Browsing Date

Marzo 2008

Noticias Marzo 5, 2008

Zapatero, la iPsoe.Tv y Extremadura

Esta tarde tuve una experiencia muy emocionante que viene a lo que posibilita internet. Conversando por Skype con un querido amigo de Extremadura, me contó del mitín que haría el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero en la ciudad extremeña de Badajoz, en el marco de las elecciones al gobierno de España. Él lo vería en directo por la iPsoe.tv, el canal de tv por internet del Partido Socialista Español. Escuchar los discursos del ex presidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra, de Guillermo Fernández Vara actual presidente y del Predisente español Zapatero, me toca fibras profundas de lo que esperamos de la política y los políticos, la pasión, ideas fundadas, propuestas ambiciosas y realistas y un amor evidente por mejorar la vida de los más modestos. La comparación es imposible de evitar con mi querido país Chile. Una emoción especial también porque ocurre en una región entrañable como Extremadura, donde tuve la oportunidad de trabajar y hacer grandes amigos.

iPsoe.tv

Noticias Marzo 5, 2008

El webset chileno

 

emol. Hace un par de años, cualquiera que tuviera un blog exitoso era considerado parte de la vanguardia tecnológica chilena. Ahora la cosa va por los desarrolladores web: gente que crea proyectos, los hace masivos y los hace rentables. La industria es incipiente, pero crece a pasos agigantados. Tanto, que ya se habla de Santiago como el Silicon Valley latino. Y si Santiago es el Valley, entonces los siguientes nombres son parte del Web Set. Aquí se los presentamos.POR Ignacio Bazán FOTOS: carla dannemann
Poco se sabe a nivel masivo, pero ya es oficial: en Chile está naciendo una industria web. El origen es claro. Las aguas tormentosas y la plata dulce de las empresas punto com de los noventas se acabaron, lo que significa que hay una industria más madura. Y mientras más se expande el uso de la net en el país, más se sabe lo que quieren los usuarios y las empresas de ella. Dos datos sorprendentes: Fotolog tiene más sitios chilenos en comparación a cualquier otro país del mundo, y en Youtube, el tráfico nacional es del 7 por ciento, sólo detrás del líder, Estados Unidos, que cuenta con un 13 por ciento.

 

Ahí entran los cientos de desarrolladores web que trabajan silenciosamente en sus piezas, pero que se comunican entre ellos. Se ayudan. A diferencia de otros gremios, los que trabajan en el ciberespacio son tremendamente solidarios. Se pasan datos, van expandiendo conocimientos y se van aglutinando. El poder que la unión de fuerzas genera se pueda olfatear. La gente y el talento siempre estuvieron, pero hace poco decidieron empoderarse. A la primera reunión de Webprendedores el año pasado llegaron 250 personas que no se conocían como si nada. La Corfo se sumó y está enviando a una serie de desarrolladores a un congreso de la industria en Silicon Valley. El resto de Latinoamérica toma a Fayerwayer, el blog de tecnología de Leo Prieto, como el principal referente en el área. Entonces, cuando se habla de hacer de Santiago un Silicon Valley latino, la idea no suena tan descabellada. Todo lo contrario.

RAFAEL BRAVO

DESAHOGO EN CLAVE WEB

Con sólo 11 años, Rafael Bravo ya se conectaba al sistema BBS, la versión más arcaica del messenger que demoraba horas, a veces un día entero, en establecer comunicación con algún usuario de otro computador. "Era como el año noventa", cuenta Bravo. "Y como estaba en mi casa de El Arrayán y no habían vecinos, me pasaba el día metido en eso".

Dieciocho años más tarde, el cerebro detrás del aclamado sitio web reclamos.cl es un referente del ciberespacio chileno. El sitio, que acoge las quejas del consumidor, ha sido un éxito. Bravo recuerda que hace un año y medio, cuando empezó, se emocionaba si 30 personas entraban a la página. Ahora, un lunes cualquiera, entran 20 mil.

"Lo de reclamos.cl lo empecé por una inquietud personal", explica Bravo, quien está terminando Sicología en la Universidad de las Américas. "Soy bien nacionalista y me gusta crear cosas para el beneficio de los chilenos. En mi caso quería que quedara un registro de un par de malas experiencias que tuve en consumo y se me ocurrió abrir espacio para un debate. En un inicio no había intención de capitalizar, pero la verdad es que el sitio ha tenido tanto éxito que era ingenuo no elaborar un plan de negocios después de un tiempo".

La gracia de reclamos.cl es que la rentabilidad del sitio impactará directamente en su efectividad. Bravo ha sostenido reuniones con diversas empresas que se han interesado en acceder a la información que tiene el sitio sobre ellas. Esto les permite saber cómo son percibidas por los clientes, dándoles la chance, también, de que la solución de cualquier problema quede registrada en las páginas de reclamos.cl. La idea es cobrar entre 300 y 800 mil pesos a cada una que adquiera el servicio. El precio es proporcional a la cantidad de reclamos que se reciban, mientras las empresas que estén bajo los 10 reclamos estarán exentas de pago. "Extrañamente, las que menos reclamos reciben son las que más se interesan en la percepción que tiene la gente de ellas. Y las soluciones que las empresas puedan aportar les da una credibilidad que difícilmente puedan encontrar en otra parte".

Según Bravo, una de las razones del éxito detrás de su sitio es que existe un desahogo, la sensación de que, aunque la empresa no responda, por lo menos los consumidores pueden pasarse el dato.

A pesar de que reclamos.cl todavía no funciona como negocio, Bravo afirma que su rentabilidad ha sido infinita. "Y me ha abierto puertas para hacer otras cosas. Sin querer, armé una red de contactos que jamás habría imaginado".

LEO PRIETO

GURÚ PRECOZ

Leo Prieto era el millonario del recreo. Le faltaban dos años para salir del colegio y ya tenía plata para comprarse lo que quisiera, gracias a un trabajo que en 1995 casi nadie hacía: el diseño de páginas de internet. Una vez estudiando Diseño, en pleno boom, los clientes lo perseguían hasta que no dio abasto y congeló. Nunca volvió.

Empezó con Image Maker, su compañía, a los 19 años, con un socio y un empleado. Mientras entraban clientes como Copec y BCI, también entraba la plata. Mucha. A fines de 1999 tenía veinte empleados trabajando en su oficina. Después de un tiempo, Prieto se sintió estancado y decidió que lo mejor era vender su parte. Tenía 24 años y la venta le dejaba el dinero suficiente para vivir tranquilo por cinco años.

El fin en Image Maker en 2003 fue el inicio de su reinvención. "Mi primera apuesta grande fue Zimio, un sitio de clasificados en el que llevo trabajando 4 años y que quiero que sea gratis, y compita aquí y con los grandes de afuera", dice. La idea es tenerlo listo a fines de marzo. Prieto planea reunirse con Adam Baruchowitz, su socio en Nueva York, y luego buscar gente que se interese en el proyecto. De respaldo tiene la creación de Fayerwayer, el blog de tecnología más leído de Latinoamérica con más de 1 millón de visitas al mes. Todo un logro, considerando que sólo un 30 por ciento del tráfico es chileno y la mayoría de los lectores son de España y de México.

"Todavía son pocos los avisadores que se atreven. Con el tráfico que tenemos, ganamos lo mismo que una revista con un tiraje de 10 mil copias", grafica.
Pese a lo lento del mercado de avisaje en internet, entre Fayerwayer y Saborizante –otro de sus sitios–, facturó casi 30 millones de pesos el año pasado.

Tiene claro que Zimio es su gran proyecto. El gran juego se juega en Nueva York en unas semanas. De eso depende, quizás, que Leo Prieto se convierta en el desarrollador nacional más exitoso de la era digital. El padre del web set chileno.

PAOLO COLONNELLO

NEGOCIO MILLONARIO

Llegó de sus vacaciones y Paolo Colonnello (35) de inmediato se puso la camiseta del producto estrella de su compañía de desarrollo web: Bligoo, una revolucionaria plataforma de blogs para empresas y usuarios comunes.
Colonnello trabaja en Blue Company, una suerte de bunker en el barrio El Golf, una empresa que comenzó sólo con Colonnello y su socio Álvaro Portugal con la idea de adaptar softwares para las prácticas digitales de sus clientes, y que pasó, en menos de cinco años, a facturar por más de un millón de dólares anuales.
Paolo Colonnello ya investigaba sobre internet cuando la web todavía no existía durante sus años como estudiante de ingeniería en informática en la USACH. Luego, en 1996, armó su primera empresa de proyectos web cuando el campo era marginal, para después trabajar entre Chile y Estados Unidos para una empresa consultora de Silicon Valley que tenía oficinas en Santiago.

Lo de Bligoo es otra historia. La plataforma nació de una premisa más o menos simple. Colonnello concluyó que internet, contrario a lo que todo el mundo piensa, no es un medio democrático. "El 98 por ciento del tráfico se lo llevan los grandes sitios de medios, mientras lo que la gente independiente hace, apenas se ve". Lo que él quiere es que si la señora Juanita escribe sobre máquinas de coser, Bligoo suba el artículo en la página de inicio de personas que tienen intereses similares.

Colonnello pone un ejemplo más concreto: "Mi socio empezó una comunidad de cocina que se llama La buena vida y la poca vergüenza. En poco tiempo, a través de Bligoo, Álvaro tenía más de 1500 críticas de restoranes en la comunidad hechas por aficionados. Es una guía tan completa hay hasta de lugares en Juan Fernández".

 

En cuatro meses ya son 75 mil las personas que tienen su cuenta en Bligoo. El plan de negocios se ve tan sólido, que Colonnello firmó un convenio con Google Adsense para capitalizar la publicidad de los sitios con cuenta Bligoo.


Pero la plataforma va más allá de usuarios independientes. Colonnello y Blue Company han instalado el sistema en empresas como BancoEstado y Transbank, con comunidades exclusivas para sus empleados.

REACTOR

UN NUEVO LENGUAJE

Tomás Pollak, Sebastián Correa y Felipe Cádiz son socios y a su oficina del barrio Bellas Artes le pusieron Reactor: generación de medios digitales. Los tres entraron a bachillerato en la Católica y los tres salieron de periodismo. Ninguno es periodista en el sentido más clásico de la palabra, pero todos asumen que lo que hacen es comunicación. Ya sea creando conceptos para sitios webs o diseñando plataformas para vender producto, están generando comunidades virtuales. De ahí a que la misión de Reactor sea crear redes para que más usuarios lleguen a los contenidos de sus clientes en forma rápida y simple.


Desde que empezaron Reactor hace medio año, el trío no para, y tiene una lista de proyectos en constante crecimiento, algunos más avanzados que otros.

"Nuestra generación de recursos va por el bootstrapping", explica Cádiz. "Este término significa que trabajamos para clientes, lo que sustenta todos nuestros gastos. Pero también para tener tiempo para desarrollar proyectos propios. Hace poco, por ejemplo, terminamos una red de blogs para la editorial Televisa y eso nos ha comprado tiempo para meternos en nuestras propias apuestas".
Las apuestas de Reactor no dejan de ser ambiciosas. "Estamos expectantes a lo que va a pasar con la televisión digital. Por eso, hemos tirado líneas con una universidad para lo que sería el primer canal por internet chileno", dice Pollak.

"Aunque suene a cliché, ahí está el futuro de la tevé".

Pollack también diseñó una página de inicio en internet que se ajusta a las necesidades del usuario chileno, que provee acceso directo a casilla de email y actualiza los contenidos de los medios online nacionales, además de videos de Youtube y podcasts de podcaster.cl. Ya les han llegado pedidos para hacer la página en Argentina y Venezuela.

Otro proyecto estrella es inventario.cl, una plataforma que ayuda a crear y mantener una tienda virtual. Su plus está en su funcionalidad y en lo simple que se hace para cualquier empresa vender sus productos a través de la plataforma de inventario.

Todo lo que hacen suena a innovación y a rentabilidad, ya sea inmediata o a futuro. Detrás de Reactor hay una verdadera vocación por simplificar el lenguaje de la web a los usuarios.án.

Noticias Marzo 4, 2008

Redes sociales y empresas

 

e-comunicacion. Este año será el auge de las redes sociales. Servicios como Facebook o Myspace.com que abrió oficinas en España el año pasado o redes como Orkut de Google o Hi5Friendster incrementarán sus usuarios registrados durante los próximos meses. De hecho, acaba de lanzar su nueva versión en castellano y Facebook anunció hoy que hará lo propio.

Las actuales redes sociales nacieron en torno a los servicios de mensajería instantánea como un valor agregado, ya que además de servir de plataforma social permiten albergar todos los recursos de la Red: vídeos, imágenes, texto y audio. Ahora en cualquiera de estas redes sociales puedes tener tu blog, publicar tus fotografías, vídeos y compartirlas con tus amigos ( y con los amigos de tus amigos)

Según los datos de diversos estudios sobre consumo de información y hábitos online, la mitad de los usuarios de Internet admiten haber utilizado o visitado una red social. Este auge se debe a que la red se está transformando cada día más en una plataforma donde la gente se relaciona en torno a intereses comunes. Ya lo decía Aristóteles, “el hombre es un ser social por naturaleza”. Y muchos de esos intereses tienen relación con productos o servicios. Sin ir más lejos, los viajes, el cine o la música son sectores que no pueden olvidarse hoy mismo de las redes sociales.

Un estudio realizado recientemente por investigadores de la New York University apunta a que mientras más se habla sobre el lanzamiento de un nuevo álbum de un artista en redes sociales y blogs mayores son las ventas físicas de discos de ese músico. En este estudio tomaron en cuenta los comentarios acerca de 108 discos publicados durante los dos primeros meses del 2007. Sí, justo hace 1 año.

Así entonces, el estudio concluye que las redes sociales y blogs actúan como predictores del éxito o fracaso de un disco y que, en cierta medida, ayudan o no a su éxito.

A mí estos resultados no me sorprenden para nada. De hecho, con la industria del cine hace tiempo que ocurre lo mismo. Incluso hace un tiempo el poder de algunos bloggers influyó en el final del guión para algunas pelis y seriales. De hecho, a un blogger amigo y a otros tantos les invitan a los estrenos y les envían trailers e información por adelantado de las pelis que estarán pronto en cartelera.

Así entonces, vale la pena comenzar a tomar en cuenta las redes sociales y los blogs dentro de los planes de marketing y comunicación de productos y servicios.

Más información:

La influencia de los blogs

Myspace se prostituye al estilo Facebook

Publicidad y marketing en redes sociales

Superinfluenciadores y redes sociales

Marketing y estrategias de promoción en comunidades

Noticias Marzo 4, 2008

Diputado Chileno Sueco Mauricio Rojas y el Copyright

 
Las paradojas de internet no terminan ni dejan de sorprender. Siempre pensé (y me he preocupado) que las imágenes de estrellas del pop o de imágenes artísticas podían tener alguna protección de Copyright, pero nunca imaginé que ocurriría con el diputado liberal en Suecia Mauricio Rojas, chileno integrante del MIR en su juventud. Utilicé la fotografía que encontré en internet para escribir una respetuosa crítica  y me he llevado un regaño insistente de los dueños de las fotografías del Congreso en Suecia (?). Cosas de la sagrada propiedad privada. En fin. Que avance el Creative Commons.
Noticias Marzo 2, 2008

Del agobio al aburrimiento

Me encuentro con frecuencia en mi trabajo de consultoría con profesionales que oscilan entre el agobio y el aburrimiento. Principalmente, quienes tienen responsabilidades sobre equipos, aunque no sólo ellos, caen con frecuencia en el agobio de tener demasiado trabajo y poco tiempo. El aburrimiento se me aparece con más frecuencia entre profesionales que bordean los treinta años de edad, ingenieros, economistas, sicólogos o periodistas, con postgrados, con expectativas casi siempre frustradas de ascenso de cargos. Mario Valdivia aquí entrega otra de sus lúcidas reflexiones en torno de estos y otros estados de ánimo:

Abrumarme, aburrirme

Enviado por Mario Valdivia el 01/03/2008 a las 11:01

Me encuentro con el estado de ánimo de "estar abrumado" – "tengo mucho que hacer y poco tiempo" – muy extendidamente en personas que trabajan como ejecutivos o profesionales altos en grandes empresas. Y no exclusivamente en el mundo del trabajo: también encuentro este estado de ánimo muy habitualmente en el mundo de la familia, modulando las responsabilidades y tareas que ésta supone.

Encontrarnos abrumados es un estar presionados por no tener tiempo y tener muchas cosas que hacer. O sea, modula nuestra relación con el mundo de cosas y personas como "cosas que hacer, compromisos que cumplir", y con el tiempo como algo que "no hay". (El mundo se nos presenta como una agenda de tiempo limitado). Cuando estoy abrumado, por donde mire sólo encuentro cosas que hacer y la omnipresencia de un reloj que tica sin parar; soy arrastrado por un tiempo que pasa demasiado rápido y no alcanza, un tiempo que se acorta; me siento presionado.

Hay otro estado de ánimo que parece a primera vista como opuesto al abrumarse: el aburrimiento. Recuerdo una espera en un aeropuerto. No hay nada que hacer y el tiempo se arrastra, se alarga, parece no avanzar. Miro a mi alrededor y – más allá del sillón en que me encuentro – las cosas parecen rehusarme toda posibilidad de ser útiles, de poder hacer algo con ellas, de interesarme; en el trasfondo, omnipresente, el reloj que, no por ser consultado obsesivamente, parece avanzar. Esta es una opresión que nos desasosiega buscando algo que nos haga pasar el tiempo, una opresión de no contar con un pasa-tiempo.

PSpiral2.jpgCreo que ambos estados de ánimo están conectados en el fondo y son más similares de lo que su oposición a primera vista indica. Quizás al final constituyen lo mismo. Porque, ¿no es habitual encontrarnos con que hemos pasado de la presión de estar abrumados a la opresión del aburrimiento…y de vuelta? ¿No transcurre en verdad nuestra vida a menudo – ¿por lo general? – entre estos dos ánimos extremosos: el abrumarnos en la vida activa, el aburrirnos en los descansos?

Recuerdo ejemplos cotidianos. Me doy cuenta que estoy abrumado, sueño con terminar las cosas que tengo que hacer y darme tiempo. Lo hago: llega el fin de semana o tomo algunos días de vacaciones. Ahora si tengo tiempo: me lo estoy dando a mi mismo. Cuando estaba abrumado parece como si las cosas que hacer vinieran de la situación que enfrentaba, de "afuera", me obligaran, y el tiempo mio se acabara por completo dedicado a hacer estas cosas que parecen provenir de algo externo. Ahora, debo dedicarme a usar este tiempo mio que me he dedicado a mi mismo para hacer las cosas que realmente yo quiero hacer. Y sin emabargo ahora puedo encontrarme de nuevo en los mismos – al parecer – dos estados de ánimos. (Sólo digo "puedo", porque no es completamente necesario que esto pase, pero si lo miramos con honestidad, como un fenómeno que nos ocurre, ¿no es habitual?)

Ahora, de nuevo, el aburrimiento puede sumirme en su opresión. Nada me obliga ahora a tener que pasar, sin tener que hacer, un tiempo que, a diferencia de la espera en el aeropuerto, no proviene de algo externo, no me sitúa desde afuera: ahora yo me estoy dando el tiempo que me posibilita elegir las cosas que quiero hacer. Así que uso bien mi día: la tarde en una agradable reunión familiar con amigos, la mañana me ejercito con largueza en mi bicicleta, leo la prensa con detención, luego quizás voy al cine y a cenar fuera con mi pareja. En la noche, al acostarme, sin embargo, siento oscuramente que me he aburrido. Quizás recuerdo mis bostezos disimulados en la tarde, que no pude ocultarme a mi mismo, (¿no somos todos verdaderamente maestros en este arte de encubrimiento?), recuerdo la leve ansiedad que he sentido cuando me he descubierto – varias veces – consultando solapada, casi clandestinamente, mi reloj. Si, debo reconocerlo, el día entero ha sido un pasatiempo. Agradable y placentero pero aburridor en el fondo. Es como si no he hecho las cosas que realmente me interesan en serio a mi; y, en este sentido, el día transcurre sin que haya habido nada que hacer, envuelto en las agradables acciones habituales de sociabilidad y descanso, pero sin poder hacer realmente nada. O sea, también puede embargarme el aburrimiento cuando he sido yo mismo quien me he dado tiempo, y no es imprescindible que haya algo externo -como el atraso de un avión – que me lo provea. Éste aburrimiento se oculta más de nosotros mismos que el otro caso de aburrimeinto y, por lo mismo, es quizás más opresivo.

Y también puede ocurrir que el abrumarme vuelva a sofocarme en su presionar. Ahora, por este día, escojo yo las cosas que quiero verdaderamente hacer en este tiempo dedicado a mi mismo. Programo mi día porque hay varias cosas que quiero hacer y que habitualmente no he podido hacer porque no he tenido tiempo. Así transcurre mi día haciendo todo lo que hace tiempo quería hacer. Y, en la tarde, mientras me cambio de ropa para ir a un concierto, me doy cuenta que estoy apurado porque el día ha sido tan intenso que se ha ido acumulando un leve atraso en todo lo que tenía programado. Me detengo y escucho mi ánimo y me doy cuenta que estoy presionado: el día ha sido una serie de cosas que hacer y ahora mismo enfrento la agenda de ir al concierto y luego una cena más tarde. Me siento presionado. Además, no ha dejado de hacese presente el día de mañana en que hay que trabajar y enfrento una agenda intensa. De nuevo, parece que, de tanto tratar de usar bien mi el tiempo – que habitualmente no tengo – he puesto frente a mi una agenda de cosas que hacer que me abruma. O sea, no es imprescindible para abrumarnos que el mundo como agenda provenga de algo externo, de cosas que estoy abligado o debo hacer, también puedo abrumarme estableciendo yo mismo la agenda que quiero de cosas que hacer. ¿No es esto habitual? O sea, parece que debo distinguir, de nuevo, entre cosas que me interesa hacer y cosas que realmente me interesa en serio hacer a mi. Presumiblemente las cosas que realmente en serio me interesan a mi no deberían abrumarme cuando me doy tiempo para hacerlas; simplemente las hago en un ánimo de resolución y serenidad. Todos hemos experimentado momentos así y podemos reconocer la diferencia.

Estos estados de ánimo de abrumarnos y aburrirnos que no provienen de una situación que se impone en nosotros – como una espera en un aeopuerto o una agenda recargada de trabajo a fin de año – son más presionantes y opresivos. Y son más engañosos – que quiere decir que se nos hacen menos visibles y nos convierten en sus víctimas de manera más ciega – ya que siempre, siempre, podemos pensar que lo que nos abruma o aburre es la situación en la que estamos, lo que "está afuera". Así, nos mantienen buscando el pasatiempo perfecto, algo que realmente sea entretenido, y, al mismo tiempo, buscando algo que sea realmente lo que nos gustaría en serio hacer.

Me pregunto: ¿quién este este YO que dejamos habitualmente de lado al inventar actividades que nos terminan abrumando o aburriendo y que, sin embargo, cuando las inventamos lo hicimos de acuerdo con lo que parecía interesarme a mi?

Continúa Aquí