrario al régimen. Los dos bandos. Fue por plata en ambos
casos. Fue un momento muy malo. Yo, de chico, pensé que eventualmente iba a
hacer algo con esto… Luego nos fuimos a vivir a Brasil, por seguridad”.

El lapso brasilero duró unos años: allí hizo
su escuela y volvieron a las raíces. Alec decidió seguir los pasos de su padre
y de sus dos abuelos empresarios, y se metió en el mundo de los negocios. Pero
su sello fue otro: saltó de las empresas tradicionales hacia la nueva frontera:
internet.

-No creo que sea mucha casualidad -dice
relajado y a media sonrisa.

Terminados sus estudios, emprendió rumbo a
Harvard a hacer un MBA. Fue una experiencia que en él marcaría un antes y un
después.

“Harvard me abrió los ojos, porque había
un montón de emprendedores, y me di cuenta de que no eran extraterrestres ni
superdotados. No había nada que me impidiera a mí hacer lo que hacían
ellos”.

Con algunos compañeros de Harvard formó en
1999 DeRemate, el portal que revolucionó el comercio online de Latinoamérica.
El día del anuncio, de hecho, acaparó la atención de la prensa, pues se trataba
del primer lanzamiento importante de una compañía de internet en nuestra región.
El éxito fue inmediato; la expansión, brutal. Pronto tendría ventas brutas por
150 millones de dólares y se convertiría en uno de los casos de negocios que
hasta hoy se estudia en Harvard.

-¿Cómo fue tener tanto éxito tan joven?

-Yo no sé si es por una cultura medio
puritana, pero la verdad es que nunca me sentí muy exitoso, de verdad. Nunca
festejamos nada… Fue a tal velocidad y a tanto esfuerzo, que yo estaba enfocado
siempre en cómo hacer para que no se rompa todo y seguir creciendo. Siempre
había un riesgo muy grande a la vuelta de la esquina. Tropecé varias veces, fue
terrible. Si hubiera sabido el esfuerzo que había que hacer, creo que no me
hubiera tirado. Por otro lado, nunca nada me gratificó tanto como DeRemate. No
es muy fácil tener la oportunidad de hacer algo así.

-¿Cuáles fueron los momentos malos? ¿Se
pelearon entre ustedes?

-Hubo momentos difíciles, muchos de vida o
muerte. Tuvimos que reestructurarnos, despedir gente. Y nos hemos peleado
también entre socios. Me da mucha lástima, la verdad. Yo siempre sentí DeRemate
y OLX como familia. Estas peleas que tuvimos es lo más duro que me ha pasado, y
ojalá lo hubiera podido procesar y tener clarísimo qué pasó. Sufrí; y cuando
vendimos, me deprimí mucho…

-¿Fue parte de las razones para vender?

-Fue muy difícil vender. Ahí me di cuenta de
la importancia de las decisiones y el tiempo. Las decisiones nunca son buenas o
malas, sino oportunas o inoportunas. Nada más. En otro momento no hubiera
vendido jamás, pero estaba tan agotado que me pareció una oportunidad. Parecía
un precio razonable. No sé si después hubiera sido cinco veces más alto, pero
sí sé que dos años antes hubiera sido un quinto. Era una manera elegante de
cambiar de aire; entonces lo hicimos.

-¿Cómo se sintió después?

-Después de hacerlo, con la plata en la cuenta
y sin DeRemate, sentí que me había vaciado por dentro. Estuve tres semanas
deprimido, mal; jamás me había pasado. Desde el día de la venta, nunca más pise
DeRemate; nunca más entre, no puedo, es demasiado fuerte. No me puedo concebir
desde afuera en DeRemate… el nombre, los colores, las oficinas, la gente: yo
decidí mucho de todo esto.

El futuro de internet

Por suerte –o coincidencia- otro amigo, un
francés de Princeton, Fabrice Grindo, estaba en las mismas en ese momento. Para
pensar y tomar un poco de perspectiva, decidieron hacer una expedición y
escalar en hielo, a Perito Moreno, Patagonia profunda. Alec nunca había
escalado, ni menos en hielo. “Queríamos hacer algo diferente”,
explica.

-¿No era mucho riesgo sólo para hacer
“algo diferente”?

-Bueno, yo hago esas cosas. Soy muy poco
deportista, pero tengo muchísima voluntad. Un día me desafiaron a que no podía
ir nadando desde Punta del Este a isla Gorriti. Lo hice. No me ahogué de
milagro… pero fui porque me desafiaron. Y esto del hielo fue así.

-¿Fácil de manipular?

-Sí, es muy fácil. Lo que no es tan fácil es
ganar la apuesta para el otro, porque yo no suelto. Les rompo los cálculos. Soy
como los perros con rabia: una vez que muerdo, me tienen que cortar la cabeza,
pero no suelto…

Ahí, entre hielos, el frío, el paisaje eterno
de la Patagonia, pudo procesar más y pensó que tenía menos de 40 y no estaba
jubilado, que tenía energía y ganas. Su amigo también.

Y crearon OLX, que lanzaron en marzo de 2006.
Hoy tiene gente de 17 nacionalidades trabajando aquí, cuenta. Están en 53
países. Argentina, de hecho, sólo representa el 4 por ciento de su negocio. Una
verdadera empresa global, pensada así desde el comienzo.

Alec, de hecho, es la quintaesencia de un
ciudadano global. Un día come en la calle en Beijing, al otro en su café
favorito de Palermo, otro en el avión nocturno a Nueva York. No sabe cuántos
viajes hace al año. El mundo es un pañuelo y hay caras conocidas y redes en
todas partes. Y, obvio, tiene su propio blog (www.alecoxenford.com) donde
postea casi a diario sus aventuras.

-¿No temió que le pasara como a tantos
millonarios jóvenes puntocom, que quedan jubilados tan jóvenes?

-Siempre sentí ese miedo. Pensé que nunca más
iba a hacer algo útil en la vida, que ya no había nada interesante. Pero con el
tiempo entendí que así como OLX en América Latina jamás va a tener la presencia
que tiene DeRemate, DeRemate jamás va a tener la prevalencia que tiene OLX en
China o India; son cosas diferentes.

-¿Cómo cree que internet va a seguir cambiando
la sociedad en los próximos años?

-Va a haber mucho más poder en la gente y esto
implica un cambio grande para la democracia, para los gobiernos, los países y
los estados. Algo que comenzó a pasar en los últimos 15 años es que los
habitantes del mundo saben lo parecidos que son. La gente del
“mainstream” del mundo usa las mismas cosas: Yahoo, Facebook, Google,
Youtube, usa MSN, mandan mails, bajan música y películas para entretenerse,
entonces cuando la gente termine de darse cuenta de lo parecida que es, esto va
a ayudar mucho a la tolerancia en el mundo.

-Para este mundo lleno de cambios y
reinvenciones, ¿en qué habilidades debiera formarse un profesional?

-Mira, lo más importante es que cada uno tenga
su propia “estrategia de empleabilidad”. Me explico: hay que ser
consciente que ser “empleable” es una responsabilidad de cada uno, y
esto es nuevo, porque antes uno entraba a una compañía y ella te entrenaba para
que fueras progresando a lo largo de tu carrera. El mundo hoy ya no es así:
cada persona debe preocuparse de ser atractivo para que las empresas lo
contraten. Se dio vuelta la carga de responsabilidad por la carrera de uno. Y
esto pasó por un motivo muy simple: las empresas hoy no saben qué tipo de
personas necesitarán en el futuro. Entonces, no te pueden ni asegurar ni
preparar.

-¿Qué formación es imprescindible?

-Idiomas, en el mundo del futuro no saber
inglés es ser como analfabeto. Tener experiencias internacionales; es decir,
poder moverse como pez en el agua en diferentes culturas. Estar con gente
joven. Adoptar rápido las nuevas tecnologías. Ser buen juez de gente: poder
atraer talento y poder evaluarlos bien en el tiempo. Poder resolver conflictos,
poder gestionar en medio del caos, no asustarse con la incertidumbre. Y dos
cosas más son esenciales: negociar y comunicar, porque la verdad es que en eso
uno se pasa el día.

-¿Cómo le gustaría cumplir los 50?

-¡No me gustaría, para nada! –dice riendo a carcajadas.

POLITICA Y LATINOAMERICA 2.0

-Su experiencia empresarial ¿cómo cambió su
visión de Latinoamérica?

-Vi con perspectiva. Yo quiero mucho a
Argentina, pero soy muy critico de ella. Hemos tenido 60 o 70 años de
decadencia muy marcada. Es el único caso del país que fue desarrollado y se
volvió subdesarrollado de vuelta, no hay ningún otro.

-¿Por qué cree que se perdió todo eso?

-Muy simple: incompetencia mezclada con
corrupción. Lo otro que es terrible –yo no sé si peor que los políticos- es que
tenemos una clase empresarial muy mediocre. No hemos tenido la suerte de tener
una clase de empresarios como la brasileña o la chilena, donde están
involucrados en el país. Tienen un compromiso y una visión de país y participan
de la democracia.

-¿Cuál es la responsabilidad de su generación
en el problema de Argentina hoy? ¿Por qué no se involucran más en política?

-Yo he probado dos veces involucrarme en
política. Una vez con Domingo Cavallo, cuando fundó Acción por la República. La
historia corta: fue un desastre. Y la segunda fue con Juan Carlos Blumberg
(líder anti delincuencia, tras el secuestro y asesinato de su propio hijo,
Axel), que es un líder social, y también salio pésimo. Fue una mezcla de
ignorancia y malas decisiones nuestras. Yo sabía que no era un entorno muy
limpio, pero nunca me imaginé que era tan poco limpio. Pero bueno, todo es
experiencia y aprendizaje. Pero a pesar de todo, creo que Argentina va a ir
madurando y yo me voy a meter de vuelta. La tercera es la vencida. Me
encantaría, creo que es gratificante y que hace falta.

-¿Cómo ve a Chile hoy?

-Creo que Chile viene muy bien, pero como ya
tiene acuerdos con tantos países, por ahí se le acabo la agenda… y tiene que
pensar en otras maneras de seguir profundizando su relación con el mundo. Yo me
enfocaría a construir cinco o seis multinacionales de escala global. Global
hasta China. Hay que transpirar, es muy difícil, pero si lo haces bien, la
escala que te va a dar es impresionante. Yo creo que Chile tiene esa
posibilidad, es un gran salto, pero se puede. Chile sigue siendo un país
ejemplo para Latinoamérica, pero tiene que tener objetivos más ambiciosos.

Paula Escobar Echeverría.

Noticias Agosto 23, 2008

Estatuto Docente: Una tragedia peor que el Transantiago

quepasa. Mario Waissbluth, profesor de la
Universidad de Chile y afín a la Concertación, se abocó a revisar un sinnúmero
de estudios y cifras, y a conversar con expertos en educación, directores y
sostenedores de colegios. La idea era arribar a un balance, sin eufemismos ni
clichés, sobre la calidad de los profesores y de la educación en Chile y los
factores que influyen en ésta. He aquí las dramáticas conclusiones:

Estimados
lectores, les expresaré algunas preocupaciones y proposiciones respecto a la
tragedia griega que estamos viviendo en la educación, hipotecando el futuro
nacional por décadas. No me referiré a la LGE (imprescindible) ni al musical
jarrazo, sino a los temas que verdaderamente me preocupan. En este país no se
habla la firme, y si no nos sentamos todos a conversar sin eufemismos
disfrazados de ideología, esto no se arregla.

Las tragedias griegas terminan mal.
Desde el inicio se sabe que las circunstancias de cada actor llevan
inevitablemente al descalabro. Cada uno es producto de su historia, nadie es
tan bueno ni malo, sino que juega el juego que le tocó.

Contemos el hipotético caso de un
joven que estudió hace 15 años en una escuela municipal de regular calidad, y
que obtuvo 500 puntos en la PAA, la antigua PSU.

Para mayor claridad, 500 puntos, la
mediana de la muestra, equivalía a responder correctamente entre el 10% y el
15% de las preguntas de la PAA. La mitad de los alumnos contestaba menos que
eso. De acuerdo a los datos del Second International Adult Literacy Survey
(Sials) -elaborado por la organización de países industrializados OCDE-,
nuestro joven de los 500 puntos con dificultad comprende hoy, ya adulto, lo que
lee.

El dueño de una escuela particular
subvencionada me comentó hace poco que cuando reciben alumnos con sólo dos años
de mala enseñanza básica, el retraso formativo comparado con sus compañeros se
constata como “casi irrecuperable”. Las personas que llegan a la
educación media o la universidad sin ciertos aprendizajes en materia de
lenguaje y aritmética -que debieron obtenerse a temprana edad- difícilmente
podrán recuperarlos, por mucha “remediación” (jerga oficial) o
capacitación que se les imparta durante su carrera.

En suma, nuestro joven de 500 puntos
difícilmente podría haber encarado una carrera universitaria.

El negocio de los pedagógicos express

Sin embargo, Chile le ofreció a este
joven una salida. La legislación de educación superior -estupenda muestra del
libre mercado- le permitió ingresar a estudiar Pedagogía a una universidad de
dudosa calidad, de esas que otorgan los títulos al vapor y/o por internet.

Según una reciente investigación
(ver recuadro en la página 16), a lo largo de sus “estudios” los
niveles de conocimiento de nuestro joven mejoraron entre… 2% a 4%. No más.
Pasó por la universidad y aprendió nada. Pagó buen dinero o incluso se endeudó
para comprar un título. En su lugar, cualquiera hubiera hecho lo mismo.

No exagero. Aunque los puntajes de
corte y la demanda por estos estudios han ido en aumento, la carrera de
Pedagogía Básica registró en el proceso de admisión 2008 un puntaje PSU del
último matriculado, que en una universidad llegó a ser de… 320 puntos. Esto
equivale a responder correctamente cuatro de las 80 preguntas. Así es, 4 de 80.

De 18 mil estudiantes que este año
egresarán como profesores -con poca esperanza de encontrar trabajo-, cerca de
la mitad lo está haciendo vía dudosas regularizaciones de estudios. Las
universidades que los imparten, incluidas algunas del Consejo de Rectores,
hacen un pingüe negocio que crece vertiginosamente: son 40 universidades e
institutos que aumentaron, en los últimos 3 años, su matrícula total formal de 12.500
a
24.600
alumnos de Pedagogía. Está bueno el mercado.

El lastre del Estatuto Docente

Luego, ya egresado y titulado, la
suerte le sonrió un rato a nuestro joven: pudo ingresar como profesor con una
jornada de 44 horas semanales a una escuela municipal. Habiendo logrado -con
todas las asignaciones – una remuneración inicial de 591 mil pesos brutos
mensuales, que con los aumentos bianuales automáticos llega inexorablemente a
877 mil pesos, éste ya no tan joven, gracias al Estatuto Docente y con el
entusiasta apoyo de su Colegio de Profesores, ha procurado rehuir cualquier
tipo de evaluación rigurosa.

Si yo estuviera en su lugar,
asegurado un ingreso intocable para mi familia, el que no podría haber logrado
de otra forma con ese nivel de preparación, me opondría rotundamente a un
cambio en la situación. Además me sentiría bastante tranquilo, sabiendo que si
el sostenedor municipal osara pedirme la renuncia por “pésimo desempeño
docente”, existiría la casi certeza de que la Inspección del Trabajo y/o
los tribunales me reintegrarían al cargo, con una indemnización de $15 millones
a $25 millones. ¿La causal? “Menoscabo por desvinculación injusta”.
Para perder el trabajo, este profesor debería tener más de 100 días anuales de
licencia médica, cometer abuso sexual o un crimen similar.

Digamos las cosas como son porque es
sanador. Visto en retrospectiva, el error más caro para el país en dos décadas
no es el Transantiago: es el Estatuto Docente. Como en toda tragedia, nadie es
tan maligno. Me lo relató un altísimo integrante del primer gobierno de la
Concertación: “Ubiquémonos en esa época… Pinochet comandante en jefe,
terror a la fuga de capitales, ejercicios de enlace… había que defender la
economía y la democracia a toda costa. Tuvimos que concederles mucho a muchos,
como el Estatuto Docente a los profesores y el silencio sobre las
privatizaciones a los empresarios”.

Uno posiblemente hubiera hecho lo
mismo.

Retomemos la historia del joven
profesor. No creamos que lo está pasando bien. Sus condiciones laborales son
durísimas: agotadoras 32 horas de clases, el ambiente es agresivo, su tasa de
depresiones severas a lo largo de la vida es de 32% cuando el promedio de una
muestra de referencia es de 23%. Sus episodios de pánico o de ansiedad superan
por más del doble a la muestra de referencia. Mayor razón para sentirse
menoscabado si alguien propusiera someterlo a una evaluación rigurosa.

Como todos sabemos, pero no decimos,
la evaluación docente actual es enteramente dudosa. Después de 4 años de
resistencia, todavía no se logra evaluar ni siquiera a la mitad de los
profesores. Pero algo se ha avanzado; es un logro, casi como poner un pie en
una puerta antes cerrada.

Pero, escarbemos en los datos que
yacen tras un velo de eufemismos en el sitio web del Ministerio de Educación:
los clasificados como “competentes” o “destacados” suman el
64% de los evaluados. Este 64% tiene derecho a un incentivo monetario, para lo
cual debe rendir una prueba rigurosa de conocimientos, asunto no incluido en la
evaluación regular. Cerca de la mitad de los que tienen ese derecho, por alguna
“extraña” razón, se abstiene de rendir dicha prueba, aunque
recientemente se ablandaron los criterios para que más profesores lo hagan.

Revisando los resultados de ese
proceso, se concluye que en realidad apenas el 10% del total de los profesores
tiene niveles de conocimiento comprobado que los pudieran calificar como
realmente “competentes” o “destacados”.

La situación de los docentes de
colegios particulares subvencionados no es muy diferente. Según todo lo que se
observa, descontado el factor socioeconómico de sus alumnos, se constata que la
realidad educativa, emocional y salarial de los profesores y los tamaños de
aula en ambos sistemas son muy parecidos.

El informe del Sials ya mencionado
contiene otro dato aterrador, pero como los chilenos somos expertos en hacernos
los lesos, esta verdad políticamente irritante no se comenta: sólo el 8% de los
egresados de educación superior entiende completamente lo que lee.

Es fácil sospechar entonces que los
profesionales que hoy comprenden perfectamente lo que leen no son los que
ingresaron a la educación superior con 400 o incluso 600 puntos. El 8% superior
en la PSU equivale a cerca de 650 puntos. Por tanto, es difícil creer que
muchos profesores comprendan perfectamente lo que leen; luego, es difícil
imaginar que podrán enseñar a sus alumnos a comprender lo que leen o a dividir
fracciones. Perdón por la franqueza.

En suma, después de revisar
informes, mirar cifras y entrevistar a bastante gente para escribir este
artículo, si se toma en consideración el origen escolar de la mayoría de los
educadores y la calidad de la educación pedagógica que recibieron, es
inevitable concluir que, por lo bajo, un tercio de ellos no tiene la formación
esencial, los conocimientos, la pedagogía o la motivación para abordar la
titánica tarea que este país enfrenta para resolver el problema de la calidad
educacional. Peor aun en los mayoritarios casos de alumnos y apoderados en
situación vulnerable, lo que requeriría profesores con aun mayores competencias.

Para muchos profesores motivados,
nada de esto es su culpa: es este perverso encadenamiento de circunstancias el
que los ha puesto donde estamos. Para otros, son flagrantes sus faltas a la
ética al recibir un sueldo por un trabajo que no se hace o se hace pésimo.

No cabe duda de que hay una cuota
relevante de buenos y motivados profesores, pero hay que mencionar la
desmotivación y desidia de muchos. Si yo llevara 20 años en una escuela
municipal, en esas condiciones ambientales, laborales y organizacionales,
posiblemente me sentiría igual.

La motivación de los docentes tiene
una elevada correlación con el liderazgo de los directores de escuela. Está
verificado que el liderazgo directivo es el segundo factor intraescuela, luego
de las competencias docentes, que más influye en la calidad de la educación.
Obvio.

Otra verdad inconveniente

La otra verdad inconveniente, que
los parlamentarios de derecha callan discretamente: ¿alguna vez nos explicarán
con la frente en alto por qué se opusieron por más de 15 años a cambiar el
estatuto pinochetista de “amarre”, que declaró a los directores como
vitalicios?

Vitalicios. Está clarito por qué:
ellos también tienen su cuota de clientelismo. Así son las tragedias. Y luego
tienen cara para criticar la calidad de la educación municipal y reclamar por
la inflexibilidad laboral del país.

A pesar de que ya se logró cambiar
la dichosa norma vitalicia, los astutos artículos transitorios introducidos por
estos parlamentarios todavía permiten la permanencia de un buen porcentaje de
apernados que no le rinden cuentas a nadie. Como me contó esta semana un
sostenedor municipal del sur: “Tengo un tercio de vitalicios; despedí a
uno por petición expresa y reiterada del Centro de Padres. Me tuve que tragar
25 meses de indemnización, más una condena de 30 millones de pesos por
menoscabo. No lo vuelvo a intentar. Simplemente no tengo la plata. Además, pese
a que la matrícula me disminuye año a año, sigo con el mismo número de
profesores”.

El arreglito es más sicótico
todavía: si uno de los vitalicios pierde su concurso… el municipio debe
mantenerlo contratado con el mismo sueldo. Esa sí que es flexibilidad laboral.

Negociemos el rescate

En esta tragedia griega, como en un
juego de ajedrez, al gremio de profesores se le concedió, por medio del
Estatuto Docente, la captura de la educación municipal y la tiene de rehén. Por
ende, tiene de rehén el futuro del país.

No estoy juzgando a nadie. Son las
benditas circunstancias políticas, históricas y constitucionales. Las mismas
que han permitido agarrarse de la teta a otros grupos de poder gremial,
empresarial o universidades truchas. Las mismas que han llevado a un grupo de
no más de 200 dirigentes políticos a repartirse los cupos parlamentarios y
municipales a su gusto durante casi 20 años gracias al sistema binominal,
mecanismo inventado para mantener el statu quo y “proteger la
democracia”. No hay castigo ni incentivo político alguno por obtener
resultados de largo plazo que ayuden a la ciudadanía, educación incluida.

“Captura” es lo que ocurre
cuando un grupo de agentes, empresas o personas logran apropiarse de una
institución o sistema -por conductos formales o informales- para su propio
beneficio. Las capturas se resuelven por rescate armado o por negociación. Siendo
impensable la primera opción, ¿por qué no inventamos una negociación en la
firme, para salir de este embrollo? Pongamos números gruesos, por ejemplo, a lo
que costaría modificar radicalmente el Estatuto Docente.

Supongamos retiros anticipados
-dignos y programados- a lo largo de cinco años, por unos 15 meses de salario
además de lo que establece el Código del Trabajo, para unos 20.000 docentes que
no tengan una buena y rigurosa evaluación, y que hoy mal-educan a unos 800 mil
niños. No es tan loco considerando que recientemente nueve mil se acogieron a
retiro.

Agreguemos el cese inmediato -con
pensión razonable- de todos los vitalicios que siguen desmotivando a sus
profesores y que no ganen su concurso. Estaríamos sumando unos mil millones de
dólares. Esto es inversión por una vez.

Suponiendo el cierre inmediato de
carreras pedagógicas de calidad inaceptable y la imprescindible creación de un
examen nacional de habilitación para ejercer la pedagogía en cualquier tipo de
escuela, deberemos sumar el costo de devolverles la plata que malgastaron en
matrículas a unos 10.000 estudiantes de pedagogía express en estos últimos
años: serían unos cien millones de dólares más.

Agreguemos un programa para crear o
fortalecer institutos pedagógicos dignos de ese nombre, con postgrados de nivel
internacional, etc.: otros cien millones de dólares. Por una vez. Ya vamos en
1.200 millones de dólares.

Finalmente, lo más caro. Inmigración
inmediata de dos o tres mil profesores extranjeros bilingües con experiencia en
aula. Beca robusta para todo estudiante con PSU arriba de 650 puntos que
ingrese a estudiar Pedagogía a una carrera acreditada, con una promesa salarial
40% superior al valor actual, y de 70% para aquellos que obtengan un magíster
acreditado en Pedagogía o una materia específica. Lo mismo para egresados de
Ingeniería, Derecho o cualquier ciencia, que obtengan un magíster acreditado en
Pedagogía. En España, por cierto, esta última es la única manera de ser
profesor de secundaria. Agréguele inducción, apoyo y mentores para todos los
profesores que inicien sus labores. Súmele 100% de aumento salarial para atraer
buenos directores de escuela.

Suponiendo un programa paulatino,
que comience hoy, estaremos hablando de un gasto adicional que a la vuelta de
una década puede llegar a ser del orden de mil millones a mil doscientos
millones de dólares anuales, algo así como el 0,5 % del PGB que Chile debería
tener para esa época. Números gruesos, por supuesto. Todos los profesores del
sistema municipalizado continuarían, si lo desean, siendo miembros del Colegio
de Profesores: eso ni se discute. Pero con un renovado y flexible Estatuto
Docente, con incentivos asociados a una evaluación rigurosa y a una salida
expedita para los casos de flagrante abandono de deberes. Yo pagaría feliz más
impuestos para financiar semejante revolución.

Por cierto, éste no es sólo un
llamado a los profesores. Para que haya negociación deben existir dos partes.
La otra es el Poder Ejecutivo y todos los partidos del espectro político,
abandonando por una vez las rencillas y creando el consenso necesario para
avanzar con los maestros y no contra ellos.

Pongamos esa plata arriba de la mesa
y todos ganan, incluyendo los profesores, que habrán recuperado su histórico
sitial en la sociedad. Se crea una carrera docente de estándar internacional.
Se desarrolla un nuevo concepto de evaluación, cuyo foco es el
perfeccionamiento de profesores que ingresaron a la carrera cumpliendo
estándares mínimos. Se fortalece la educación pública que muchos añoramos. Los
que más ganarían son nuestros hijos y nietos. Por eso, si quieren, subamos el
monto de los retiros anticipados al doble, pagaderos en cómodas cuotas a 10
años. ¿Hay trato? Me convencí que el resto es música… con minúscula.

Las graves conclusiones
de un estudio

El estudio data del 2007 -está
disponible en el sitio web del Consejo Superior de Educación- y fue elaborado
por la U. de Playa Ancha de Ciencias de la Educación y la U. de Valparaíso. Se
denomina “Desarrollo de habilidades básicas en lenguaje y matemáticas en egresados
de Pedagogía. Un estudio comparativo”.

Se le siguió la pista a una muestra
de 488 estudiantes de Pedagogía de 5 universidades nacionales. A ellos se les
sometió a una prueba de capacidades al ingreso de la carrera (en el 2002) y
luego a la misma prueba cuando egresaron, 4 ó 5 años más tarde.

Puesto crudamente, sólo el 64% de
los que ingresaron a Pedagogía podía leer un gráfico: esto mejoró a 65,4%
después de obtener un título de profesor. O sea, 1,4%. En el caso de extraer
conclusiones de un texto, la educación universitaria disminuyó la frecuencia
desde 61,6% a 57,8%, un extraño fenómeno de des-educación.

La conclusión textual del trabajo:
“A modo de síntesis, la situación descrita indicaría que los estudiantes
de Pedagogía ingresan a la universidad con ciertas carencias, reflejadas en sus
puntajes de selección, y egresan, después de varios años de estudio, con las
mismas limitaciones.”

La pregunta más inquietante: ¿por
qué este estudio no ha generado un escándalo nacional?